Desayunos Makma en PICSA Valencia
Con Meritxell Barberá e Inma García, directoras del Festival 10 Sentidos, con motivo de ‘A lo caos’, lema de su quinta edición, que se celebra en distintas sedes de Valencia hasta el 19 de junio de 2016
Entrevistadas por Merche Medina, Salva Torres y Jose Ramón Alarcón, del equipo de redacción de Makma
Con motivo del desarrollo escénico de la quinta edición del Festival 10 Sentidos, Makma conversa con Mertixell Barberá e Inma García -responsables de la dirección artística y técnica del festival, respectivamente- con el objeto de abordar el horizonte de novedades y peculiaridades intrínsecas de ‘A lo caos’, asentado como emblema y divisa conceptual del presente curso de actividades del festival.
“Si queremos que se consolide en la ciudad, vamos a invadirla”
Tras la consumación de cuatro ediciones implementadas en el seno arquitectónico del Antiguo Convento del Carmen -epicentro funcional de un Consorcio de Museos de la Comunidad Valenciana en pleno ejercicio de transición y metamorfosis-, la presente edición no sólo modifica su ubicación, sino que multiplica sus sedes. De la etapa precedente, Inma García admite que “nunca ha habido una convivencia en común (con el Centro del Carmen). No contábamos con ayuda e implicación” e, igualmente, concluye que “a nivel burocrático era un desastre”. Tras la reciente designación de José Luis Pérez Pont como nuevo director del Consorcio de Museos, confía en que “la situación cambie”, no obstante, “por una cuestión de agilidad, nos apetecía darle una vuelta y plantear otros espacios”.
A pesar de que en los prolegómenos de la presente edición “pensábamos en un solo emplazamiento”, apunta Meritxell Barberá, ‘A lo caos’ eclosiona con don de ubicuidad, orden programático y dilatado corpus cronológico, rubricando su materialización en diez sedes, un leitmotiv de henchida y vasta especificidad y un período de treinta y cuatro jornadas naturales para cobrar novísima morfología, bajo el amparo de un apotegma por el que ambas abogan: “si queremos que se consolide en la ciudad, vamos a invadirla”.
“La respuesta general ha sido muy buena; colaboran, comparten el proyecto. Convivimos con todos ellos muy bien”, sentencian a propósito de la involucración del Palau de la Música, el Palau de Les Arts, la Fundación Bancaja, La Nau, Las Naves, el Teatre El Musical, La Filmoteca, el Fnac y la Sala Rialto, sedes definitivas del festival, a las que debe sumarse la Plaza del Ayuntamiento (a propuesta de la propia corporación municipal, según afirman Barberá y García), como lugar estratégico de visibilidad y “foro de encuentro para organizar actividades de calle”, en consonancia con la voluntad de la alcaldía por reservar la plaza para iniciativas semejantes cada último domingo de mes. “Tenemos la ventaja como compañía de conocer todos esos lugares, por haber actuado antes. Tienes que conocer los espacios, las personas y sus recursos de programación”.
“OCD Love era increíble para comenzar el festival”
Como eminente cabeza de cartel, la coreógrafa israelí Sharon Eyal -quien ha actuado por primera vez en España con su compañía L-E-V Dance Company- ha procurado el bautismo conceptual de ‘A lo caos’ mediante su pieza ‘OCD Love’; Barberá matiza que “la pieza era increíble para comenzar el festival. Vimos extractos en un showcase (escaparate) para programadores. Los bailarines han hecho un trabajo concienzudo para representar el tema” del TOC (trastorno obsesivo-compulsivo); de este modo, 10 Sentidos ha incoado un desarrollo temático cuyos mimbres debemos encontrarlos, según revela Meritxell Barberá, en el impacto que supuso para la directora artística del festival los acontecimientos derivados del accidente del vuelo 9525 de Germanwings, cuyo copiloto, Andreas Lubitz, hacía estrellar en el macizo de Estrop, en los Alpes franceses, el pasado 24 de marzo de 2015. El tendencioso empleo de la depresión como justificación de su acto homicida situaba a Barberá en una posición de empatía para con aquellos enfermos de un trastorno del estado de ánimo, “tratados con estigmatización por sus diferentes enfermedades mentales”, como una sombría forma de justificar el mal a través de la deriva de posibles psicopatías.
Fruto de este planteamiento, la programación de ‘A lo caos’ se formaliza bien por cooptación, bien por exhortación proactiva de “primeras piezas de producción propia”, como es el caso de ‘Moira’ -gestada por “los jóvenes bailarines que forman el colectivo Led Shilouette”, que versa acerca de la eximia figura de Marilyn Monroe, y en particular acerca de “los conflictos emocionales de este personaje”, a modo de “reflexión del estado mental y emocional” de Monroe- y de ‘Aprèsmoi, le déluge’, de la compañía La Veronal, dirigida por coreógrafo Marcos Morau. En consecuencia, “el resto de trabajos se van buscando en relación al tema de la locura”, corrobora Barberá.
