L'àvia

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‘L’àvia i el foraster’, de Sergi Miralles
Reparto: Carles Francino, Neus Agulló, Kandarp Mehta, María Maroto, Aïda Ballmann, Empar Ferrer, Isabel Rocatti
Aire de Cinema, Alhena Production
España, 2024, 116 minutos

‘L’avia i el foraster’ hilvana con puntadas de fina amabilidad y sutil humor la experiencia de ser forastero en un pequeño pueblo de provincias. Sergi Miralles, en esta su ópera prima, narra esta experiencia de sentirse un extraño, desde dos puntos de vista muy dispares, al igual que semejantes, ya que lo desconocido siempre convoca a la interrogación sobre la identidad de cada uno frente al otro.

Para retratar esta experiencia, el director alicantino crea dos personajes que experimentan el vacío de ser un desconocido para el otro. “Quiero hablar del descubrimiento que el yo hace del otro”, por utilizar las palabras de Tzvetan Todorov para hablar de ‘La conquista de América’ o ‘El problema del otro’.

“Uno puede descubrir a los otros en uno mismo, darse cuenta de que no somos una sustancia homogénea, y radicalmente extraña a todo lo que no es uno mismo: yo es otro. Pero los otros también son yos: sujetos como yo, que solo mi punto de vista, para el cual todos están allí y solo yo estoy aquí, separa y distingue verdaderamente de mí”, agrega el ensayista búlgaro.

Neus Agulló y Kandarp Mehta, en un fotograma de ‘L’àvia i el foraster’.

En la película de Miralles, tenemos por un lado a Enric, el protagonista, que representa el sentimiento subjetivo de sentirse foráneo en su propio pueblo. Por otro, el personaje de Samir, un inmigrante pakistaní que representa al extranjero real en esta pequeña comunidad que conforma el pueblo ficticio valenciano de Algar de Palencia.

En la epidermis de la trama, ‘L’avia i el foraster’ nos invita a preguntarnos por cómo miramos y descubrimos a ese otro que desde su diferencia cuestiona nuestra identidad, siendo ese cuestionamiento el punto donde radica el miedo que produce el inmigrante, como señala el director en las entrevistas: “Es esa cosa intrínseca al ser humano: el miedo a lo diferente”.

Ahora bien, ese miedo y esos prejuicios se pueden llegar a superar, encontrando un lazo que una las diferencias y permita la convivencia. Para ello, se hace necesario abandonar el yo que todo lo unifica, para saltar a ese otro que negamos por miedo a que nos descoloque; nos saque de nuestras casillas.

Carles Francino y María Maroto, en un fotograma de ‘L’àvia i el foraster’, de Sergi Miralles.

Esto es lo que le ocurre a la protagonista Teresa, la abuela de Enric, que entabla una entrañable amistad con Samir, a través de la pasión por la costura que ambos comparten. De manera que el deshilachado tejido social que provoca siempre la amenaza del otro, se transforma en la película en una suerte de hilvanado tras no pocas dudas y conjeturas.

De este modo, Sergi Miralles sigue los pasos de Teresa -seguros cuando pisa la realidad que conoce e inseguros cuando se acerca a ese otro espacio que desconoce- para construir la trama hilando, con  entrañables y costumbristas hilos, la esencia afectuosa y conciliadora que recorre la película.

A este respecto, conviene traer a colación las declaraciones del propio director: “Es una película hecha desde el corazón que trata un tema tan complejo como el de la migración y la xenofobia. En un tono de comedia dramática, contamos esta historia desde un punto de vista amable y con la vocación de entretener y hacer que el espectador pase un buen rato, a la vez que le invite a reflexionar”.

‘L’àvia i el foraster’, sin grandes alardes técnicos, pero dando las justas puntadas con hilo, supone un contrapunto al conflicto de la inmigración, tal y como se aborda desde la ya cansina polarización política. Miralles, soltando lastre con respecto a esa tensa navegación ideológica, propone una suerte de feliz encuentro entre el yo y el otro; entre ustedes y nosotros.

L'àvia
Kandarp Mehta y Neus Agulló, en un fotograma de ‘L’àvia i el foraster’, de Sergi Miralles.