Orfeo ed Euridice. Les Arts. València

#MAKMAEscena
‘Orfeo ed Euridice’, de Christoph Willibald Gluck
Dirección musical: Gianluca Capuano
Dirección de escena: Robert Carsen
Con Carlo Vistoli, Francesca Aspromonte y Elena Galitskaya
Cor de la Generalitat Valenciana
Orquestra de la Comunitat Valenciana
Palau de Les Arts Reina Sofía
Av. del Professor López Piñero 1, València
3, 5, 7 y 9 de marzo de 2024

Les Arts estrena ‘Orfeo ed Euridice’, de Christoph Willibald Gluck, la obra que cambió el modo de hacer ópera en los últimos años del Clasicismo. La puesta en escena corre a cargo de Robert Carsen y Gianluca Capuano será el director musical de esta propuesta sobria y minimalista, centrada en las palabras, el canto y la música, con un protagonismo especial del coro. En el papel de Orfeo estará Carlo Vistoli, considerado uno de los mejores contratenores de la actualidad.

En rueda de prensa, tanto el director artístico de Les Arts, Iglesias Noriega, como el director musical, Capuano, explicaron por qué es tan importante para la historia de la ópera esta obra. Con ella, Gluck quería poner fin a los excesos virtuosísticos y a los absurdos entramados que se habían instaurado con la ópera de Metastasio y volver a la pureza de la tragedia griega.

Y no es una casualidad que lo hiciera con el mito de Orfeo, algo similar a lo que ya intentara un siglo y medio antes Monteverdi con la misma leyenda. Estamos, pues, ante un hito fundacional en el que lo superfluo desaparece y la esencia es el centro de atención.

Al igual que en la tragedia antigua, el coro tiene una relevancia especial y cobra la entidad de personaje. Así arranca la historia, con el coro y Orfeo llorando la muerte de Eurídice de manera tal que moverá a compasión a los dioses. Orfeo tendrá la oportunidad de bajar al infierno a por su amada y traerla de vuelta, siempre y cuando no mire atrás.

En esta obra solo tenemos cuatro personajes, los dos enamorados, Amor (o Cupido) y el coro. Como apuntó Christophe Gayral, adjunto en la dirección de escena, “la importancia y el foco está en la actuación de cantantes y del magnífico Cor de la Generalitat; la puesta en escena es simple y efectiva y la luz es el elemento crucial que ayuda a la transformación, ya que solo hay una escenografía que representará tanto la tierra como el infierno”.

El director de escena canadiense Robert Carsen vuelve a València después de la buena recepción que tuvo ‘Elektra’ y lo hace con una escenificación atemporal, que prescinde de la grandiosidad y se centra en la pequeño y lo mínimo. Tobias Hoheisel firma el paisaje desnudo y el vestuario de luto de los intérpretes. La iluminación corre a cargo del propio Carsen junto con Peter Van Praet.

Como destacase el contratenor Carlo Vistoli, la versión que se representará sobre las tablas de Les Arts es la primera que Gluck escribió para el castrato Gaetano Guadagni. No hay exceso de virtuosismo, sino que es necesario unir canto y palabra, intentando salir de lo que llama la “jaula del ritmo” porque el compositor no hablaba italiano y eso va en detrimento de la comprensión, especialmente notable en los recitativos. El reto para el intérprete ha estado, según subrayó, en aprender a expresarse no solo con la voz sino también con el cuerpo.

Las sopranos Francesca Aspromonte (Euridice) y Elena Galitskaya (Amore) completan el reparto de esta coproducción del Théâtre des Champs-Elysées, la Canadian Opera Company, el Teatro dell’Opera di Roma y la Opéra Royal de Versailles.

Una obra fundamental, ahora añadida al repertorio de Les Arts, que se podrá ver solo cuatro días en València –del 3 al 9 de marzo– y cuya simplicidad, potencia, belleza plástica y musical hará que pueda abrirse, igualmente, a nuevos públicos, retomando la idea que tuvo su compositor, en 1762, de que fuera una fuerza renovadora.

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