Jorge López
#MAKMAEntrevistas
Jorge López, director de Punto
Burriana 22, València

Decía el artista Andy Warhol que él nunca leía las imágenes, sino que las veía. Y el filósofo Gaston Bachelard, en esa misma línea, señaló: “La imagen, en su simplicidad, no necesita un saber. Es propiedad de una conciencia ingenua”. Ahora, en tiempos donde la imagen ya no está confinada únicamente en salas de cine o de arte, sino que se expande por múltiples pantallas, algunas incluso de bolsillo, se hace necesario someter a reflexión ese carácter intuitivo de la mirada en torno a la imagen, cuya simplicidad e ingenuidad formulaban Warhol y Bachelard.

Para ello, nada mejor que tomar distancia de todo cuanto ha sucedido con anterioridad al actual imperio de las imágenes, con la intención de revisitar, desde el presente, aquellos lugares donde antaño la imagen poseía, quizás, otro estatuto. Es así como Jorge López, matando dos pájaros de un tiro, ha tomado las riendas de Punto, galería fundada en 1972 por la familia Agrait Zaragozá (Miguel y Amparo), con el fin de homenajear su legado, al tiempo que se ofrece como espacio de encuentro para reflexionar sobre tan cambiantes imágenes.

Vista de la colectiva en Punto, que dejará paso a la exposición de Ana Císcar. Imagen cortesía de Punto.

“Las exposiciones en Punto serán cada año temáticas”, avanza López, ahora responsable de la galería, que celebrará su 50 aniversario en 2022. Y, puestos a ello, se hacía casi inevitable empezar con ese acrecentado imperio de lo visual. “En esta primera, hablamos del poder de la imagen: iconoclasia, post fotografía, iconografía. Es una manera de ayudar a leer la programación de la galería”, explica.

“Queremos hacer”, continúa diciendo, “una especie de alfabetización sobre el lenguaje de las imágenes, poder comprender o analizar la comunicación visual. Se trata de destacar la importancia de esas imágenes y que la gente pueda, en el mundo actual dominado por un bombardeo de imágenes, tener un conocimiento mayor acerca de lo que nos dicen”. Y añade: “Se están utilizando para modificar comportamientos y mover masas, de manera que es una responsabilidad, por parte de quienes trabajamos continuamente con la proyección del pensamiento relacionado con esa comunicación visual, ayudar a entender las imágenes”.

Al final de cada temporada, tiene pensado realizar un pequeño libro acerca del tema tratado, “de manera que podamos ir haciendo una pequeña colección que vaya contando la historia de la galería” y, por ende, cabe agregar, la historia de cuanto acaece fuera de sus paredes.

Vista de la colectiva en Punto, que dará paso a la muestra de Ana Císcar. Imagen cortesía de Punto.

“Estoy trabajando también con coleccionistas que han trabajado con Punto, para hacer fuera de la galería proyectos que avalen esas coproducciones, que proyecten las colecciones que se han hecho con el apoyo de la galería. Ahora hay una en el Museo de Vilafamés [Castellón], trabajada con otra colección privada, basada en la emoción y despojándola de toda mirada narrativa”, afirma el nuevo responsable de la sala ubicada en la calle Burriana de València.

“Es decir, más que trabajar con la colección de Punto, que también lo haré, voy a trabajar con las obras de los coleccionistas que han confiado en la galería”, demostrando con ello la “afinidad total con la familia Agrait”, a la que pretende hacer un homenaje, aunque lo quiera hacer “a partir de una actualización del espacio, para volver a posicionarla, tal y como fuera en su día: un testigo del presente”.

Punto cuenta con página web nueva y la actualización del logo, “que no cambio”, apostilla. “En 1972 lo realizó Anzo y ahora, en esa actualización, se quita la palabra galería, para que se quede únicamente Punto, porque creemos que ya tiene entidad propia”, resalta López, quien subraya la longevidad de la galería que ahora lidera. “Juana de Aizpuru, una de las galerías de arte contemporáneo más antiguas de España, ha cumplido 50 años, y dentro de dos, será Punto la que los cumpla, siendo ya la más veterana en València”, subraya. “De ahí la renovación, porque siendo la más veterana, va con los artistas más jóvenes. Es una manera de recomenzar, de volver a los orígenes”, agrega.

La pandemia, que obligó a cerrar la galería cuando exponía Abel Iglesias, uno de los artistas de la nueva etapa, ha provocado cambios en la forma de invocar el arte. “Ha generado tener que incorporar una mayor colaboración de medios digitales en el proyecto. Por ejemplo, ahora estamos hablando de coloquios que se van a transmitir solo vía online”.

Vista de la colectiva en Punto. Imagen cortesía de la galería.

En la exposición ‘The act of seeing with no eyes’, de Ana Císcar, que se inaugura este jueves 17 de diciembre, tiene previsto celebrar una charla en la que se hablará del poder de la imagen, de la iconoclasia y de la violencia relacionada con esas imágenes, junto a un concierto a puerta cerrada que se retransmitirá por Instagram. “Si a la gente a veces le cuesta venir a la galería e incluso lo ve como un lugar extraño, vamos a intentar quitarles ese miedo incorporando las herramientas digitales”, afirma.

“Se ha relacionado en muchas ocasiones a las galerías con espacios de lujo y con el elitismo, y eso es un error, porque somos un espacio de pensamiento al que se acerca desde la imagen. Las galerías tienen que vender para sobrevivir y para que los artistas coman, pero lo hacen con proyectos que aportan conocimiento. La galería es un lugar donde se cuentan historias”, remarca López.

La programación comenzó con el citado Abel Iglesias, para luego dejar paso a Alberto Feijoó, en cuya muestra se habló de la postfotografía, la imagen líquida y el poder de la imagen, para desembocar ahora en Ana Císcar, que abordará la iconoclasia. Juan de Dios Morenilla lo hará en febrero, con su primera individual en la galería reinterpretando, en su caso, el siglo de oro de la pintura española, centrado en el bodegón, “con una carga irónica y una renovación del lenguaje muy personal, que nos acerca al cartoon”, subraya el director de Punto.

Vista de la galería Punto, con la colectiva que deja paso a la exposición de Ana Ciscar. Imagen cortesía de la galería.

María García Ibáñez, artista de Madrid que está viviendo en México, y Marina Camargo, artista de Brasil que vive en Berlín, se juntan para hablar, posteriormente, sobre la cartografía y la percepción del mundo que tenemos. Y finalizará la programación en septiembre con Victoria Iranzo, que ligará el poder de la imagen con las nuevas utopías, temática de la próxima temporada.

Además, Jorge López adelanta una novedad: “Aquí al lado, tenemos una puerta gigante, un pórtico, que da a un parking tapado. La galería, en régimen de concesión, se amplía hacia ese pórtico, pintado de negro y en el que trabajarán artistas internacionales. Cada seis meses se hará una intervención en ese pórtico”.

El poder de la imagen dejará, por tanto, paso a las utopías ya cerca de 2022, coincidiendo con el 50 cumpleaños de Punto.Trabajaremos qué es lo que sucede después de un momento como el de 2020, cuando estamos transitando una distopía, y cómo nos replanteamos las utopías. Ahora que las tecnologías nos amplían el mundo, al mismo tiempo esas tecnologías por medio de la imagen nos están controlando mucho más que antes. Es la forma que tengo de replantear la galería: con historias acerca de nuestro presente”, concluye.

Jorge López, junto al hinchable de Abel Iglesias. Imagen cortesía de Punto.

Salva Torres