«A lo caos aspira a consolidar una apuesta por las artes inclusivas”
En base a los mimbres de ediciones precedentes y la experiencia de más de una década de Meritxell Barberá e Inma García al frente de la compañía Taiat Dansa, ‘A lo caos’ aspira a consolidar una apuesta por las “artes inclusivas” -rememorando aquí la participación de Candoco, ”primera compañía de Reino Unido especializada en la integración de bailarines discapacitados y no discapacitados”, en ‘Im-Perfectos’ (lema del Festival 10 Sentidos de 2014), pero apuntando una nueva senda en la que “lo más inclusivo era no hacer mención a ello en esta edición. El valor de la diferencia sigue siendo importante, pero ya no es lo fundamental del festival, sino que tenga un componente social determinante”.
Amén de conversar acerca de diversas propuestas escénicas y performativas, como ‘ATOEWEFTR’, de Soren Evinson -”una experiencia sensorial, a través de música, sonido y texto”- o la acción de Ada Vilaró -”Fin Públic, Present 24 h’-, ambas directoras reseñan ciertas innovaciones programáticas, como la exposición de artes plásticas ‘a lo caos’, en el seno de la Fundación Bancaja, impulsada por DKV Seguros y la Fundación DKV Integralia, fruto de “una selección de los mejores trabajos artísticos y de diseño realizados por La Casa de Carlota”, bajo la coordinación de diversos artistas emparentados con cinco áreas de trabajo (pintura, dibujo, escultura, fotografía y arquitectura), en torno a las que se materializarán obras específicas y colectivas.
Igualmente, destacan el proyecto de la artista Katia Giuliani -quien ha diseminado doce conceptos (Belleza, Tiempo, Posesión, Juventud, Identidad, Futuro, Control, Exhibición, Tedio, Vacío, Procreación y Soledad) por el entramado de diversas estaciones de metro de la ciudad y la estación terminal de ferrocarril Joaquin Sorolla- y la celebración de un certamen coreográfico -emitido en streaming-, cuyos diez finalistas son fruto de una selección de entre más de doscientos proyectos, que reportará un premio económico de 2.000 euros a la propuesta ganadora, designada por un jurado formado, entre otros, por Gretchen Blegen (Lucky Trimmer, Berlín), Guillermo Arazao (las Naves, Valencia), Cesc Casadesús (Mercat de les flors, Barcelona) y Laura Kumin (Certamen coreográfico de Madrid).
Dos de las inéditas extremidades que completan el raquis del festival adquieren formato de itinerario plástico y literario. La ‘Ruta del caos’ aúna la colaboración de trece galerías de la ciudad, como Luis Adelantado, Pepita Lumier, Rosa Santos o Galería Punto, quienes escogerán, de entre su colección o de sus presentes propuestas expositivas, una obra cuyo concepto se emparente con los fundamentos del festival. Allende, ‘Rincones de la locura’ propicia, bajo semejante criterio, la participación de doce librerías (Railowsky, Primado o Dadá por partida doble), que destacarán en sus anaqueles un florilegio de títulos consanguíneos con el objeto temático de ‘A lo caos’.
«Hay que programar espectáculos buenos para hacer público»
Meritxell Barberá e Inma García ponen de relieve la complejidad que supone organizar y equilibrar semejante propuesta programática, fruto de ineludibles “once meses de trabajo”. Como ejemplo, mencionan la intrincada tarea de coordinación para que la gira de Sharon Eyal recalase en Valencia, “fruto de mil emails con sus managers, modificar fechas del festival y no solamente con la cabeza de cartel, sino con todo el mundo”, puesto que “todos tienen sus peculiaridades”, así como la determinante tarea de “hacer encajar las propuestas en las diez sedes, reservar fechas”, etc.
Refieren, Barberá y García, el horizonte de refinanciación que ha devenido tras la necesaria búsqueda de nuevos patrocinadores del festival. A este respecto, preponderan el apoyo de Caixa Popular -patrocinador principal-, por su explícita sensibilidad y acogida de ‘A lo caos’, y analizan la deriva habitual y desentendimiento de numerosas empresas locales y nacionales para con el refrendo de proyectos como 10 Sentidos -”muchas veces otras empresas no te escuchan ni te entienden. No interactúan”-, en comparación con la idiosincrasia empresarial norteamericana, en la que “la sensibilización hacia la cultura es manifiesta” y recuerdan que “en Estados Unidos trabajamos para diversas compañías con espectáculos y se realizan pases privados para los patrocinadores”. Por este motivo, sentencian que aquí se debe entender que “participar de la cultura tiene un prestigio social”.
Ante la proliferación de propuestas escénicas como Tercera Setmana (AVETID) o los diversos proyectos de la PICUV, entre otros múltiples y diseminados eventos, ambas consideran que “estaría bien sentarse para tratar de no coincidir. Cuanta más oferta más público se genera. Pero debería convivirse con cierta distancia, sin solaparse”. No obstante, rubrican que 10 Sentidos pretende, en consecuencia, suplir una falta de tradición en la ciudad, ya que “el único motivo por el que no existe un público extenso es porque no se programa danza. Hay que programar espectáculos buenos para hacer público. Que al verlo merezca la pena”.
http://www.festival10sentidos.com
Jose Ramón Alarcón
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