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‘Las novias del sur’, de Elena López Riera
Fotografía: Elena López Riera, Alba Cros, Agnès Piqué Corbera
Coproducción España-Suiza
Documental
España, 2024, 37 min.
Roland Barthes, en el ensayo ‘La cámara lúcida’, apunta cómo ciertas fotografías perturban hasta la fascinación la mirada del espectador, haciéndole sentir un pinchazo, una herida, un dolor. En ellas, toda la insignificancia se evapora, para evidenciar la esencia trascendental que contienen interpelando a ese espectador conmovido.
Es el propio Barthes quien afirma: “Como spectator, sólo me interesaba por la fotografía por su «sentimiento», y yo quería profundizarlo no como una cuestión (un tema), sino como una herida: veo, siento, luego noto, miro y pienso”.
Roland Barthes a esa perturbación, a esa herida que se abre en la mirada del espectador, la llamó el punctum de la fotografía. Un punctum que se reveló descarnadamente en la ‘Foto del invernadero’: un retrato de su madre siendo una niña de apenas cinco años.
Una fotografía que Barthes describe como “antigua, encartonada, las esquinas comidas, de un color sepia descolorido; en ella, había apenas dos niños de pie formando grupo junto a un pequeño puente de madera en un invernadero con techo de cristal. Mi madre tenía entonces cinco años (1898), su hermano tenía siete”.
Una fotografía descubierta tras la muerte su madre, en pleno duelo, y en la cual encuentra ˝la verdad del rostro que yo había amado”, subrayando que, al observar “a la niña, me reencontré por fin con mi madre”.
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Una fotografía, en definitiva, que, se puede llegar a pensar, para el autor encarna el dolor y la muerte. Por ello Barthes jamás mostró esta ‘Foto del invernadero’, por considerar que, para la mirada de los otros, sería una foto más, “indistinta”, carente de valor y de intensidad emocional.
Si Barthes fue turbado por la ‘Foto del invernadero’, al desvelarse en ella todo su dolor y su goce, la directora alicantina Elena López Riera puede decirse que también sintió ese desasosiego en la mirada y en todo su ser al contemplar la fotografía de novia de su madre.
Una perturbación emocional que se encarna en las imágenes y en las palabras proferidas por la voz off de la propia directora, como narradora del documental ‘Las novias del Sur’: “Miro la foto de mi madre el día de su boda y hago los cálculos. Y compruebo que soy más vieja que ella el día que la desvirgaron; que soy más vieja que el día que decidió ser madre para siempre; que soy casi tan vieja como mi abuela el día que la acompañó a la iglesia”.
“La busco en todos los cuerpos, en todas las voces, en todas las madres. Hago a otras las preguntas que no me atrevo hacerle a ella, como decirle que de todo lo que me enseñó, solo queda el futuro”, añade López Riera mediante esa voz en off.
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Una conmoción que le hizo preguntarse: “¿Cómo responder a esa imagen?”, tal y como declara en la entrevista que le realizó Gerardo León. https://www.makma.net/elena-lopez-riera-las-novias-del-sur/
La fotografía de novia de su madre es el origen de este íntimo y poético documental experimental ‘Las novias del sur’. Una fotografía que la cámara de López Riera recorre y fragmenta intentando descubrir la verdad de esa mujer y de esa madre, tras el velo de la novia.
Una verdad extrapolable a todas las demás mujeres que fueron, también, las novias de ese rito ancestral y simbólico del matrimonio. Encontrar una verdad a través de la experiencia de esas mujeres, para revelar la esencia de lo femenino, es el núcleo de la película.
˝Miro ese gesto congelado que se repite en cada cuerpo y me pregunto en qué me parezco a todas las que vinieron antes que yo. Vuelvo a esas novias desconocidas esperando una revelación. Las miro. Me miran. Escucho sus voces ajenas. Y repito la palabra herencia hasta que pierde su significado”.
La honesta mirada de la directora se interroga sobre “¿quiénes son esas novias con las que sueño cada noche y han conseguido sus fantasmas instalarse en mí?”. De hecho, las fotografías de esas novias, junto a las mujeres maduras entrevistadas, son las protagonistas de este singular relato.
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La cámara se coloca frente a los rostros de estas mujeres para escucharlas sobre lo que piensan del deseo, del matrimonio, del amor; sobre su primera experiencia sexual, sobre su relación íntima con el placer.
Los sentimientos, los pensamientos y las vivencias narradas por estas mujeres hacen que la propia directora se cuestione a sí misma acerca del hecho de no estar casada, de no tener hijos, de haber extinguido, como consecuencia, la cadena madre-hija, y de haber roto con la tradición, tal y como la voz en off de la narradora-directora deja traslucir sobre las imágenes de esas novias.
“Busco a mi madre en todos los cuerpos, en todas las novias, en todas las madres. Me gustaría decirle muchas cosas, pero no puedo, como si una maldición hubiera erigido un muro infranqueable entre nosotras. Imagino que le susurro que ya tengo lo que quiero, que he conseguido no parecerme a ella”.
“Pero, en realidad”–prosigue la narradora–, “estoy muerta de miedo, porque sé que después de mí no habrá nadie más, porque conmigo se acaba la historia de las madres y de las hijas. Hoy me miro al espejo y veo la cara de mi madre y la cara de mi abuela con las mismas arrugas en la comisura de los labios y las mismas bolsas en los ojos. Hoy me miro al espejo y yo también sonrío y tiemblo como una novia en el día de su boda, como todas las novias del sur”.
Mediante una viva y reflexiva escritura cinematográfica, López Riera se adentra en la complejidad y diversidad de las mujeres entrevistadas, a la vez que manifiesta la fortaleza, la alegría de estas mujeres para sobrevivir a los agravios de la vida, huyendo del victimismo.
‘Las novias del sur’ es un documental vibrante, sincero, donde las experiencias narradas por estas mujeres dejan en evidencia las ideas preconcebidas y los prejuicios desde los que observamos a las mujeres de anteriores generaciones.
El modo de narrar de Elena López Riera, tanto en este documental como en su anterior película, ‘El agua’ (2022, nominada a la mejor dirección novel en los 37 Premios Goya, 2023), penetra en el universo femenino con tanta libertad que desborda la ideología patriarcal, en tanto que muestra la esencia única de cada mujer más allá del estereotipo social.
La mirada de la directora aborda la experiencia del deseo y del goce femenino más allá de las identificaciones fundadas en los ideales delimitados en los espacios familiares y culturales.
“La novia no soy yo. Yo siempre fui como esas mujeres que miran desde los márgenes de las fotografías. Una no novia. Una no madre. Un cuerpo que sonríe y tiembla, pero que no se dirige a ninguna. Ahora soy sólo la pregunta en la distancia”.
‘Las novias del sur’ es una obra en la que subyace un cierto saber psicoanalítico al dejar en evidencia, por una parte, la dificultad de escribir lo femenino como universal y, por otra, al mostrar que la identidad femenina no se cimenta única y exclusivamente en la identificación a otra mujer o inscribiéndose en la figura de la madre. Lo femenino, como muestra López Riera, la desborda a ella y a todas esas otras mujeres que, como ella, se interrogan por su ser.
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