‘Most messed up’, de Old 97’s
Lo de Old 97’s en su último trabajo del 2014 debería ser digno de tener muy en cuenta. Quizás los fans más académicos de la banda no lo valoren como tal pero a mi gusto han conseguido con ‘Most messed up’ dar el salto cualitativo para no quedarse en un infravalorado grupo de culto minoritario dentro de lo que podría definirse como una atípica trayectoria in crescendo que comenzaría como pionero del country alternativo de los noventa junto a gente de la talla de Uncle Tupelo, Green on Red, Jayhawks o Son Volt.
Me da lo mismo parecer exagerado, me tiene eclipsado. Apunta alto, muy, muy alto hacia el podium del 2014 para el que suscribe. Dudo mucho que cualquier amante del buen rock no esté encantadísimo con esa espectacular apertura del álbum que supone “Longer than you’ve been alive”. Y a partir de ese momento allá que van las cartas boca arriba, el acercamiento a Paul Westerberg de los Replacements es innegable pero desde una perspectiva más acorde a los nuevos tiempos.
Se suceden los latigazos eléctricos, las melodías callejeras más cautivadoras se aceleran, el powerpop convive con las guitarras acústicas e incluso las raíces americanas se vislumbran allá al fondo entre tanta energía vital y rocanrolera.
‘Give it up’ no renuncia a nada, pedazo de trallazo. Ídem de lo mismo para ‘Let’s get drunk & get it on’ cuyo estribillo tiene connotaciones de himno borrachuzo de taberna. Y más, ‘This is ballad’ posee dinamismo y garra, ‘Wheels off’ esta vitaminada, ‘Nashville’ es un copazo en todo lo alto, recoge el sonido clásico americano, lo acelera y se lo lleva nuevamente a la barra del bar. ‘Wasted’ está bendecida tanto por el diablo como por los ángeles y ‘Guadalajara’ posee ciertos ramalazos playeros entre tanto guitarreo.
El final es de los que acojonan. No decae ni en una milésima de segundo. ‘The disconnect’ me gusta tanto que no creo que se puede superar. Ah, pero ahí llega ‘The ex of all you see’, me atrapa con ese sonido entre Tom Petty, Warren Zevon y los Long Ryders. Por si fueran pocos los pildorazos tanto ‘Intervention’ como ‘Most messed up’ se convierten en un arrollador colofón, de esos que dejan exhaustos.
Resumiendo, Rhet Miller y sus Old 97’s lo han conseguido. No hay desperdicio, la morralla brilla por su ausencia con doce cortes sin lagunas, sin sosiego y con ilusión. Nada está perdido, y como dirían algunos de mis grandes amigos «este disco es una grandísima POM», un serio candidato a «rodaja de oro del año», opinión subjetiva con ánimo de que hubiese alguien que pudiera compartirla.
JJ Mestre
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