¿Para qué sirve el pasado? No hay historia sin público lector (y II)
¿Qué defendemos en este artículo? A partir de casos concretos, aquello que mostramos es el placer de leer libros de historia, al menos ciertos libros de historia. ¿Qué persona preocupada por la rivalidad política y bélica o, simplemente, por la conducta humana puede decir que esas vidas y esas tramas no le interesan?