#MAKMAEscena
‘Illa Devon’, de Anna Albaladejo
Sala Carme Teatre
Gregori Gea 6, València
Hasta el 20 de febrero de 2022
En algún momento de nuestras vidas todos nos hemos podido cuestionar sobre quiénes somos o qué es lo que queremos, y algunas de las respuestas pueden habernos hecho sentir algo desubicados y confundidos con el mundo que nos rodea.
En ‘Illa Devon’ se nos plantean todas estas cuestiones desde el punto de vista de una persona con una enfermedad mental. La obra de la investigadora y creadora Anna Albaladejo, que acoge la Sala Carme Teatre hasta el 20 de febrero, se construye como un viaje, en el que la protagonista, Esther, desea llegar a un lugar utópico como es el de Isla Devon. Un lugar que ella misma se ha imaginado con el anhelo de poder escapar de una realidad que la confunde y despoja de sus libertades esenciales.
Así es como se siente el público que asiste a la representación de ‘Illa Devon’, confundido; desde que entra en la sala es sumergido en un ambiente sonoro inquietante y perturbador que lo ubica desde un primer momento en el lugar que habitan sus personajes.
Durante la obra se reflejan dos realidades. Por un lado, el mundo imaginado de Esther, un mundo que a su vez es atravesado por pequeños momentos de cordura gracias a personajes como el médico o la enfermera, que se encuentran en el propio hospital –o, como se dice en la obra, en el pabellón B–. Durante estas escenas, la autora aborda temas tan importantes y crudos como el cuidado a los pacientes, las limitaciones de un diagnóstico médico y los tratamientos muchas veces coactivos.
Porque, como bien expresa la protagonista de la obra, “un diagnóstico es una jaula donde se vive”. Algunos de estos personajes son duplicados, triplicados incluso otros desdoblados. Con esta multiplicidad de caracteres la autora consigue transmitirnos los delirios de la mente de la protagonista, que nos introduce en todos esos mundos infinitos, bellos y dolorosos de las personas que atraviesan infaustos procesos de salud mental.
“¿De qué realidad me está hablando?”, se pregunta la protagonista durante la obra. Anna Albaladejo explora estas múltiples realidades que vive la protagonista con una puesta en escena sencilla pero eficaz: una simple escalera se convierte en escaleras infinitas que suben y bajan y que nos muestran todas esas posibilidades de mundos inabarcables que hay en la mente de Esther y que, a la par, son mucho más bellos que la verdadera realidad en la que se encuentra.
Pero, sin duda, la obra también nos hace cuestionarnos sobre cuál es la verdadera realidad, ya que, como ‘Illa Devon’ se encarga de postular en escena, su protagonista se siente mucho más feliz en la sustantividad imaginada que en la que asumimos de un modo compartido como incuestionable, exhortando al público a reflexionar en torno a los problemas de la salud mental encasillados y alejados de ese mundo al que llamamos normal.
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