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‘La Ratonera’ de Agatha Christie
Versión y dirección: Ignasi Vidal
Versión valenciano: Diego Braguinsky
Intérpretes: Rebeca Valls en alternancia con Lara Salvador, Jordi Ballester en alternancia con Xavo Giménez, Lola Moltó en alternancia con Victoria Salvador, Ferran Gadea, Àngel Figols, Diego Braguinsky, Vanessa Cano y Bruno Tamarit
Producción: Elpuntdelai y Olympia Metropolitana
Teatre Talia
Caballeros 31, València
Hasta el 9 de febrero 2025
Algunas obras de teatro cosechan gran éxito y se mantienen en la cartelera durante semanas, meses, incluso años. Luego está ‘La Ratonera‘, basada en la novela de Agatha Christie ‘Tres ratones ciegos’, un fenómeno paranormal, un caso sin precedentes, un hito sociocultural.
Desde su estreno en Londres, en 1952, permaneció en cartel hasta 2019, cuando la covid obligó a bajar el telón. A España llegó dos años más tarde y se ha repuesto en varias ocasiones desde 1965, además de en 2010 y 2014, gracias a los montajes dirigidos por Víctor Conde.
El actor y dramaturgo Ignasi Vidal ha tomado el relevo para actualizar un texto añejo sin mermar las cualidades que lo convierten en un clásico imprescindible, un unicornio teatral. Tras el rotundo éxito que logró la temporada pasada, con más de 30.000 espectadores, regresa al escenario del Teatre Talia de València, donde se podrá ver hasta el 9 de febrero.
La historia de intriga tradicional a modo de cluedo transcurre en una casa de huéspedes de estilo victoriano, Monkswell Manor, donde la pareja de propietarios y un grupo de personajes quedan aislados y sin posibilidad de comunicación debido a una gran nevada. Un recurso trillado pero eficaz que favorece, además, la adaptación dramática de la historia.
Un asesinato fuera de la casa y otro dentro desencadenan el miedo y la tensión entre los inquilinos de Monkswell Manor, que representan los tipicos estereotipos de las novelas de Christie: las damas ociosas, el militar, el artista estrafalario, el extranjero rarito y el policía (el sargento Trotter).
Coproducida por Elpuntdelai y Olympia Metropolitana, está representada los intérpretes valencianos Rebeca Valls en alternancia con Lara Salvador; Jordi Ballester en alternancia con Xavo Giménez; Lola Moltó en alternancia con Victoria Salvador; Ferran Gadea; Àngel Figols; Diego Braguinsky; Vanessa Cano; y Bruno Tamarit. La producción cuenta con J. J. Machuca –compositor y teclista de Lori Meyers y Lagartija Nick– como encargado del espacio sonoro, y Carlos Alzueta, responsable de la iluminación.
‘La Ratonera’ ha arrasado en su gira por España: San Sebastián, Lleida y varias localidades de la Comunitat Valenciana, consolidándose como una de las propuestas teatrales más destacadas del momento. Próximamente, la obra visitará Zaragoza, Málaga, Murcia y Canarias entre otras localidades.
«Es todo un reto artístico poner sobre las tablas una versión renovada del título más longevo de la historia del teatro, que se ha convertido en todas sus versiones en éxito de público y taquilla», dice Ignasi Vidal.
«La pregunta casi obligada es: ¿por qué, entonces, levantar una producción de este clásico en la época actual? Justamente para dar al público una visión diferente de este clásico de Agatha Christie, un reto demasiado jugoso para no afrontarlo. Buscar un lenguaje actual en esta historia, conseguir la agilidad a través de una estructura moderna sin cambiar ni el carácter, ni el fondo de esta función legendaria, es uno de los mayores retos a los que me he enfrentado a lo largo de los años».
«Me ha interesado una propuesta ágil, que al espectador no se le dé el tiempo suficiente para pensar con claridad, para mantenerlo siempre confuso, que es justo lo que les sucede a los personajes de ‘La Ratonera’. Un código contemporáneo de actuación, centrado en el naturalismo, y una atmósfera densa, en una escenografía que acompañe a la sensación de claustrofobia que tienen los personajes atrapados en esta casa. Mi intención es atrapar al espectador y hacerle vivir el terror y el nerviosismo que sienten los propios los personajes», añade Vidal
Una de las claves del éxito de esta pieza es el ingenio de su autora. A todos nos gusta Agatha por sus tramas bien urdidas y sus entrañables personajes, la deliciosa cotilla Miss Marple y el pomposo Hércules Poirot alardeando de ‘sus pequeñas células grises’, y ese intenso perfume británico que emana de sus historias.
Se le perdonan sus trampas, en ocasiones bastante obvias para escamotearnos al verdadero asesino, y disfrutamos con el puro misterio. La dama del crimen habla del mal sin paliativos, pero nos lo sirve en bandeja de plata envasado al vacío bajo capas de urbanidad y cortesía, sin despeinarse ni perder los papeles. Los suyos son criminales con clase, asesinos que degustan el té en tacita de porcelana con el meñique estirado.
Ahora está de moda lo que se llama cozy crime, una versión tierna y amable de la novela negra en la que descollan las escritoras, cuyos protagonistas –la mayoría femeninos– no son investigadores profesionales, abogados o periodistas, sino gente normalita como asistentas o camareras de hotel. En cierta manera, siguen la estela de Agatha Christie, pero, en comparación con los libros de la maestra, no hay color.
«Las claves del éxito de esta función están en la magnífica habilidad de Agatha Christie para inventar historias con gran carga de tensión», comenta Vidal. «Si a eso le sumas un elenco como el que tenemos en el Talia –actores y actrices buenísimos, que se conocen a fondo y trabajan con una complicidad tan intensa–, el resultado es una función llena de matices que nunca pierde el interés».
«El público permanece enganchado a la historia desde el primer momento. Es natural que salga del teatro con ganas de contarles a amigos y familiares la experiencia. El boca-oreja funciona a la perfección», apostilla el director.
Vidal conocía muy bien el texto en cuestión, pues hace quince años interpretó al oficial Trotter en una producción en Madrid de Enrique Fayos, de Olympia Metropolitana. «Al proponerme la posibilidad de dirigir la función en esta nueva producción, le sugerí actualizar el texto y el contexto a nuestros días. Mantuve el hueso central de la historia y agilicé muchas partes para hacerlo más dinámico y realista. Es siempre un placer trabajar en esta casa, en València, con profesionales tan cualificados», concluye Ignasi Vidal.
Una de las características de este montaje es que tres de los ocho personajes de la obra son interpretados por dos actores o actrices que se van turnando. «Esta alternancia se debe a los compromisos profesionales que algunos tienen porque están rodando películas o series», explica Victoria Salvador, que comparte con Lola Moltó el personaje de la señora Boyle, de mediana edad y clase media-alta.
En su opinión, el tremendo éxito de la obra se debe a varios factores: el intenso suspense de la trama, los ingredientes de humor que la aderezan y a que funciona a la perfección como un mecanismo de relojería.
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