III Premio de Pintura Mardel
Las Cigarreras Cultura Contemporánea
C/ San Carlos, 78. Alicante
El jurado del Premio de Pintura Mardel 2015, compuesto por Javier Díaz Guardiola, Begoña Martínez Deltell, José Luis Pérez Pont y Sergio Rubira, ha resuelto conceder el premio a Nacho Martín Silva, por su obra «Degradé after S.T.W», y destacar a cuatro artistas con un accésit: Gil Gijón Bastante por «Primera comunión»; José Luis Cremades por la obra «Todos los colores»; Rubén M. Riera por «De-venir»; Ángel Masip por «Meteorismo II».
Premio de Pintura Mardel 2015: Nacho Martín Silva
Degradé after S.T.W, retoma el primer frame de la conocida obra de la artista británica Sam Taylor-Wood, Still life (2001), para reflexionar en torno a la relación entre las disciplinas artísticas a través de los tiempos, la relación entre los modelos y su representación y los conceptos de creación y destrucción.
Accésit: Gil Gijón Bastante
Sus mas recientes trabajos consisten en reproducciones de antiguas fotografías rescatadas de álbumes familiares, utilizando únicamente el polvo y la pelusa del entorno privado de las personas representadas como materia prima para realizarlos. La razón de emplear el polvo doméstico reside en su composición. Cada partícula que lo forma procede tanto de restos orgánicos, como piel y cabello de las personas que viven ahí; como de restos inorgánicos de los objetos que tenemos en nuestras viviendas: fibras de alfombras, ropas y otros textiles, suciedad arrastrada de la calle bajo nuestros zapatos, polución del ambiente, etc. Con ello el artista pretende recuperar de alguna manera esa estratigrafía efímera del inexorable transcurrir del tiempo que representa el polvo y modelarla en busca de una autentica re-presentación, a la vez presentación y representación, con el uso del retrato y las fotografías (para traer al presente tanto a las personas como los recuerdos de estas) y hacer presente a dichas personas, a través de los restos que quedan de ellas en el polvo. El polvo queda convertido de esta manera en una metáfora esencial de la destrucción, del paso del tiempo y de la ruina. Un resto que ya no puede ser fragmentado más y que es empleado para volver a re-crear a la persona cual ave Fénix a partir de su propia materia. El desencadenante para hacer ver al espectador que está viviendo y respirando la memoria; que sus huellas se mezclan con tantas otras ya pretéritas, en un eco eterno.
Accésit: José Luis Cremades
Cremades aborda la pintura desde la abstracción, pues considera que, como decía Carl Theodor Dreyer, la abstracción es esencial para el artista, porque le permite franquear las barreras que el naturalismo le impone y además hace que su obra deja de ser solamente visual, sino también espiritual. Rechazando los regímenes del mimetismo artístico y buscando los modos de abordar las cuestiones escatológicas a través de medio de la pintura opto por un estudio de las soluciones y estrategias pictóricamente abstractas y deliberadoras, alterando sus propios mecanismos y estructuras. Pero siempre partiendo de la experiencia y evolución técnica, ya que su obra artística no trata de reflejar la realidad sino las sensaciones y sentimientos de una persona que se enfrenta a ella. Con su obra trata de introducir en la conciencia del espectador las imágenes que apelan de modo directo a sus emociones y afectos para trascenderle a este campo del pictórico aislamiento abstracto, sin que el artista pretenda preestablecer significados. Es donde el público de modo absolutamente libre y autónomo crea su propia narración para las obras que, parafraseando a Nietzsche, son un puente y no una meta.
Accésit: Rubén M. Riera
Entre lo visible y lo cegador, como dualidad propia de la luz, Riera articula este proyecto en el que busca ampliar los límites de lo pictórico. Investiga en la búsqueda de modelos alternativos de configuración de lo visible y de cómo los márgenes de la representación se diluyen en el diálogo con el espacio. Con esta obra hace una reinterpretación de las posibilidades visuales que hay en los elementos primarios que configuran lo que entendemos por lenguaje pictórico. Existe una vuelta a los orígenes de la que se sirve para desdoblar la representación y cuestionar la realidad. El artista afirma que «Pintura es también, lo único que realmente somos incapaces de ver».
Accésit: Ángel Masip
En este trabajo se establece un juego a través de la propia semántica del término y la confusión que este pueda generar; tal y como habitualmente sucede con la experiencia artística y su análisis conceptual, bajo la exigencia de establecer una deconstrucción analítica de la práctica artística tradicional como reflejo de un pensamiento anacrónico. En la obra, la necesidad de esta renovación viene simbolizada bajo la figura de un meteorito informe, reforzado bajo la estructura dogmática que lo soporta. En este baile de símbolos se pone de manifiesto la contraposición conceptual sobre la idea de representación, así como el cuestionamiento de la percepción y de los modelos estéticos; a menudo la experiencia individual nos puede empujar a cuestionar los paradigmas mentales a través de los cuales se asientan estos conceptos. En este caso, la percepción queda confundida por exceso, rozando efectos casi fotográficos, tal vez truncada por las reminiscencias al graffiti urbano y el uso de los materiales periféricos de toscos acabados.
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