IVAM Parc Central
Nave 3 de Demetrio Ribes
Parque Central, València
Apunten la fecha: 2023. O más precisa: “Antes de que acabe la legislatura”, según apuntó el conseller de Cultura, Vicent Marzà. Una fecha, como suele suceder cada vez que se hace una estimación de una obra pública, puesta en cuarentena, no tanto por el coronavirus que todo lo está trastocando, como por los siempre engorrosos trámites administrativos, licitaciones y ejecución final. Marzà puntualizó que los dos millones presupuestados para acondicionar la Nave 3 del Parque Central se irán ejecutando progresivamente (“es una cuestión plurianual”) y que la “inversión más grande” sería para realizar “el cierre del espacio”.
Las obras están previstas, según estimaciones del conseller, para 2022 y, un año después, la apertura de una subsede que, preguntado por su idoneidad, calificó de necesaria: “Tiene todo el sentido del mundo”. “No está reñida con la vertebración territorial; una cosa no reemplaza a la otra”, agregó. Lo dijo durante la presentación de la que será subsede del IVAM, un espacio de 1000 m2 que el Ayuntamiento de Valencia cede a la Generalitat para que se convierta en “un centro impulsor de la modernidad, que remueva conciencias y formas de vivir el arte, y que ayude a impulsar artistas noveles y valencianos”, señaló el alcalde Joan Ribó.
Para remover esas conciencias a las que aludió Ribó, el IVAM Parc Central, tal y como lo denominó Marzà, se propone como un espacio para la “conexión intergeneracional”, es decir, un lugar donde se trabajará con “artistas de larga y mediana trayectoria, y con artistas jóvenes de dentro y fuera de la Comunitat Valenciana y del Estado”, con el fin de establecer ese diálogo entre diferentes generaciones de artistas, según explicó Nuria Enguita, directora del IVAM.
La ampliación del Institut Valencià d’Art Modern, demandada por José Miguel Cortés, anterior director del museo valenciano, adquiere la forma de subsede, siguiendo la tendencia de otras instituciones museísticas a las que se refirieron tanto Ribó como la propia Enguita. Así, fueron citados el Reina Sofía, que tiene su continuación en el Palacio de Cristal, o el Museo de Arte Contemporáneo de Barcelona (Macba), con su Capella dels Àngels, además del Maxxi de Roma, con su edificio D, o el MoMa de Nueva York, que cuenta con una principal en Manhattan y otra en Queens.
“Son museos de arte moderno que fueron concebidos para un tipo de arte y es verdad que la contemporaneidad busca otros espacios. Hay artistas que necesitan espacios más abiertos, más grandes, más libres incluso, ante la carga de conservación que tiene el arte histórico”, subrayó Enguita, para relatar a continuación las disciplinas que tendrían cabida en el IVAM Parc Central: “Instalaciones, multimedia, formatos pictóricos grandes”, además de ser igualmente “lugar para la performance, la experimentación sonora, en danza, en cine, que no tengan sentido en otros lugares de la ciudad”.
Preguntada por la supuesta colisión o superposición de programaciones entre la futura subsede y lo que viene haciendo el Centre del Carme en esa misma dirección, Enguita manifestó que no sobraba ningún espacio y que cuantos más, mejor: “La cuestión es encontrar la especificidad de cada uno, para que la ciudadanía sepa lo que hacemos cada cual. A partir de ahí, pienso que hay que relacionarse, colaborar y sumar”.
Puestos a colaborar, tanto Joan Ribó como Vicent Marzà pusieron el acento en la escasa aportación del Ministerio de Cultura a un museo del calado del IVAM, recuperado para la causa del arte moderno y contemporáneo a nivel nacional e internacional de la mano de Cortés, tras un periodo “oscuro” (Ribó).
El alcalde fue rotundo en este sentido: “Una lamentación que nosotros hemos hecho es que cuando vemos los presupuestos del Estado siempre miramos también la parte cultural y yo vuelvo a decir, una vez más, que al Reina Sofía de Madrid le dan 39,5 millones, al Thyssen ocho millones, al MNAC (Museu Nacional d’Art de Catalunya) de Barcelona 2,2, al Macba 1,2, y al IVAM 0,26. Y nosotros pensamos que meremos más y lo seguiremos reivindicando”, apostilló.
Marzà tomó el testigo de Ribó para resaltar el “espacio referencial” que es el IVAM, no solo a nivel de Valencia y del conjunto del país, sino que su deseo es que fuera “más allá”, de manera que se conecte e interactúe con “otros espacios museísticos de todo el mundo”. La subsede vendría a ser un altavoz más de esa ampliación. Subsede que, además del correspondiente acondicionamiento para su pertinente puesta de largo, debería contar con el personal adecuado: “Será una sede con su proyecto propio, de acuerdo a lo que diga la directora y con los recursos necesarios para llevarlo adelante”.
Enguita, abundando en lo que será el futuro IVAM Parc Central, dijo que “no será un espacio de colección”, aunque pudiera ser “un espacio que haga proyectos a partir de las ideas de la colección”, subrayando que, en todo caso, “no será un espacio estático”. “La Colección de la Generalitat Valenciana está a disposición de todos los centros de la Comunitat Valenciana y también a disposición del IVAM, pero es una colección que ahora está gestionada y que tiene además una circulación bastante buena”, concluyó.
IVAM Parc Central estará ubicado en La Nave 3 de Demetrio Ribes, a la altura de la calle Filipinas que desemboca al citado Parque Central, y contará, además de los 1000 m2 del interior, con una explanada exterior donde se llevarán a cabo diversas actividades, dos espacios expositivos de diferente tamaño en su nave central y un servicio de cafetería. Todo ello pensado para que el arte se convierte en “actividad y acción que crea el mundo”, apuntó Enguita. Entre los periodistas, una vez acabado el acto de presentación, se cruzaron apuestas en torno a su fecha de inauguración, todas alejadas de la prevista por Marzà. El tiempo lo dirá.
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