‘L’home bo’, de Caterva Teatre
Sala Russafa
Dénia 45, València
Del 19 al 22 de noviembre

Julio Palau (Juliet D’Alginet) y Antonio Reig (Rovellet), eternos rivales en la pista y compañeros fuera de ella, y su antecesor en el terreno de juego, Alberto Arnal (El Xiquet de Quart). Son los tres protagonistas de ‘L’home bo’, un montaje de Caterva Teatre en torno al mundo de la pilota valenciana que llega este fin de semana a Sala Russafa dentro de la décima edición de su Cicle de Companyies Valencianes.

Tres figuras del trinquet viajan en el tiempo para relatar sus historias y experiencias. Un espectáculo centrado en una de las tradiciones valencianas más genuinas que transforma el escenario en un ‘trinquet’ para retratar el mundo de la pilota valenciana con una visión humana y social más allá de lo deportivo.

“La idea nació cuando Jaume, uno de los integrantes de la compañía nos contó una anécdota personal que nos impresionó”, recuerda Fernando Soler de Caterva Teatre. “Siendo niño tuvo la oportunidad de acompañar a Juliet d’Alginet ya anciano a ver una partida. El juego se detuvo cuando entraron y los espectadores se pusieron en pie para homenajear a aquel señor que para el público, era todo un símbolo, mucho más que un deportista retirado”.

L'home bo
Escena de ‘L’home bo’, de Caterva Teatre. Imagen cortesía de Sala Russafa.

Desde hace doce años Soler, junto a Robert de La Fuente y Jaume Ibáñez montan espectáculos que pueden situarse dentro del ‘teatro de la emoción’, en los que  exploran sentimientos como la amistad, la confianza o el cariño. “Nos interesan los temas sociales, pero desde un punto de vista humano”, afirman.

Durante los años del franquismo la ‘pilota’ valenciana se convirtió en un reducto donde la gente se reencontraba con su lengua materna y con las tradiciones autóctonas que el régimen trataba de borrar. «El juego acabó convirtiéndose en un refugio, en un signo identitario. Y es que las reglas, el vocabulario de la ‘pilota’ refleja cómo somos los valencianos. No hay un árbitro como en el fútbol, está ‘l’home bó’, al que hace referencia el título de la obra. Pero son los propios jugadores quienes anuncian sus faltas y, si no están claras, se consulta directamente al público», señala Soler.

Escena de ‘L’home bo’, de Caterva Teatre. Imagen cortesía de Sala Russafa.

Durante el proceso creativo los componentes de Caterva Teatre entrevistaron a jugadores y aficionados, buceando en la historia y presente de este deporte. Tras muchas sesiones para poner en común el material, sus ideas y lo que querían transmitir, nació una pieza que tiene mucho de documental porque se apoya en personajes, partidas e historias reales.

Como en anteriores montajes de Caterva Teatre,  la dirección y dramaturgia apuestan claramente por el teatro contemporáneo. Se incorpora música en directo, la puesta en escena se trabaja potenciando la parte plástica y se naturaliza al máximo la interpretación.

«Al salir a escena nos presentamos al público con nuestros nombres reales y decimos que vamos a interpretar a tres pilotaris. Obviamente, no tenemos el tipo, ni la edad que irán teniendo los personajes a lo largo de la obra. Pero la representación teatral es un juego, como lo es la ‘pilota’, y nosotros queremos invitar los espectadores a jugar con nosotros», comenta Soler.

Tras su estreno en enero, en el marco de Graners de Creació, iniciativa en la que participa Sala Russafa, el espectáculo ha tenido una gran acogida. “Había mucha expectación por parte de los aficionados y jugadores con los que habíamos estado documentándonos. Tuvimos la suerte de que incluso uno de los personajes principales de la obra, Rovellet, pudiera verla. Y a todos les emocionó mucho, nos hicieron sentir que era un espectáculo necesario para la gente de dentro y fuera del mundo de la ‘pilota’, una buena manera de acercarse a esta tradición”.

Pelotaris
‘L’home bo’, de Caterva Teatre. Imagen cortesía de Sala Russafa.

MAKMA