IX edición 2015 del Certamen internacional de cortos por la igualdad
Presentación del DVD y proyección de los cortometrajes premiados
Mesa redonda con los directores
Sala Berlanga del IVAC-La Filmoteca
Plaza del Ayuntamiento, 17. Valencia
Miércoles 14 de octubre, a las 20.00h
La IX edición del Certamen Internacional de Cortos por la Igualdad ha premiado cinco piezas audiovisuales de ficción de las 164 que se han presentado. Silencios (dirección y guión de Jesús Méndez), Diana en la red (dirección de Manuel Serrano y guión de Cristina Linares) y La petite fille (dirección y guión de Guillermo Alcalá-Santaella Lloréns) han sido las tres ganadoras. Superhéroes (dirección y guión de Natxo Alapont y Abdelatif Hwidar) ha obtenido una mención especial del jurado y Maeve (dirección y guión de Iván Albacete) ha sido reconocida por CulturArts IVAC por su especial interés cinematográfico.
Una edición cuya temática dominante ha girado en torno a “la violencia machista entre adolescentes y en el seno del hogar”, tal y como ha declarado Paqui Méndez, directora del certamen Cortos por la Igualdad.
Unas historias de violencia que reflejan la agresión sufrida por las mujeres reales en los países occidentales democráticos y modernos, en los cuales la paridad entre hombres y mujeres es una realidad en muchos ámbitos y la igualdad conseguida es bastante satisfactoria. Y en estas sociedades la violencia hacia las mujeres, y no cualquier violencia, sino la más brutal y dañina, aquella que conlleva el asesinato de la mujer en manos de su pareja sentimental, si no ha aumentado, no ha desaparecido; y ello a pesar de las medidas políticas, jurídicas y policiales adoptadas para erradicarla, para provocar la sensibilización social y para el apoyo a las víctimas.
“El número de chicas víctimas de violencia de género sigue creciendo. La edad de las víctimas sigue bajando”, con estas palabras impresas termina el corto Diana en la red.
Conmoción ante unos datos objetivos que traslucen trágicas historias de violencia sufridas por mujeres reales. Violencia hacia las mujeres que no cesa ante la perplejidad generalizada de la sociedad, la cual estaba convencida que una educación e instauración de la igualdad entre hombres y mujeres iba a erradicar la violencia sexual. Pero no ha sido así. Sólo hay que recordar los datos de asesinatos de mujeres en manos de sus parejas en los países nórdicos, en donde la igualdad entre los sexos ha llegado tan lejos y cuya gravedad es mayor que en España (8,55 mujeres asesinadas por cada millón, con respecto al 2,55 en España, según el I informe Internacional de violencia contra las mujeres, elaborado por el Centro Reina Sofía).
Estos datos comparativos no están citados a modo de consuelo, sería necio por nuestra parte, sino como referencia de la gravedad de esta violencia que está asentada como una lacra a nivel europeo y mundial.
La verdad de la ficción
La IX edición del Certamen Internacional de Cortos por la Igualdad, a través de la ficción, nos permite reflexionar y tomar conciencia sobre estas historias de violencia.
Silencios y Diana en la red son dos de los tres cortometrajes ganadores en esta edición. El primero narra la agresión verbal de un marido hacia su mujer; el segundo, el dominio agresivo de un adolescente hacia su novia.
En Silencios la violencia es un acto de maltrato verbal escuchado con un silencio doloroso por la madre del maltratador (papel interpretado maravillosamente por Marisa Paredes). Un silencio doloroso, el de esta madre, por impotente al no poder pronunciar palabra alguna para acallar la agresión humillante e injusta de su hijo hacia su mujer.
La narración de Silencios deja en evidencia de una manera muy sutil el saber de esta madre: que la violencia de su hijo proviene de esa fuerte ligazón amorosa entre madre e hijo arraigado a la infancia. Una ligazón que no se rompió a través de una palabra que pusiese cierto límite a todas las demandas pulsionales del hijo. Y, ahora, ya es demasiado tarde para que sea pronunciada y acalle los gritos injuriosos de su hijo.
En Diana en red la historia de amor adolescente fluye para los protagonistas y para el espectador a través de los mensajes escritos y las fotografías colgadas en facebook. Una historia donde el protagonista masculino va imponiendo una relación marcada por la posesión, los celos y el dominio, al no aceptar la diferencia del personaje femenino.
Unos cortos estos, como los otros que forman parte de esta novena edición, que dejan en evidencia cierta paradoja de nuestro pensamiento cognitivo posmoderno: que la igualdad entre hombres y mujeres no ha tenido como consecuencia la supresión de la violencia entre los sexos. El discurso psicoanalítico lleva años proclamándolo: “Cuanto más intentamos obviar o suprimir la diferencia sexual, las relaciones humanas se vuelven menos carnales -encuentros a través de la red- y más descarnadas -aumento de la violencia”.
Si queremos establecer relaciones menos descarnadas y más humanas entre los sexos, igual debemos pensar en conciliar la igualdad a nivel político, social, laboral y cultural, con la diferencia en el plano más íntimo y personal. Igualdad, sin duda, de derecho, pero recuperando aquellos relatos míticos-simbólicos que, en tanto vías de la experiencia pulsional del ser humano, permitan articular la diferencia entre lo masculino y lo femenino.
Begoña Siles
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