‘Mediterráneo’, de Marcel Barrena
Con Eduard Fernández , Dani Rovira , Anna Castillo , Sergi López y Àlex Monner
100′, drama | Lastor Media, Arcadia Motion Pictures, Fasten Films, Heretic, Cados Producciones AIE. España, 2021
Estreno: 1 de octubre de 2021
Sí, ya sé que Almodóvar es Almodóvar, y que parece ser que Javier Bardem se sale en la última película de otro grande del cine español como es Fernando León de Aranoa, pero, por motivos personales similares a ‘La trinchera infinita’ en la edición pasada, habría preferido que ‘Mediterráneo’ hubiese sido elegida como candidata española a obtener un Oscar.
Digo esto porque los premios, aunque al fin y al cabo son simbólicos, subjetivos y, como dijo el escritor francés François de La Rochefoucald, «se recompensan antes las apariencias de mérito que el mérito mismo». O, como afirmó Pedro Almodóvar en su día, “yo creo que el único premio posible es el dinero, mucho más decorativo que una estatuilla porque puedes comprarte un traje de Armani”. O, como proclamó Katharine Hepburn, “los premios no son nada, mi premio es mi trabajo”, existen factores que deberían inclinar la balanza hacia un lado, siempre partiendo de un cierto nivel cinematográfico, como resulta que es el caso que nos ocupa.
Porque una historia como la de la ONG Open Arms dentro de la crisis migratoria y, concretamente, de los refugiados en la isla griega de Lesbos, tan bien contada, con momentos extraordinariamente emocionantes, tan imperfectamente bella en estos tiempos convulsos, de insuficiente empatía y solidaridad, de creciente deshumanización y odio…, merecería no solo una candidatura, sino el mayor de los premios.
Y es que en su segunda película, tras otro drama como ‘100 metros’, el director catalán Marcel Barrena encara el problema con compromiso y soltura, a través de Eduard Fernández en el papel del activista Óscar Camps, y secundado por tres reconocidos actores como Dani Rovira, Anna Castillo y Sergí López.
Sí, en ‘Mediterráneo’ hay mucha humanidad, hay acontecimientos tan duros como reales, empezando por la participación de los extras procedentes de campos de refugiados y, ante todo, hay mucho respeto por las experiencias vividas.
Es por esos protagonistas que malviven y que han pasado mil penurias, por tanto dolor y horror en ese mar Mediterráneo atiborrado de muertos en su huida, por esa Europa que tantas veces ha girado la cara… Por todo ello y por mucho más, mal que le pese a esa gente sin corazón que solamente habla de mafias y traficantes para manipular nuestras conciencias, no debería quedar nadie sin visionarla. En cuanto al premio, podría ser, en este caso, tan solo el gran símbolo de una sociedad que se aleja de los discursos del odio y que reconoce a sus héroes.
Recordemos siempre que, según la ley marítima, existe la obligación legal y moral de socorrer a navegantes en apuros, esa es la clave de una realidad y de una película tan emocional como necesaria.