‘Migrantes’ (Espacio Inestable), una experiencia teatral metafísica

#MAKMAEscena
‘Migrantes’
Dirección: Mai Rojas
Espacio de entrenamiento e investigación en teatro físico LAB PROJECT
Facilitado y guiado por Los Escultores del Aire en colaboración con La Nau Ivanow y el CEM Colom
Espacio Inestable
Aparisi i Guijarro 7, València
27 y 28 de abril de 2024

Mai Rojas, el director de la obra ‘Migrantes’, define el espectáculo que acoge Espacio Inestable de València, como un “viaje metafísico” que combina el teatro de texto y el teatro de movimiento. Para el desarrollo del montaje, los personajes han estado compartiendo experiencias pasadas y actuales en la ciudad de Barcelona.

La investigación en la ciudad condal se ha basado en reflexionar sobre miedos, anhelos, frustraciones e infiernos propios de los migrantes. El elenco consta de un grupo 100% migrante, donde se encuentran personas de Colombia, Costa Rica, Chile, Italia e incluso de València, quienes abandonaron su ciudad para perseguir sueños profesionales que no encontraron en su tierra.

Rojas apunta que el estreno en València supone “el retorno del Rey”, ya que estos personajes salieron como “ciudadanos de a pie” y vuelven con objetivos cumplidos. Para plasmar esta investigación, el equipo siempre ha tenido claro que querían transmitirla en forma de obra de teatro.

Para el director, con la colaboración de todo el elenco, el sentir está sobre el escenario. “Nuestra obra es una forma de ver el mundo, abrir una puerta a nuestra imaginación y, de paso, tocar algunos corazones”.

La historia de inmigración de Mai Rojas comenzó cuando era niño. Tras tres meses en el Conservatorio, comunicaron a sus padres que no tenía ni ritmo ni oído musical. Le recomendaron apuntarse a clases de teatro, aunque sus padres se escandalizaron porque Mai Rojas era un niño con un nivel medio de autismo y creían impensable que pudiera estar encima de un escenario.

Sin embargo, el actor desvela que descubrió un espacio donde se sentía muy cómodo y quiso dedicarse a ello de forma profesional. Por ello, Rojas se presentó a una audición en la Real Escuela Superior de Arte Dramático de Madrid en la que fue admitido meses después.

A pesar de esto, siempre tuvo la idea de volver a su país, Costa Rica, para transmitir todo lo que aprendió en esta escuela. Pero los años pasaron y su vida se estableció en Europa: creó su propia escuela, encontró a su pareja y nació su hijo. Después de esto, Rojas nunca se ha cuestionado dónde está o cuáles son sus raíces. “Cuando nació mi hijo supe que mi casa siempre iba a estar donde él estuviera”, resalta con un punto de emoción.

Lo que más emociona al director es compartir esta experiencia con Leo, su hijo de siete años, quien también actúa en el espectáculo. Rojas se siente “bendecido” por la vida que le ha tocado y “orgulloso”, porque su hijo ha sido llamado por la musa del arte sin su imposición como padre. “Sin duda alguna este es el momento más impactante a día de hoy en la historia personal de mi viaje”, narra el actor.

Mai Rojas establece varios desafíos a la hora de desarrollar la obra. El primero es la constancia, ya que el espectáculo está interpretado por personas que no pueden vivir únicamente de su vocación de ser artistas y dedicarle toda la energía y tiempo que quisieran.

A nivel de puesta en escena, el gran reto de Rojas como director fue encontrar este “grupo variopinto de artistas multidisciplinares”, ya que provienen de otras artes como la danza, pintura o hasta el mimo.

Con ‘Migrantes’ no busca transmitir una única realidad respecto a la vida de los supervivientes. Tampoco busca visibilizar ni reivindicar, a pesar de que la obra incluya pullas sociales y políticas sobre la situación a nivel de fronteras e injusticias sociales. Mai Rojas subraya que lo aborda con “un punto de vista humano, personal, emotivo y nunca adoctrinador”.

‘Migrantes’ es una representación de poesía física donde no se ofrece una historia cerrada como lo haría una novela. El director establece una analogía con Hansel y Gretel: “Vamos tirando migajas para que el espectador encuentre su camino en el discurso presente en la obra”.

“Al final del espectáculo lo que esperamos es que, como Ulises, nosotros, como estos peregrinos del siglo XXI, el espectador encuentre su camino de regreso a Ítaca, a su Ítaca personal. Quizás desde un lugar, tras compartir el espectáculo, un poquito más hermoso”, concluye Rojas.