Mírame

#MAKMAArte
¡Mírame!: Retratos y otras ficciones en la Colección “la Caixa” de Arte Contemporáneo
Fundación ENAIRE en colaboración con Fundación “la Caixa”
Comisariado: Nimfa Bisbe
Artistas:  Helena Almeida; Jean-Michel Basquiat; Christian Boltanski; Rineke Dijkastra; Marlene Dumas; Esther Ferrer; Günther Förg; Stefan Hablützel; Roni Horn; Sharon Lockhart; Pedro Mora; Bruce Nauman; Carlos Pazos; Seth Price; Cindy Sherman; Gillian Wearing
Naves de Gamazo
Avenida de Severiano Ballesteros 3, Santander
Hasta el 25 de septiembre de 2022

En el pasado, teníamos que fiarnos de nuestra memoria para recordar el rostro de una persona. Ahora, con el boom de las redes sociales y que todos llevamos una cámara en el bolsillo, ese parece un problema ficticio narrado en un libro de ciencia ficción.

Tanto es así, que apenas damos importancia a eso que nos parece tan habitual y que se ve hacer a todo el mundo en la calle: ahora, incluso puedes encontrarte a personas con todo un set de fotografía para realizar una serie de selfis tras salir de la peluquería y ya ni siquiera giramos el cuello al pasar. Ya ha pasado de ser una novedad a formar parte de nuestro ADN.

Pero aquí es donde se unen dos grandes fundaciones, como son “la Caixa” y ENAIRE, para aunar fuerzas -y esfuerzos- en pos del arte contemporáneo y recordarnos en Naves de Gamazo que, detrás de cualquier retrato, existe un gran trabajo que el ojo del espectador no ve, ya sea por la composición de la escena, o el vestuario utilizado, o la mirada del modelo.

¡Mírame!
‘El libro de las cabezas. Autorretrato en el tiempo, versión 2004’ (1981-2004), de Esther Ferrer, en la exposición ‘¡Mírame!’ de Naves de Gamazo. Foto: Néstor Navarro.

Eso sin contar con las decisiones que debe tomar el fotógrafo a la hora de buscar la luz idónea y seleccionar cuál será la mejor apertura de su focal, y el momento adecuado para oprimir el botón que dará vida a la instantánea, haciéndonos sentir algo inenarrable.

En esta exposición, con el título de ‘¡Mírame!’, ambas fundaciones examinan y ahondan en lo que el retrato representa en los tiempos que nos han tocado vivir. La Colección de Arte Contemporáneo de la Fundación “la Caixa” ha cedido para esta exposición 24 obras que profundizan en conceptos como ‘verdad’, ‘apariencia’ o ‘representación’.

‘Archivos del diario El caso, del año 1987’ (1989), de Christian Boltanski, en la exposición ‘¡Mírame!’ de Naves de Gamazo. Foto: Néstor Navarro.

Los 16 artistas que aquí exponen sus obras investigan cómo nuestra cultura, dominada por la tecnología y la imagen, afecta a la representación de la identidad, en especial cuando esta noción ya no es estable y predeterminada, sino tan fluida y ambigua como la naturaleza de nuestro mundo, sometida a perpetuo cambio.

Pero, aunque sea el retrato –y sus muchas formas de expresión– lo que centra la atención de toda esta exposición, no es algo tan invasivo para el espectador como cientos de rostros mirándote fijamente desde detrás de unos cristales intentando descubrir tus más oscuros secretos.

‘Bestia’ (1983), de Jean-Michel Basquiat, en la exposición ‘¡Mírame!’ de Naves de Gamazo. Foto: Néstor Navarro.

La muestra está distribuida de tal forma que ese asalto a nuestra intimidad no sea violento, sino más bien paulatino. La comisaria de la exposición y jefa de Colecciones de la Fundación “la Caixa”, Nimfa Bisbe, explica: “En el cruce de miradas que se establece en esta exposición, los retratos no dejan de observar al espectador, como si planteasen aquellas cuestiones tan eternamente humanas: ¿Quiénes son? ¿Cómo los veo?, ¿Quién soy yo?, ¿Cómo me ven?”.

Preguntas que nos hemos hecho en uno u otro momento de nuestras vidas, y que algunos aún siguen formulando en busca de la contestación adecuada. Puede que, con la ayuda de los ojos escrutadores de la sala, encontremos un atisbo de respuesta.

Los cuatro ámbitos en los que se podría descomponer esta exposición -‘La emoción a escena’; ‘Máscaras y otras ficciones’; ‘Las convenciones de la identidad’, y ‘La memoria del rostro’- nos dejan entrever cómo cada artista ve el retrato desde un punto de vista diferente, aunque esto no quita para que una misma obra pueda incluirse en varias de estas temáticas al mismo tiempo. 

Las diferentes modalidades –ya sea en la pintura, escultura, fotografía o instalación audiovisual–, nos demuestran que para un mismo punto de vista hay miles de caminos diferentes y el resultado -en este caso del retrato-, será opuesto aun siguiendo el mismo sendero.

Por eso la individualidad del ser humano es tan importante aquí, como la manera que tiene ese mismo ser humano para relacionarse con los que le rodean. No hay nada que un cruce de miradas no pueda delatar. Y no hay nada que un observador no pueda captar.

Mírame
Detalle de ‘self portrait at years old’ (2003), de Gillian Wearing, en la exposición ‘¡Mírame!’ de Naves de Gamazo, por cortesía del centro santanderino.