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‘En los márgenes’, de Juan Diego Botto
Con Penélope Cruz, Luis Tosar, Christian Checa, Adelfa Calvo, Aixa Villagrán, Juan Diego Botto, Font García, Nur Al Levi
Pase de prensa en los Cines Lys de València
Miércoles 28 de septiembre de 2022
Estreno: 7 de octubre de 2022
‘En los márgenes’, ópera prima de Juan Diego Botto, narra las problemáticas de tres familias ante un inminente desahucio. En esos márgenes de la realidad caracterizada por las penurias económicas, dos parejas -con sus respectivos hijos- y una madre avalista, que perderá su casa debido a la deuda contraída por su hijo, se verán abocados al drama que supone tener que abandonar la vivienda que les da cobijo y cierta identidad.
Juan Diego Botto, para esta su primera película, cuenta con Penélope Cruz -a su vez productora del film- y Luis Tosar, encarnando a una mujer que lucha por evitar el desahucio y un trabajador social empecinado en ayudar a las víctimas, respectivamente. “Si tienes el privilegio de contar con dos de los mejores actores del mundo, como son Penélope Cruz y Luis Tosar, tu trabajo como director es muy sencillo”, subraya Botto.
Si, además -continúa diciendo-, “teníamos a Adelfa Calvo, Aixa Villagrán o Christian Checa, es mucho más fácil explicar adónde tenemos que llegar y el estilo en el que estamos trabajando”. Estilo enmarcado en el realismo social que pretende acercar el drama de los personajes al espectador sentado en su cómoda butaca.
“Casi toda la película es cámara en mano, además tiene grano -no se rodó en 35 mm, pero sí con un software que da esa sensación del grano en 35-, precisamente porque todas las decisiones que tomamos con respecto a la cámara, o el vestuario, o la dirección de arte, tenían que ver con la mayor verosimilitud posible. Queríamos trasladar la sensación de que éramos un equipo documental que estaba espiando a unas personas que estaban viviendo en 24 horas esto que les acontecía”, explica el también actor de la película, interpretando a la pareja de Azucena (Penélope Cruz).
“Cuando escribimos el personaje de Manuel, que yo interpreto, tenía mucho que ver con algo que observamos y que se repetía una y otra vez en las distintas asambleas de vivienda, y es que son mayoritariamente de mujeres. Y, fruto de esa observación, es que, cuando se aproximaba el abismo, quienes daban un paso al frente, normalmente, eran las mujeres”, asegura quien estará del 4 al 6 de noviembre en Espai Rambleta de Valencia con textos de Lorca.
“También sucedía” -prosigue- “que había una serie de hombres que cuando perdían su trabajo, como toda su identidad estaba depositada de alguna manera en que ellos mantenían a la familia, cuando eso se quebraba, de repente era la mujer la que, con su exiguo trabajo, mantenía a toda la familia. Entonces, ellas vivían una suerte de proceso de empoderamiento y ellos un proceso de resquebrajamiento que iba acompañado de una rabia contra ellas, que eran las que estaban dando los pasos hacia adelante”.
‘En los márgenes’ retrata, no obstante, tres tipos de masculinidad: la del propio Manuel, que Botto encarna; la de Germán (Font García), el culpabilizado hijo de Teodora (Adelfa Calvo), y la de Rafa (Luis Tosar), cuya insistencia por devolver a una madre la custodia de su hija resulta heroica.
“El personaje de Luis Tosar está inspirado en dos abogados que conocimos, que eran muy parecidos a él. Si esta gente no existiera el mundo sería peor, eso es así, pero, por otro lado, si tú le preguntas a la mujer de este hombre te dirá que no se puede tener una familia así. El precio que paga él mismo es altísimo. También es verdad que Rafa va a perder mucho, pero gana el afecto de su hijastro y lo tendrá para siempre. No sé cómo se resuelve eso. Lo contamos tal cual y que cada espectador saque sus conclusiones”, asegura Botto.
Christian Checa, que encarna a Raúl, el hijastro de Rafa que, durante el transcurso de la película, irá derivando finalmente a la condición de hijo, apunta que su personaje tiene una determinada reflexión sobre el tiempo y que, a medida que va conociendo a Rafa, “comprueba que por mucho tiempo que tiene no llega absolutamente a nada”. De ahí que llegue a la conclusión de que “a lo mejor el tiempo lo quiere, pero dosificándolo para alcanzar las cosas que deseas. La sociedad de las prisas en la que vivimos actualmente te hace pensar que tiempo hay, lo único que tienes que hacer es saber qué hacer con él”.
Sobre el descreído Manuel, escéptico ante la lucha que emprende su mujer con la ayuda de un colectivo contra los desahucios, Botto dice que tiene que ver con cierto individualismo y con “la no pertenencia a ningún grupo, también con la idea de que solo te puede ayudar aquel que te promete una solución individual”. Y añade: “Cuando todo fracasa, surge el fascismo, que va de la mano de la antipolítica; no esperes nada del colectivo, ni de la solidaridad, que es la filosofía de mi personaje”.
Las 24 horas en que transcurre la película es una cosa de guion. “Intentamos traducir a una sensación de narración cinematográfica algunos de los comentarios que habíamos recibido por parte de toda esa gente durante el proceso de investigación”, afirma Juan Diego Botto.
“Un desahucio es un proceso muy largo y extenso, vivido cada día con la sensación angustiosa de una espada de Damocles que va a caer en un momento dado sin saber cuál es. En cualquier instante recibes la notificación, en cualquier momento se presenta la comisión judicial, y eso es algo con lo que convives constantemente. Una tensión que acecha cada día y cada día puede ser el último que estés en tu casa”, añade.
Fruto de la investigación sobre los desahucios, a pie de asamblea, descubrió que una cosa que te contaban las víctimas “era que se sentían como en medio de un huracán tratando de mantenerte en pie. Buscamos la manera de transmitir esa sensación de profundo estrés, de profundo agobio, de profunda angustia, y encontramos que un mecanismo para sintetizar todo eso era el hecho de contarlo en esas 24 horas que transcurre la historia, porque facilitaba transmitir al espectador la sensación de que todo se lo estaban jugando hoy, que todo se podía acabar ahora”
Sobre los personajes femeninos, Botto recuerda que son todos madres, aunque distintos tipos de madre. Creo que hay una generación [sintetizada en Teodora], sobre todo las mujeres que fueron avalistas de sus hijos, que siente vergüenza de contar lo que le ha pasado; hay mucha vergüenza de decir públicamente, ¡soy pobre! De hecho, mayoritariamente, los suicidios que se han producido casi siempre han sido de gente mayor”.
En los otros dos casos -el de Azucena (Penélope Cruz) y el de Helena (Aixa Villagrán)-, se trata de mujeres jóvenes de diferente condición económica, pero que, en todo caso, sostienen sus respectivos universos familiares a contramarea. “Hay un espacio que sigue siendo feminizado, que es un espacio de cuidar el afecto, y esto es así en general, aunque siempre haya excepciones. Pero pienso que sigue siendo así”, precisa Botto.
Los datos sobre el número de desahucios en España, que aparecen al final de la película sobreimpresionados en la pantalla, ¿eran necesarios? “No estaban, fue una sugerencia de la distribuidora, porque pensó que, si no, fuera no se entendería la dimensión del problema. Es verdad, sin embargo, que a mí me sorprendió el dato aportado por el Consejo General del Poder Judicial, que es de 2021, porque pensé que serían menos. De todas formas, pienso que en España cualquiera sabe dimensionar el problema”, concluye el director de ‘En los márgenes’, antes de su inminente estreno.
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