‘Bous a la paret’ y ‘Pinazo. Del ocaso de los grandes maestros a la juventud artística. Valencia 1912-1927’
MuVIM
C / Quevedo, 10. Valencia

Una selección de carteles sobre el hecho taurino pone al MuVIM en el ojo del huracán. Lo saben tanto su director Rafael Company, como el jefe de Programación, Amador Griñó, y el comisario de la exposición Bous a la paret, Ricard Triviño. Por eso precisaron en todo momento dos cosas: que los carteles proceden del singular Archivo de la Diputación, que custodia cerca de 3.000 de esa temática, y que como “museo de las ideas” ofrece la posibilidad de un “diálogo desde el respeto” en torno a un tema tan “controvertido” como el de la tauromaquia.

Obra de Miquel Barceló en 'Bous a la paret'. MuVIM.
Obra de Miquel Barceló en ‘Bous a la paret’. MuVIM.

La Sala Parpalló acoge medio centenar de esos carteles, desde los clásicos de gran tamaño que anuncian ciertas corridas, a las obras contemporáneas de artistas como Eduardo Arroyo, Miguel Barceló, Manolo Valdés, Ramón Gaya y Miquel Navarro, pasando por el contrapunto crítico de diseñadores como Ajubel, Paco Bascuñán, Ortifus, Belén Payá y Marc Taeger. Todo ello expuesto a modo de tarde taurina, con su coso incluido a modo de instalación, por la que desfilan toros, toreros y artistas encargados de ensalzar mayoritariamente la fiesta, junto al reducido grupo de detractores.

Ricard Triviño resaltó la importancia de la tauromaquia como hecho cultural en tanto “universo de crónica permanente, como se ve ahora con los Sanfermines o la muerte del torero Víctor Barrrio”. Muerte dolida y objeto también de alarde en las redes sociales, con tuits que se alegran de su mortal cogida: “Un asesino menos”, se llega a decir. Triviño, huyendo de la polémica y ciñéndose a su papel de “observador permanente del hecho taurino”, quiso subrayar la importancia de los artistas presentes en la exposición Toros en la pared.

Obra de Ortifus en 'Bous a la paret'. MuVIM.
Obra de Ortifus en ‘Bous a la paret’. MuVIM.

Los carteles de corridas en la Plaza de Toros de Valencia son obra de artistas como Carlos Ruano, José Cros Estrems, Juan Reus, Cecilio Pla o Enrique Pertegás, al que Triviño aludió como autor también de la imagen de portada del catálogo de la exposición. Autores que reclamaban el cartel como reclamo, “aún a riesgo de que ese grito se quedara sin eco entre las montañas del imaginario taurino”, recoge el comisario. El MuVIM se hace eco de ese grito como “muestra de la vigencia estética de la tauromaquia a lo largo de la historia” (Company) y como revelador a su vez de la “historia viva que es” cifrada en su “controversia” (Griñó).

Como controvertido o al menos no del todo reconocido en su día es Ignacio Pinazo, cuyo ‘Año Pinazo’ abre precisamente el MuVIM con la muestra Del ocaso de los grandes maestros a la juventud artística. Valencia 1912-1927.  Su comisario Javier Pérez Rojas, precisó que si bien no fue un “incomprendido”, lo cierto es que no tuvo “la proyección que debía haber alcanzado”. “Si Pinazo hubiera vivido en otro país, hubiera creado escuela”, sentenció.

Pinazo, abundó Pérez Rojas, “es un artista que privilegia, intuye, avanza, lo que viene después”. Pintor naturalista más allá del impresionismo, como lo definió el comisario, al que sin embargo era “difícil de encasillar; muy poliédrico”. La exposición del MuVIM que sirve de arranque a la gran conmemoración por el centenario de su fallecimiento, tendrá continuidad en el IVAM, el Museo de Bellas Artes, el Ayuntamiento de Valencia y la Fundación Bancaja. Un amplio despliegue expositivo para evocar su actualidad, que en el MuVIM tiene carácter de “película que empezamos por el final”.

Pérez Rojas se refería a los años 1912-1927 reflejados en la exposición, previos a su muerte y los posteriores, a modo de contextualización “de lo que fue la vida valenciana en esos años”. Periodo “nebuloso”, en lo que se refiere a la historia del arte, y “más rico y sugerente de lo que se piensa”, destacó Pérez Rojas. Muchas obras de los autores expuestos se verán por primera vez (“casi la mitad”), de un arte “que no envejece y mantiene toda su vigencia”. Antes de finalizar la rueda de prensa, Ricard Triviño quiso dejar constancia que es, además de observador del hecho taurino, un defensor de sus esencias: “La tauromaquia sí es un hecho cultural”.

Obra de Marc Taeger. Imagen cortesía del autor.
Obra de Marc Taeger. Imagen cortesía del autor.

Salva Torres