#MAKMAEscena
‘Música para Hitler’
Dirección: Juan Carlos Rubio
Intérpretes: Carlos Hipólito, Kiti Mánver, Cristóbal Suárez y Marta Velilla
Producción: Talycual, Txalo y La Alegría con el apoyo de Niki
Estreno nacional
Palacio de Festivales de Cantabria (PFC)
Avda. Reina Victoria s/n, Santander
Viernes 7 y sábado 8 de marzo de 2025, a las 19.30h
Las grandes figuras de la cultura, ya sean pintores, poetas, escritores o músicos, siempre han tenido relación con las personas que llegan al poder, tanto para bien como para mal. La obra de teatro ‘Música para Hitler’, qué será estrenada a nivel nacional en el Palacio de Festivales de Cantabria el 7 de marzo, y que tendrá una segunda función al día siguiente, pone en el foco de esa relación a Pau Casals (1876-1973).
El violonchelista nacido en el municipio tarraconense de El Vendrell, exiliado en el pueblo francés de Prades (localidad situada en los Pirineos orientales), recibió una invitación en 1943 para tocar nada más y nada menos que ante Hitler, el Führer alemán.
Este suceso histórico es el germen del que Juan Carlos Rubio junto con Yolanda Serrano parten para realizar el texto de la obra, aunque, como remarcó en diversas ocasiones el propio director de la función, “no es verídico lo que relata el espectáculo, sino una simple interpretación y mucha inventiva, aunque el desenlace sea el mismo que el del suceso histórico que aquí se trata”.
En la presentación a medios, que se realizó el pasado miércoles en la sala Pereda del propio Palacio de Festivales, los asistentes contemplaron una escena situada en el ecuador del espectáculo, con una duración de siete minutos en la que interactúan los cuatro actores del reparto: Carlos Hipólito, Kiti Mánver, Cristóbal Suárez y Marta Velilla.
Solo fue un pequeño fragmento de ‘Música para Hitler’, pero la esencia de cada personaje quedó prístinamente marcada, incluso una vez terminada la breve representación, en la que se vio a Carlos Hipólito en la piel de uno de los mayores violonchelistas del siglo XX.
Casals, fiel a sus ideales de no alienarse con ningún poder totalitario, se vio en aquel momento, ironías del destino, exiliado en el sur de Francia, en plena ocupación nazi y tras haber tenido que abandonar España huyendo de la Guerra Civil y de los anarquistas que amenazaban su vida.
La esposa del músico, encarnada por Kiti Mánver, trata de ser lo más diplomática posible cuando, en la obra, un teniente nazi (Cristóbal Suárez) acude a su hogar para pedirle, casi exigirle, que tocara para Hitler. En ese preciso instante, es cuando aparece en escena la sobrina de Casals (interpretada por Marta Velilla), siendo testigo de la discusión entre el oficial nazi y el exiliado español.
‘Música para Hitler’ no es una obra con moralina, sino que, por el contrario, se trata de un espectáculo, como subrayó el propio Juan Carlos Rubio, en el que “no hemos querido adoctrinar al público”; no existe dualidad alguna entre el bien y el mal, sino tan solo personas viviendo una situación extremadamente tensa.
El diseño de vestuario a cargo de Pier Paolo Álvaro viene a subrayar tan solo que unas visten con uniforme y un brazalete con la esvástica nazi, y otros, en cambio, pantalones y jerseys, o vestidos y abrigos. Como destacó Rubio, “los nazis también son personas, solo hay que conocer el contexto del tiempo y del lugar en el que se desarrollan los hechos”.
En una obra titulada ‘Música para Hitler’ no podía faltar precisamente la música, que se oye como telón de fondo a través de la Suite nº1 de Johann Sebastian Bach (1685-1750), un aporte que añadió el propio Rubio, puesto que Bach fue uno de los compositores alemanes que las autoridades nazis promovieron, junto con Ludwig van Beethoven o Richard Wagner, entre otros grandes nombres, durante el gobierno nacionalsocialista de la década de 1930 y 1940 en Alemania.
A las dos funciones previstas para los días 7 y 8, cabe añadir una charla ‘A propósito de Música para Hitler’, a modo de colofón, en la que estarán presentes Carlos Hipólito, Juan Carlos Rubio y la responsable de producción del Palacio de Festivales de Cantabria, Isabel Ibarra. Los asistentes al acto podrán conversar con los ponentes acerca de una obra que mezcla posturas enfrentadas, pero –cosa que se echa muy falta– caracterizadas por sus ricos diálogos.
