#MAKMAModa
Entrevista a Miquel Suay, diseñador de moda
III CLEC Fashion Festival
‘#WELOVEPINK’
Ciudad de las Artes y las Ciencias
Professor López Piñero 7, València
28 y 29 de octubre de 2022
El diseñador de moda valenciano Miquel Suay tiñe de rosa la Ciudad de las Artes y las Ciencias para la tercera edición del CLEC Fahion Festival. Este escenario arquitectónico tan emblemático vuelve a acoger a diferentes artistas multidisciplinares para celebrar y dar a conocer el talento y la creatividad valencianos, que rinde este año tributo a la cultura pop encarnada en Andy Warhol.
Motivado por la frustración de observar un puzle completo que todavía no encaja y del sueño incesante de ser profeta en su propia tierra, Miquel Suay encabeza de nuevo esta entrega, protagonizada por la tecnología, donde elevar la ciudad mediterránea a la esfera de las grandes capitales de moda será su principal objetivo.
Como diseñador, ¿qué es para ti la moda y por qué es tan importante?
Para mí la moda es un medio de expresión artística y un medio de comunicación de emociones, de sensibilidades. Es mi manera de interpretar lo que está pasando y cómo me gustaría que fuera mi entorno social.
Mis padres se dedicaban al mundo de la confección y de la moda, yo me he criado en ese entorno, así que he canalizado mi creatividad con esas herramientas, que las tenía muy en casa. Siempre digo que si mis padres hubieran sido picapedreros seguramente yo hubiera sido escultor. Mi visión, lo que quiero decirle al mundo, el cómo me gustaría que fueran las cosas…, todo eso lo proyecto a través de la moda; es mi instrumento de creatividad y de expresión.
¿Y cuál es el punto de inflexión que te lleva a organizar y dirigir un festival desde cero?
Nace de una frustración enorme. La Comunidad Valenciana y los valencianos somos supercreativos; hay una mentalidad y una capacidad para imaginar conceptos y contar historias grandísima. Además, tenemos un entorno muy rico tanto visual como arquitectónicamente: la naturaleza, el mar. Somos tan privilegiados…
Creo firmemente que el mar ha influido, en gran medida, en que seamos siempre modernos, que queramos estar en las tendencias. Al final, moda es sinónimo de tendencia. Nosotros, que tenemos toda nuestra comunidad orientada al mar, que nos ha llegado la influencia de diferentes viajeros y, además, nos han ido llegando en primicia de todos los sitios, estamos acostumbrados a la tendencia.
No obstante, ese sustrato y ese potencial encaran un problema. La gente no se conoce, no monta proyectos, no coopera y no colabora. Porque no solo tenemos creativos, tenemos una industria que está vinculada a los bienes de consumo, y a unos sectores que lo hacen maravillosamente y que son competitivos calidad precio.
Pero resulta que eso tampoco liga, los creativos y la industria están divorciados, el ecosistema moda está desvinculado. Todos miran a Madrid, a Barcelona, a Nueva York, a Milán, a Londres. La Comunidad Valenciana no puede seguir teniendo únicamente como recurso competitivo el precio y la calidad, porque tiene unos creativos icónicos, unos entornos emblemáticos y unos sustratos de la historia del siglo de oro valenciano donde todavía hay mucho que contar y explotar.
¿Cómo interviene el CLEC Fashion Festival en la situación que has relatado?
El CLEC Fahion Festival nace para unir al sector, para promocionar al talento tan abundante que hay y para conectar la industria. Nace con el objetivo de que haya proyectos propios.
Incluso las grandes marcas mundiales de calzado, como Gucci o Manolos, tienen algo que ver con la Comunidad Valenciana, con pueblos como el de Elda o Elche (que son centros neurálgicos de este sector). El problema, pues, es que no tenemos una marca mundial de calzado que sea tan prestigiosa, deseada y con identidad propia. Pero eso puede pasar, es muy fácil que suceda porque ya contamos con todos los componentes.
En esta tercera edición del festival, ¿qué novedades vamos a encontrar? ¿Cómo vamos a diferenciarla de las dos entregas anteriores?
