#MAKMArte
‘Gráfica urbana de València. Letras recuperadas’, de Juan Nava
Comisario: Juan Salvador
Galería del Tossal
Plaza del Tossal s/n, València
Horario: De martes a sábado, de 16:00 a 19:00. Domingo, de 10:00 a 14:00
Hasta el 25 de septiembre de 2022
La mayoría de los habitantes de una ciudad caminan por sus calles absortos en sus pensamientos sin prestar atención a un entorno con el que están familiarizados, a diferencia de los turistas que acopian frenéticamente imágenes con sus móviles. Pero también hay ciudadanos que de forma innata son cazadores de estímulos de distinta naturaleza: las fisonomías de los transeúntes, determinados productos exhibidos en los escaparates, bares y restaurantes, vehículos llamativos, pequeños y grandes detalles del paisaje urbano.
Juan Nava (Ripollet, 1952) es un caso aparte. Además de un hábito saludable, los paseos de este veterano diseñador gráfico tienen otro objetivo desde hace casi dos décadas: cosechar rótulos y letreros antiguos en peligro de extinción que forman parte de nuestro patrimonio tipográfico. Hace nueve años publicó el libro ‘Itinerarios tipográficos’, que reúne parte de ellos y desde hace cuatro alimenta su blog, ‘Letras recuperadas’, con un nuevo hallazgo cada quince días.
Su pasión conservacionista por las letras del pasado que ilustran comercios y fachadas, muchas de ellas ya desaparecidas, se plasma en la exposición ‘Gráfica urbana de València’ comisariada por su colega Juan Salvador, que se puede visitar en la Galería del Tossal hasta el 25 de septiembre, ocasión de conocer uno de los espacios expositivos más peculiares de la ciudad situado en la base de las murallas islámicas.
“Mi padre era mecánico, pero también un gran dibujante”, recuerda Nava. “Le gustaba dibujar retratos de las estrellas de Hollywood que remataba con su nombre en letras historiadas que me encantaban. Ese recuerdo, mi afición a las antigüedades y el hecho de ser diseñador gráfico explican mi pasión por los rótulos”.
A Nava solo le interesan los carteles anteriores a la era del plástico, pintados a mano alzada sobre materiales muy diversos -madera, cerámica, vidrio, etcétera-, rindiendo así homenaje a sus artífices, los rotulistas, artesanos anónimos. “Curiosamente, hoy han surgido en Madrid y Barcelona jóvenes diseñadores que replican el estilo antiguo, pero con técnicas más sofisticadas, y el lettering también está muy en boga entre gente de todas las edades”.
De los rótulos que registra Nava en su web, más de la mitad han sido pasto de la piqueta. “El último que he visto perderse era el de una ferretería de la calle Guillén de Castro. Era de cristal y a causa del deterioro se veían sobre papel de estraza los bocetos que cubría. Con esta exposición espero que los ciudadanos y el Ayuntamiento tomen conciencia del valor de estas letras que son mucho más que simples carteles publicitarios”.
La muestra despliega un abanico de letras de las más diversas características que recuerdan comercios, establecimientos de contenido muy variado y lugares del ayer con un componente didáctico. “Se inicia con el rótulo del título de la exposición ‘Gráfica urbana de València’ pintado a mano por Joan Quirós”, explica Juan Salvador.
“Le siguen cinco rótulos antiguos reales y una vitrina con unos manuales que servían a los rotulistas para inspirarse. A continuación, catorce parejas de paneles: por un lado, uno con las fotografías de los rótulos artesanales de la ciudad (cerámica, vidrio, relieve y pintados) y, por otro, uno en el que se muestran esos mismos rótulos redibujados por Nava con el estilo propio e inconfundible de ‘Letras recuperadas’. A su vez, esos paneles se dividen en dos tramos de pared; sobre un fondo blanco encontramos los que todavía existen y, sobre fondo gris, los ya perdidos”.
Como colofón al recorrido, el mural de azulejos, ‘Pida un Coral’, que tiene su propia historia, pues fue salvado in extremis por Nava y Salvador horas antes de acabar en algún contenedor. El anuncio del refresco Coral pertenecía a un garito del barrio de Velluters donde se reunían las prostitutas y los proxenetas. Si sus letras hablaran, podrían contar infinidad de historias. En realidad, cada uno de esos letreros nos habla en silencio de vidas y actividades pretéritas conformando una memoria visual de la ciudad.
Salvador contactó con Nava, al que admira por su trabajo, en febrero de 2020 para darle la enhorabuena por su blog ‘Letras recuperadas’. “Entablamos una agradable conversación que derivó en un encuentro personal en el que hablamos de muchas cosas relacionadas con nuestra pasión, el diseño gráfico, y el mal estado en el que se hallan algunos rótulos, principalmente, los murales cerámicos de Philips de la calle Blanquerías”.
“Convinimos que habría que hacer algo para, por lo menos, exigir su limpieza. Así surgió este proyecto en el que he tenido el privilegio de ayudarle a realizar un dossier inventario y, sobre todo, realizar las funciones de comisariado para su exposición ‘Gráfica urbana de València’. Los paneles Philips siguen estando igual que estaban y por eso, medio en broma, le digo a Nava que no se puede jubilar hasta que logremos su ansiada restauración”.
La exposición está pensada para todo tipo de público, desde los profesionales del diseño y de la rotulación, los amantes del lettering –tan de moda últimamente–, a cualquier ciudadano que desee conocer parte de la historia de València a través de su patrimonio gráfico.
No se incluye en la programación de València Capital Mundial del Diseño (WDCV), pues se trata de una actividad enmarcada dentro de la convocatoria ‘Oberta d’Exposicions’ promovida por la Concejalía de Patrimonio y Recursos Culturales del Ayuntamiento de València. “Sin embargo, podemos aprovechar el contexto de la capitalidad para seguir sumando en beneficio de nuestra ciudad y de nuestro diseño”, señala Salvador. “Lo tenemos fácil, pues los rótulos ya se exhiben en las calles, solo hay que hacer una labor didáctica para mostrarlos que ayude a valorarlos, respetarlos y, por lo tanto, a disfrutarlos”.
Para Salvador, su tocayo Juan Nava es un referente junto a Pepe Gimeno, Nacho Lavernia, Dani Nebot y Ramón Pérez-Colomer. “Seguro que cuando Nava lea esto me echará una bronca, pues su discreción y humildad le impide ver que lo que digo es cierto”, bromea el comisario de la muestra. “No descubro nada si digo que le incomoda bastante hablar de sí mismo y de sus logros como diseñador, por eso creo que está bien que seamos los demás los que lo hagamos”, concluye Juan Salvador.
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