#MAKMAEntrevistas #MAKMACine | Álex Montoya
‘Asamblea’
75′
Kaishaku Films, Nakamura Films, À Punt Media, 2019
Filmin
13 de mayo de 2020
“Estrenamos en exclusiva ‘Asamblea’, la primera película española que, debido a la crisis del Covid-19, decide trasladar su estreno en cines a Filmin”. Así presenta la plataforma de cine en línea la película de Álex Montoya basada en la obra de teatro de Juli Disla y Jaume Pérez. Película que, en el contexto de la pandemia, llama la atención por esa reunión en un mismo espacio de un grupo de personas, ahora impensable cuando hasta hace bien poco tal circunstancia hubiera pasado desapercibida. Lo cierto es que ahí están, tratando de resolver sus conflictos laborales, también ahora en auge por la crisis económica consecuencia del parón empresarial. Y lo están igualmente a modo de grupo desnortado por el carácter rocambolesco de la propia asamblea.
“La ironía estaba en la obra de teatro que escribieron Juli Disla y Jaume Pérez, y esa idea también de que todo es humo, que pasa con las asambleas y un poco con todo”, explica Álex Montoya, sorprendido todavía, en este mismo sentido, con el libro de Ferran Adrià que se descargó, una vez que el famoso cocinero lo pusiera gratis en Internet: “Son 230 paginas de las cuales 180 son paja. Es acojonante”.
Lo dice para subrayar ese aspecto fútil que liga tal lectura gastronómica con el ambiente que respira en muchas asambleas. “Las asambleas tienen un par de problemas: que la gente se toma muy en serio lo que está pasando, cuando muchos de los que acuden a esas asambleas no saben muy bien de qué se está hablando y, por otro lado, que hay quienes están buscando, más allá de entender lo que pasa, como un tema que te toque para soltar la tuya. Y esto pasa en las asambleas, en las reuniones de vecinos o en las reuniones de trabajo, que se alargan hasta límites insospechados sin que nadie diga que ya se ha hablado todo lo que se tenía que hablar y que todo lo demás ya es paja”, resalta Montoya.
‘Asamblea’, presentada en el Festival de Málaga, figura en el catálogo de Filmin, cuya plataforma también ha inaugurado con éxito un festival de cine online: D’A Film Festival Barcelona, que se mantuvo pese al estado de alarma trasladándose al formato digital con gran éxito. “Yo esta película no la produzco, con lo cual en la parte pecuniaria no entro mucho, pero me dijeron que Filmin es una plataforma muy adecuada para este tipo de películas, porque la gente que se suscribe es un público bastante sofisticado y con cultura cinematográfica”, señala Montoya, quien añade: “Además está el tema de los idiomas, porque en ‘Asamblea’ se va pasando del valenciano al castellano, al catalán, y Filmin tiene mucha implantación en Cataluña. Nos dijeron que la tendrían un mes en portada, con mucha promoción, y la verdad es que lo han hecho muy bien y la película está funcionando fenomenal”.
‘Asamblea’, planteada en tono de comedia, hurga en los entresijos de un grupo de personas que, tratando de resolver sus problemas laborales con la empresa, va mostrando sus diferencias, muchas veces motivadas por inquinas latentes y planteamientos que rayan el absurdo. “El problema era no caer demasiado en el estereotipo y eso es muy complicado porque hay muchos personajes, la película es corta y de ahí que nos hayamos centrado en cuatro o cinco que son los que más papel tienen. Son diversos tipos que te vas encontrando en las asambleas”.
Por ejemplo, el descreído, “que dice que todo esto es un mamoneo, que están todos comprados, que son unos vendidos de Madrid”, donde supuestamente está radicada la empresa. “Luego hay también pequeñas animadversiones personales, que queda representado muy bien en ese sutil triángulo amoroso, en el que se ve a Josep (Francesc Garrido) y Francesc (Nacho Fresneda) como si fueran dos gallos de corral peleándose por la atención de Cristina (Cristina Plazas)”.
La película, en la que también intervienen Greta Fernández, Marta Belenguer, Jordi Aguilar, Sergio Caballero o Juan Mandli, plantea en tono sarcástico esa imposibilidad para llegar a acuerdos, extensible incluso al plano de las relaciones más íntimas, ligando la desorientación existente en ambos universos. “La verdad es que no se termina de saber de qué están hablando exactamente en la asamblea”, subraya Montoya. Como tampoco se termine de saber qué es lo que le cuchichea Cristina a Josep, que el director vincula con una secuencia de ‘Lost in Translation’ (Sofia Coppola), donde también alguien dice algo a la oreja de otro personaje, dejando sin resolver el enigma. “Este gesto se ancla con el resto de la película en la que nadie se entera de nada”, añade quien ahora está preparando su segundo largometraje, ‘Lucas’, basado en un corto suyo que fue finalista de los Premios Goya.
“La gente tiende en las asambleas a sabotearse mucho entre ellos y eso lo refleja muy bien Monty Python en ‘La vida de Brian’, donde un pequeño grupo, que no tenía mucha opción contra los romanos, la pierde toda cuando se dividen en grupúsculos más pequeños todavía. Y eso pasa constantemente. Los Països Catalans, o como quieras llamarlos, en vez de hacer fuerza juntos, porque somos como un gran imán de turismo que supone muchos ingresos para el Estado, pues nos peleamos por nuestras cosas: que si el catalán, que si el valenciano, que si los de Alicante nos tienen manía a los valencianos, nosotros a los catalanes, y entonces no conseguimos nada de provecho con tanto nacionalismo excluyente”, afirma Montoya, igualmente sorprendido por la pandemia y las reacciones de la gente durante el confinamiento.
“Yo espero que todo esto sea temporal. La gente va pasando de un extremo al otro con lo del coronavirus, porque al principio mucha gente decía que cuando acabara todo esto se iba a pegar una fiesta y demás, y ahora está de repente la gente muy pesimista, diciendo que ya nunca será como antes, lo cual me parece una idiotez, porque ¡claro que volveremos a lo de antes una vez se consiga controlar la enfermedad! Pero sí es verdad que ahora vemos todas estas películas y estamos sufriendo todo el rato pensando en las partículas que se expulsan por la boca y que pueden contagiarnos unos a otros, sobre todo cuando estamos tan juntos en un espacio cerrado”.
Y prosigue en tono tan irónico como el destila su película. “Yo creo que empezarán los atracos con la amenaza de estornudarte encima de la cara, algo que ya pasó con el sida, que te atracaban con una jeringuilla que decían tenía sida. De manera que ahora estoy esperando que se me acerque un chaval y me diga que le dé la pasta o me estornuda encima”. Álex Montoya piensa que “hay mucha paranoia y mucho derrotismo por el futuro”. “La gente ha asimilado que nunca será igual, lo que me parece una chorrada, la verdad. De hecho, el otro día leía que después de la gripe española de 1918, los cines volvieron con mucha más fuerza. Habrá más ganas, lógicamente con la seguridad de que todo estará controlado, que si pillas el coronavirus el tratamiento médico estará tan avanzado, que sea ya como una gripe normal”, concluye.
Salva Torres
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