Guardianes de la Galaxia vol. 3 o cómo cerrar una trilogía sin superhéroes inocuos

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‘Guardianes de la Galaxia vol. 3’, de James Gunn
Con Chris Pratt, Zoe Saldana, Dave Bautista, Karen Gillan, Pom Klementieff, Will Poulter, Chukwudi Iwuji, Sean Gunn, Elizabeth Debicki y Sylvester Stallone, entre otros.
150’, Estados Unidos | Marvel Studios, Marvel Entertainment y Walt Disney Pictures, 2023
Cines Lys València

James Gunn pone punto y final a la saga más gamberra del universo Marvel con ‘Guardianes de la Galaxia vol.3’, un filme serio y nostálgico que se aleja del tono infantilizado de la industria heroica sin renunciar al humor desternillante que coronó a este grupo de extraterrestres marginados y traumados.

Peter Quill (Chris Prat) comenzó, allá por 2014, uno de los inicios fílmicos más entretenido de los últimos tiempos a través de un baile ridículo al son de ‘Come and get your love’, de Redbone, mientras alimañas alienígenas descubrían la fuerza de su puntera. En 2017, un Groot (voz de Vin Diesel) minúsculo daba comienzo al volumen 2 con un nuevo baile, esta vez más entrañable, al compás de ‘Mr. Blue Sky’, de Electric Light Orchestra. Cuando ‘Creep’, de Radiohead, en versión acústica da la bienvenida a la última entrega, nadie tiene ganas de bailar. Algo ha cambiado.

Gunn (‘El Escuadrón Suicida’) consigue la difícil tarea de cerrar de forma satisfactoria una de las sagas con más fanatismo del universo cinematográfico gracias a un arriesgado ejercicio en el que el componente humorístico deja de ser la base y un cine adulto y solemne emerge tras las naves espaciales y los pulpos lanzallamas. Sin renunciar a su esencia alocada y divertida, ‘Guardianes de la Galaxia vol.3’ ofrece un largometraje melancólico que ahonda con eficacia dentro de sus personajes, produciendo así el título más íntimo y sentimental de la trilogía.

La película no abandona los diálogos ingeniosos y las situaciones cómicas a las que nos tenía acostumbrados y regala un remanso para que el espectador pueda aliviarse ante la oscura atmósfera que envuelve esta nueva aventura. La cantidad de chascarrillos y gags no difiere con enormidad ante sus predecesoras, pero el mensaje triste, devastador –y hasta aterrador– que engloba gran parte del metraje arrolla con fuerza todo lo que se interpone en su camino.

No estamos, por supuesto, ante una nueva versión de ‘Martyrs’ ni encontramos la crudeza de Haneke dentro de sus 150 minutos. Sin embargo, un simbionte de ‘La isla del doctor Moreau’ y ‘Olvídate de mí’ produce una sensación constante de angustia que solo Drax (Dave Bautista) es capaz de calmar con su bondad y su falta de inteligencia. El humor es colocado con brillantez –sin descolocar, sin forzar– a lo largo del filme, aportando un visionado con altibajos sentimentales.

En este último lanzamiento, los Guardianes deben adentrarse en el pasado de Rocket (voz de Bradley Cooper) para salvar su vida. Una obra animalista, la cual se vale de situaciones crudas y pesadillescas para denunciar el maltrato sin escrúpulo alguno que sufren estos seres en pos del beneficio humano, siempre egoísta y terrible.

Multitud de padres han volcado sus iras en redes sociales denunciando que los 12 años de edad recomendados para disfrutar de ‘Guardianes de la galaxia vol.3’ deberían aumentar su rango. A raíz de las imágenes demoledoras acaecidas en el pasado de Rocket, el lenguaje malsonante, la violencia física brutal y la tristeza impregnada, la película parece acercarse más al universo de ‘Deadpool’ o ‘Logan’ que a una pieza más de Marvel, caracterizada por su tono jovial, liviano y para toda la familia.

La resurrección de Gamora (Zoe Saldaña) –tranquilidad, no es un spoiler, sale en el tráiler y en el póster oficial– corría el riesgo de ser una piedra en el camino de James Gunn, quien podría optar por decisiones melosas y sencillas para contentar a la masa. No obstante, el director usa con maestría la nueva situación afectivo-social entre Star-Lord y la hija de Thanos para encogernos el corazón y demostrar que el amor no vive del pasado ni de las palabras.

Como marca de agua del autor, Gunn vuelve a utilizar una banda sonora estratosférica que se amolda con una facilidad asombrosa a las aventuras espaciales de sus héroes. La música, como otro guardián más, es imprescindible en el devenir y el funcionamiento de esta producción. Earth, Wind & Fire, Alice Cooper, The The y Florence + The Machine, entre muchos otros, son los encargados de imprimir ritmo a las peripecias de estos conmovedores protagonistas..

La verdad y la sinceridad son difíciles de encontrar en los últimos títulos superheroicos inocuos e insípidos cuyo objetivo final parece más bien engordar las arcas de Marvel que salvar el mundo. El equipo liderado por Peter Quill –y la franquicia en sí misma– usa la amistad y la familia como pilares fundamentales. Ternura, belleza y fidelidad que siguen traspasando la pantalla casi una década después de su inicio. ‘Siempre a tu lado, Hachiko’ con mutantes y semidioses dorados ineptos.

Gracias por el viaje, nos vemos pronto (espero).