Vamos a seguir promocionando el talento moda, pero en clave festiva. Eso quiere decir que vamos a disfrutar de grandes desfiles de moda: tanto de talentos emergentes como de marcas ya consolidadas. A parte de eso, vamos a potenciar en mayor medida lo que son las actuaciones y conciertos nocturnos, por ejemplo, con Pol 3.14.
Además, la Cátedra de Arte y Entorno de Bellas Artes estará haciendo arte en directo, habrá colaboraciones entre el mundo de la alta cocina y la moda.
¿Cocina y moda?
Cada vez más la cocina se está sofisticando y los chefs, al estar tanto en tendencia, lo convierten en moda. Qué mejor que hacer un maridaje entre estos dos universos.
Vamos a tener fashion talks con la colaboración de expertos en comunicación de moda de primer nivel, estilistas que han vestido a la gente más importante de este país explicando cómo, periodistas que han marcado el relato de la moda de este país durante los últimos veinte años…
Pero, sin duda, lo que destacaría de esta edición es que el CLEC va a entrar de lleno en la tecnología. Va a disponer de un metaverso propio en el que la gente va a poder entrar desde ya para generar sus avatares y encontrar allí todo el colectivo CLEC. Así podrán ver todo el contenido del festival y a cada uno de los diseñadores y participantes, todo esto se podrá visualizar en una especie de museo donde con un simple click se podrá acceder a la información de cada uno de ellos.
En esta edición vamos a hacer acciones de realidad aumentada dentro de lo que es el entorno del Hemisfèric. Iremos con el móvil para poder cazar imágenes de la moda valenciana, las fotografías más icónicas, las portadas de revista más importantes… Incluso obras artísticas de los diseñadores en realidad aumentada.
Por último, con la venta de entradas ya tienes la posibilidad de que te regalen un NFT (Non -Fungible Token) con el lema de esta edición, que es ‘#WELOVEPINK’. De esta forma los asistentes lo tienen en su correo mediante un Smart Contact y podrán acreditar, cuando pasen los años y el CLEC crezca, que estuvieron en la tercera edición del CLEC. Donde todo era rosa.
¿Por qué rosa?
Hemos salido recientemente de una pandemia de dos años, parecía que el mundo se había desmoronado… Cuando creíamos que íbamos a resurgir, se despierta una guerra protagonizada por un demente como si estuviéramos en el siglo XIX. A todo esto, se le suma una crisis inflacionaria de precios, una caída de la bolsa, una crisis del petróleo y una crisis energética. Parece que no hay muchos motivos para la esperanza, vivimos un momento de poca certidumbre y con una perspectiva de mucha dificultad.
Pero nosotros queremos lanzar el mensaje de optimismo y decir: “Señores, este es el tiempo que nos ha tocado vivir y lo tenemos que vivir con la máxima alegría y sonrisa. Hay que ponerse las gafas rosas y reír, que la vida vale mucho la pena”.
Agatha Ruiz de la Prada y Dolores Cortés. ¿Cómo te sientes al ver que diseñadoras de tal calibre vuelven a confiar en el festival?
Agatha Ruiz de la Prada y Dolores Cortés, junto con muchos otros diseñadores, son el alma del festival.
Agatha Ruiz de la Prada siempre ha tenido un contacto con la Asociación de Diseñadores de la Moda Valenciana muy especial; por el 2009 la hicimos miembro de honor y, aparte de eso, ¿quién mejor que Agatha para representar esta edición del festival? Más pink, más colorista, más vital y optimista, imposible. Ella es la bandera para esta ocasión.
Por otro lado, Dolores Cortés es una marca que siempre ha estado a favor de la moda de la Comunidad Valenciana y que ha luchado para que haya moda en mayúsculas, vinculada a la industria y a la distribución, para llegar a ser un modelo a la italiana.
Sin embargo, el CLEC no solamente cuenta con personas ya experimentadas en el sector, sino que además apuesta por jóvenes talentos e incorporaciones noveles en la industria. ¿Qué aportan estas nuevas caras al festival?
