La Nave

#MAKMAArte
‘La Nave 1984-1991’
Comisariado: Nacho Lavernia y Daniel Nebot
Institut Valencià d’Art Modern (IVAM)
Guillem de Castro 118, València
Del 9 de marzo al 10 de septiembre de 2023

“Nosotros no éramos el hilo, sino la madeja”, subrayó Daniel Nebot quien, junto a Eduardo Albors, Paco Bascuñán, José Juan Belda, Carlos Bento, Quique Company, Sandra Figuerola, Marisa Gallén, Luis González, Luis Lavernia y Nacho Lavernia, trenzó el ovillo que se dio en llamar La Nave. Este colectivo de once diseñadores valencianos trabajó en anárquica comandita entre 1984 y 1991, para dejar, más de 30 años después, un magno legado del que se hace eco el IVAM.

“Con escuadra, cartabón y rotring: esa era la forma de trabajar de La Nave”, señaló Nacho Lavernia, comisario, junto a Nebot, de la exposición, que reúne 22 reproducciones icónicas (“limpias de polvo y paja”) y mesas donde se desarrollan 48 creaciones “con todo detalle” de otros tantos proyectos de aquel insigne colectivo, muchas de cuyas singulares creaciones constituyen “el ADN de nuestra ciudad”, resaltó Nuria Enguita, directora del IVAM.

Vista de la retrospectiva dedicada a La Nave, en el IVAM. Foto: Miguel Lorenzo.

Para llevar a cabo la muestra ha sido necesario, según puntualizó Lavernia, “recoger todo ese legado, recuperarlo, catalogarlo y unificarlo en formato digital”, teniendo en cuenta que muchas cosas no se han conservado por los problemas derivados del papel utilizado para las diversas creaciones. “Esta exposición es como un negro sobre blanco de toda esa catalogación, con lenguaje y soportes actuales”, añadió Lavernia, Premio Nacional de Diseño en 2012.

Toda esa madeja de objetos, carteles y proyectos constituye ahora el hilo argumental del que ha tirado el colectivo, para conformar el paisaje gráfico expuesto en el Instituto valenciano a modo de mapa del diseño que florecía entonces con ímpetu juvenil, a rebufo del entusiasmo general reinante en aquellos años de la incipiente democracia española.

“En los años 80, la industria valenciana vivía de copiar o de explotar licencias extranjeras, pero había conciencia de cambiarlo todo para dar una visión más moderna de nuestra sociedad”, afirmó Lavernia, quien destacó la importancia, en ese contexto, de la “tolerancia de los clientes hacia el riesgo”. “Eran bastante más atrevidos que ahora”, agregó.

Una joven observa dos de las obras de la retrospectiva dedicada a La Nave, en el IVAM. Foto: Miguel Lorenzo.

La Nave se encontró, para surcar aquellas primeras aguas democráticas –de nacimiento turbio, para algunos; ejemplo de inédita corriente, para otros–, con una libertad que ha ido perdiendo lustre por culpa del “marketing, que ha ganado ahora un peso excesivo”, criticó Nebot, para ir después un poco más lejos.

“Hay, actualmente, muy poca ambición. Muchos proyectos son mediocres. El diseño excepcional está en el límite entre el éxito y el fracaso, y es ahí cuando hay que dejarlo”, sostuvo el Premio Nacional de Diseño en 1995, para apostillar: “El objetivo es llegar al límite”, algo que, a su juicio, no existe en la mayoría de trabajos con los que se encuentra en estos momentos.

Vista de la retrospectiva dedicada a La Nave, en el IVAM. Foto: Miguel Lorenzo.

Carlos Bento intervino para decir que en La Nave no había un estilo de diseño que caracterizara al colectivo, salvo, precisamente, ese, “que no había un estilo común”. “Éramos once personas distintas trabajando con absoluta anarquía y libertad de cada componente”, creciéndose acto seguido para dejar este comentario a modo de sentencia, que bien pudiera haber sido otro titular para este artículo: “Somos como The Beatles, que duraron un año más que nosotros”.

Ya puestos, Bento siguió tirando de este hilo –una vez subrayado por Enguita que la madeja expuesta en el IVAM era “exhaustiva y bellísima”–, asegurando que, al igual que los cuatro chicos de Liverpool eran “incuestionables en la música, nosotros [La Nave] somos lo mismo, pero en el diseño”, provocando unas risas cómplices entre quienes arropaban la puesta en escena de tamaño despliegue creativo.

Las identidades corporativas de la Generalitat Valenciana, EMT València, Sociedad General de Autores (SGAE), Ferrocarrils de la Generalitat, Gandía Blasco, Instituto Nacional de Estadística (INE), la icónica discoteca ACTV o la señalización turística de la autopista A-7 son algunos de los proyectos que figuran en la exposición, de entre los diversos que han dado notoriedad y sellado el fértil legado de La Nave.

Miembros del colectivo La Nave, junto a Nuria Enguita, en la exposición retrospectiva que le dedica el IVAM. Foto: Miguel Lorenzo.

Nebot insistió después en el riesgo y la libertad con los que trabajaron en todo momento en aquellos 400 m2, de la nave ubicada en la calle San Vicente: “Ahora no hay falta de talento, sino que somos una sociedad poco ambiciosa, cortoplacista”. “El marketing tiene ahora mucho peso en las empresas, diciéndote cómo ha de ser el proyecto, los resultados… Y antes no había nada de eso”, añadió Lavernia.

Desaparecidos tres de sus antiguos miembros –Bascuñán, Company y Belda–, a los que, de paso, se rinde homenaje con esta exposición, los ochos restantes posaron en el IVAM como los viejos rockeros del aludido grupo The Beatles, quién sabe si recordando sus inicios (‘A hard day’s night’, ‘Qué noche la de aquel día’) o proclamando cierta ‘Revolution’ ante la denunciada falta de ambición del diseño actual.

La Nave
Vista de la retrospectiva dedicada a La Nave, en el IVAM. Foto: Miguel Lorenzo.