María Asunción Mateo

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‘Mi vida con Alberti. Por algo llegaste, Altair’, de María Asunción Mateo
Editorial Berenice (Editorial Almuzara), 2023
Presentación del libro
María Asunción Mateo (autora del libro) en conversación con Anna Caballé (escritora y crítica literaria)
Colegio Mayor Rector Peset
Sala de la Muralla
Plaza del Forn de San Nicolau 4, València
Miércoles 7 de febrero de 2024
A las 19:00

«¿Cómo es vivir con un genio? ¿Qué exigencias e inconvenientes cotidianos supone compartir la vida con uno de ellos?». María Asunción Mateo, viuda de Rafael Alberti, oyó muchas veces esa pregunta, a la que nos responde con sentido del humor: «Si yo hubiera pensado en eso mientras vivía con Rafael, se me habría atragantado el café con leche del desayuno. Lo que sí me importaba es que él era un ser optimista, joven de espíritu y con muchas ganas de vivir. Para nada se consideraba genial. Era una persona sencilla sin apenas necesidades materiales ni ningún capricho difícil de complacer».

Más de dos décadas después de la muerte del gran poeta de la Generación del 27, Mateo responde ampliamente y por escrito a la reiterada pregunta en su libro, ‘Mi vida con Alberti. Para algo llegaste, Altair‘, editado el pasado año por Berenice (sello de la Editorial Almuzara), que ha obtenido una gran repercusión en España y que se presentará en València, el miércoles 7 de febrero a las 19:00, en la Sala de la Muralla del Colegio Mayor Rector Peset.

Organizada por MAKMA, SINDOKMA Festival del Libro y el Col·legi Major Rector Peset de la Universitat de València, en colaboració con la Vicepresidencia primera y Conselleria de Cultura y Deporte de la Generalitat Valenciana, Editorial Berenice (Editorial Almuzara) y Librería Berlín, asistirán al acto la autora y Anna Caballé escritora, crítica literaria y Premio Nacional de Historia por su ensayo sobre Concepción Arenal.

Ambas mantendrán una charla abierta sobre esta crónica crepuscular de un maestro de la poesía y un gran hombre del siglo XX en la que el brillo fulgurante de su gloria se entrevera con sombras oscuras.

La relación entre Mateo y Caballé se estableció a través de los artículos escritos por esta última en Babelia, suplemento cultural de El País, en defensa de los ataques vejatorios sufridos por la viuda de Alberti, de los que da cuenta en su libro, por parte de un grupo de escritores entre los que se encuentran Luis García Montero y Benjamín Prado, que formaron parte de la cohorte de admiradores de Alberti cuando este regresó del exilio.

Su artículo provocó una airada réplica de García Montero y, cuando Caballé quiso defender sus argumentos, fue vetada en el diario nacional. En el magazine cultural Jot Down, Anna Caballé escribió: «A lo largo de los años han vertido descalificaciones sobre ella [Mateo], difamándola, poniendo en duda su honorabilidad y acusándola, sin pruebas, de malversar los fondos económicos y patrimoniales del poeta y de la Fundación que lleva su nombre. Mateo recoge en su libro alguna de las declaraciones hechas por ambos varones [García Montero y Benjamín Prado] en distintos medios de comunicación y yo apuntaba en mi reseña que el feminismo no fue tal vez lo suficientemente sensible con este tema».

«En pocas palabras [prosigue Caballé]–: que no había apoyado a Mateo ante el hostigamiento que sufrió por parte de un grupo de poetas que se referían a ella como la trincona. Yo misma me sentí culpable por haber dado crédito a las difamaciones que sobre la viuda de Alberti recorrieron el mundillo intelectual español antes y después de la muerte del poeta y de ahí mi referencia expresa al feminismo».