El CLEC tiene alrededor de veinte convenios con todas las escuelas de diseño, patronaje, estilismo, costura, fotografía y contenido audiovisual. Es decir, todo lo que es la cadena de valor moda. Hay una generación tremenda de creativos que quieren dedicarse a esto, creo que salen alrededor de 350 graduados en moda todos los años y hay un porcentaje altísimo de gente que no consigue trabajar. Ahí hay un vacío que el CLEC pretende solventar y es darle visibilidad a esos proyectos y promoción, presentarles a posibles inversores en esas marcas… Darles facilidades, en definitiva.
Es el escaparate perfecto.
Desde luego. Y también para que los de aquí no nos tengamos que ir (yo he estado 11 años fuera, en Barcelona). Pero ahora mismo, con las nuevas tecnologías puedes comunicar desde cualquier lado. Teniendo la Ciudad de las Artes y las Ciencias, que es el complejo más maravilloso del mundo, no hace falta que vayamos a ningún lado, lo tenemos aquí en casa.
Otra sección que hemos visto en este cartel es la de diseñadores “sostenibles”. ¿Por qué es importante esta filosofía?
En la emergencia climática que estamos, la moda ya no se puede concebir fuera de la sostenibilidad porque es algo irresponsable. El sector industrial moda es el segundo más contaminante después del petróleo. Este festival no solo pretende vincularse a la innovación y a las nuevas estéticas, también a la prevención del cambio climático y a lo social.
¿De qué forma se vincula a lo social?
No olvidemos que el año pasado el festival empezó con un desfile para reivindicar la falta de libertad de las mujeres afganas por la entrada de los talibanes en el Gobierno. Desde la moda reclamamos que el mundo se comprometa a no dejar a estas personas abandonadas.
Este año, te adelanto, vamos a empezar el festival con un desfile de moda ucraniana: van a venir dos diseñadoras ucranianas expresamente con sus colecciones, una refugiada que está aquí y otra residente de hace tiempo. La moda valenciana acoge a la moda ucraniana y juntos reclamamos la paz. Me parece necesario y bonito empezar el festival diciendo: “No solo nos gusta lo chic y el rosa o somos detallistas. También tenemos conciencia social y medioambiental, porque de nosotros depende”.
¿Qué lo diferencia de otros desfiles o festivales de moda?
Lo diferencia todo. Aprendemos, experimentamos y celebramos. Es una gran fiesta de la moda, pero no solo con moda.
Si no solo se habla de moda, ¿cómo es el festival fuera de las pasarelas?
Emula al movimiento pop que hizo Andy Warhol en los Estados Unidos, donde invitaba a artistas de muchas disciplinas a hacer colaboraciones (se filmaran películas, hubiera conciertos, se leyera poesía, etc.) mientras festejaban.
El CLEC es un [The] Factory a la valenciana: diferentes disciplinas, todos juntos haciendo arte, mostrando talento y celebrándolo.
¿Con qué momento te quedas?
Destaco el homenaje y el respeto que le mostramos a los diseñadores seniors, a pesar de que son ya mayores y parece que la moda solo sea para jóvenes; vinieron y nos contaron qué hicieron ellos. Y esa es una de las cosas que más me ha satisfecho de desarrollar el CLEC: el respeto a los que construyeron la moda antes que nosotros.
El año pasado utilizaste los adjetivos “internacional, disruptivo y moderno” para definir al CLEC. ¿Qué dirías ahora?
El CLEC fue mucho más que eso, más de lo que yo mismo dije. Todo el mundo se lo curró tanto que es poco lo que dije. Fue auténtico.
Y este año qué le pides al festival.
La sensación que yo quiero tener este año es que la gente va a hacer un festival donde la sonrisa no se la va a quitar, donde va a ser todo divertido y donde solo terminar el CLEC va a estar esperando el nuevo.
Entonces, ¿València volverá a hacer clec?
No puedo medir cuánta gente va a haber, pero yo estoy notando mucho más calor y cercanía que en otras ediciones. Lo que sí es seguro es que el CLEC ya se ha convertido en algo grande.
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