«Siempre me ha interesado la autobiografía y esta es mi línea crítica en mis colaboraciones en Babelia», declara Caballé a MAKMA. «Cuando leí el libro de María Asunción, me sorprendió la sinceridad con que planteaba las dificultades que tuvo su matrimonio en relación a quienes se creían legítimos depositarios del legado de Alberti y la forma en que reaccionaron. Y pensé en los prejuicios con que cargan las mujeres que siendo más jóvenes que sus maridos no pueden evitar la desconfianza que generan en su entorno. No quiero generalizar, pero a veces el amor que sienten, o la admiración o lo que sea que fuere, no es suficiente para enfrentarse al rechazo. ¿Cómo combatirlo? Simplemente, el libro de Mateo me hizo pensar».

María Asunción Mateo
María Asunción Mateo, autora de ‘Mi vida con Alberti’.

María Asuncion Mateo amaba la poesía de Alberti desde que tuvo ocasión de disfrutarla. Conocerlo en persona fue uno de los momentos cumbres de su vida tras el nacimiento de sus hijos. Ocurrrió en un entorno altamente poético. Un homenaje a Antonio Machado celebrado el 10 de abril de 1983 en Baeza (Jaén).

Con 79 años y en plena forma, Rafael se hallaba en la cima de su carrera. Ella tenía 42 años menos, dos hijos de un matrimonio cancelado y acababa de ganar una oposición como profesora de instituto. Después de ocho años de noviazgo, contrajeron matrimonio. Muerto el poeta, en octubre de 1999, María Asunción tuvo que enfrentarse a un doble duelo: la aflicción por la pérdida del gran amor de su vida y los ataques virulentos a su persona por parte de un grupo de escritores, «los poetas viudos» los llama ella con ironía, que orbitaron en torno a Alberti durante sus últimos años.

María Asunción Mateo evoca para MAKMA fragmentos de su pasado, marcado por fuertes contrastes, entre luces y sombras, pero enseñoreado por la pasión amorosa y poética compartida con un gran hombre y un gran maestro de la lírica.

María Asunción Mateo. Mi vida con Alberti

¿Qué ha supuesto este libro para ti?

Aunque parezca increíble, sigue siendo para mí una sorpresa haberlo escrito, porque, tal como cuento en el libro, nunca me planteé hacerlo. Siguiendo el consejo de Carmen Balcells, no quería escribir un libro de viudas, pero en junio de 2021, mientras limpiaba el anaquel más alto de una estantería, me tropecé con una carpeta verde llena de dibujos y poemas de Rafael que me animaron a contar nuestra historia. Y me salió de un tirón, de junio a octubre; en cinco meses ya tenía la primera versión. Estoy contenta de haberlo hecho, satisfecha del eco que ha tenido el libro, y sé que a Rafael le hubiera gustado cómo relato nuestra vida en común e hizo bien al pedirme que lo escribiera. Tal vez ha tenido un efecto rehabilitador.

¿Te ha ayudado a olvidar los ataques que has sufrido?

Olvidar, no. Los maltratos nunca se olvidan, y desde 1999 he tenido que oír barbaridades sobre mí. Mi único deseo es perpetuar la obra de Rafael, que su memoria no se pierda. En mi vida privada he mantenido un perfil bajo, discreción total. Pero llegada a los 80 años, pensé que ya era hora de contar la verdad sin tapujos ni pelos en la lengua.

Han pasado ya veinticinco años desde la muerte de Alberti. ¿Qué es lo que más sigues echando en falta de él?

A él. A su forma de entender la vida, de contemplar un paisaje, a su vitalidad incansable, a su curiosidad por todo lo que lo rodeaba, a su forma de amarme…

Rafael Alberti. María Asunción Mateo
Rafael Alberti y María Asunción Mateo en el jardín de su casa del Puerto de Santa María. Fotografía cortesía de Editorial Almuzara, inlcuida en ‘Mi vida con Alberti’.

¿Se podría decir que los años que pasasteis juntos fueron los más felices de tu vida? ¿Cómo lograste superar su ausencia?

De los más felices de mi vida, junto al nacimiento de mis dos hijos, claro. No es fácil coincidir en el tiempo con una persona que despierte en ti tantas sensaciones nuevas y que sea capaz, sin proponérselo, de embellecer y transformar cualquier hecho cotidiano de una vida en común. Rafael vivía en el presente, no anclado en el pasado. Un amor como el que nosotros tuvimos no es fácil de entender desde fuera. Claro que cada uno tiene su idea de lo que es el verdadero amor. Nunca podré superar la ausencia de Rafael ni lo voy a intentar siquiera. Cada persona es única, irrepetible y te deja una huella imborrable.

Lo conociste tanto dentro como fuera de casa. ¿Cambiaba mucho en la intimidad o era igual que de cara al público?

Era una de las personas que menos cambiaba allá donde estuviera. Su naturalidad era espontánea, sin importarle el estrato social al que perteneciese su interlocutor. Relacionarse con él era muy fácil, sobre todo si era con gente joven. Vivía siempre en el presente inmediato, parecía no tener edad.

Cuentas que Rafael era negado para las cuestiones prácticas. ¿Eras tú quien se encargaba de esos asuntos?

No le interesaban ni le aportaban nada determinadas cuestiones que para otros significan mucho. Estaba muy desligado de las cosas materiales, necesitaba lo imprescindible para vivir. Su felicidad se basaba, fundamentalmente, en dedicarse a escribir, a dibujar y a tener cerca a la persona que amaba. ¿Por qué no iba a encargarme yo de aquello en lo que él no se desenvolvía bien? Lo hacía como estaba acostumbrada a hacerlo en mi vida diaria.

«Sería tan hermoso estar –aquí– tranquilo,/ el mundo en paz con todo…» Anacapri (Nápoles). Foto Roberto Otero cortesía de Editorial Almuzara, inlcuida en ‘Mi vida con Alberti’.

Compra todo lo hermoso que veas”, te decía Rafael durante sus últimos años. ¿El amor a la mujer y a la belleza, tal vez consecuencia de sus raíces italianas, fue una constante en su vida?

Tenía mucho de hombre del Rinascimento, su humanismo, incluso su perfil de origen florentino… Pero al decir eso no se refería a cosas de valor material, sino a las que colaboraban a alegrar nuestra vida en común. Era su hambre de vida lo que le impulsaba a acercarse a todo aquello hermoso que lo atraía.

Maruja Mallo y Mª Teresa León fueron sus otros dos amores y musas. ¿Cómo recuerdas tu encuentro con la segunda?

Fue inolvidable. La visité en la residencia donde estaba ingresada con un alzheimer muy avanzado. Nunca nos habíamos visto y me conmovió profundamente que una mujer de tanta inteligencia y belleza, de tanta valentía, tuviera que pasar así los últimos años de su vida. Muy injusto.

¿Por qué prefieres seguir en Puerto de Santa María en vez de venir a València, donde naciste y residen tus dos hijos?

Porque aquí, en esta casa, en este jardín, se encuentran los mejores recuerdos de nuestra convivencia; nadie los puede destruir ni malversar ni desdibujar. Están a salvo y solo para mí, aunque viajo mucho a València para ver a mis hijos y nietos y comer un arroz en la Albufera.

Tu libro revela la enorme magnitud de la peripecia vital de un hombre que vivió a lo largo de un siglo rodeado de afecto y admiración. La vida de Alberti fue, sin duda, la de un elegido.

Sí, pero un elegido que tuvo que forjarse la vida con muchísimo esfuerzo, que tuvo que separarse de su país –por el que nunca dejó de luchar con su pluma– durante treinta y ocho años de exilio. Ni Rafael ni María Teresa renunciaron nunca a su nacionalidad ni a la esperanza de poder regresar a España y continuar con su labor cívica, con su defensa de la legalidad de los derechos de su pueblo. Son ejemplo de una dignidad y de una lealtad inconmovible.

María Asunción Mateo
Rafael Alberti y María Asunción Mateo durante su boda en 1990. Fotografía cortesía de Editorial Almuzara, inlcuida en ‘Mi vida con Alberti’.