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‘Negro sobre blanco. Acto de comunicación N41’, de Pablo Bellot
Proyecto ganador de la VIII Beca de Investigación y Producción Artística de Rambleta 2021
Sala de Exposiciones de Rambleta
Bulevar Sur, esquina calle Pío IX, s/n. València
Del 18 de diciembre de 2021 al 5 de febrero de 2022
¿Actos de comunicación o hartos de comunicación? Tal podría ser la cuestión sobre la que pivota el proyecto ‘Negro sobre blanco’ con el que Pablo Bellot ha ganado la VIII Beca de Investigación y Producción Artística de Rambleta. “Llevo realizando ‘Actos de comunicación’ nueve o diez años, para hablar de la incapacidad de comunicación del individuo contemporáneo, quien, paradójicamente, a pesar de estar en la era de la comunicación y de la información es incapaz de comunicarse”.
Así lo explica el propio Bellot. De manera que, ante la incapacidad de comunicarnos, el individuo opta por lanzar un grito en medio de la oscuridad a la que parece verse abocado por tamaña solitud. Esos “actos de comunicación” que viene ensayando el artista, harto de la falta de comunicación o, mejor aún, del hastío al que nos conduce la reducción de la experiencia al más superficial gesto comunicativo, terminan siendo puñetazos plásticos con trasfondo punk.
“Lo que hago es generar diversos actos, en los que codifico y descodifico los medios con los que lanzar mensajes, generando una serie de actos con un toque punk y underground, de manera que desestructuro esa cadena de emisor, mensaje y receptor”. Bellot desestructura esa cadena por entender que tan simple eslabón comunicativo apenas contiene una mínima dosis de la experiencia profunda del sujeto. Las palabras huecas de la comunicación dan paso, en su propuesta, a palabras encriptadas que, bajo el negro de su pintura, evocan el arrebato punk.
Así, grupos como Ilegales, Eskorbuto, Kaka de Luxe, Parálisis Permanente, Kortatu o La Polla Records, van dejando letras de sus canciones en las obras de Pablo Bellot, a partir de las cuales el artista conforma su ‘Negro sobre blanco’, a modo de pintura siniestra por la que se cuelan haces de luz. Haces que abren resquicios de esperanza para ese acto de comunicación fallido, al tiempo que sugieren las puertas de entrada a cierto vacío existencial.
‘Tiempos nuevos, tiempos salvajes’, de Ilegales, vendría a representar esa vía de esperanza, por el añadido con el que el grupo anima en su canción: “Levántate y lucha”. En cambio, ‘Peligrosos sociales’, de Kaka de Luxe, evocaría la rabia que rima con la angustia: “Nosotros somos peligrosos sociales y por las noches destrozamos cristales…Si tiro la botella mi cabeza estallará”.
Entiéndase bien: el espectador no verá esas letras, porque Bellot las oculta bajo capas de pintura negra, pero sí sentirá su resonancia en la superficie de las oscuras telas, pensadas para exorcizar la impotencia que provoca la saturación de información y su correlato, paradójicamente, incomunicativo, por el vacío de sentido a que dan lugar palabras tan sometidas al código de la simple trasmisión de mensajes.
“Esa tinta negra sobre blanco lo que hace es ocultar el mensaje, las letras mayúsculas que hay detrás, sin que puedas ver nada. Los blancos te dan ese punto de fuga, esa esperanza, a partir del cual construir lo real desaparecido o sumergirte en la nada o el vacío existencial. Hay fragmentos y palabras de canciones de grupos punk de los 80. Si en tu bagaje personal has escuchado a Eskorbuto o Parálisis Permanente, sabes el mensaje que está y lo que quiere decir. Son palabras, por tanto, que tienen una carga”, afirma Bellot.
Escribe las palabras en letras mayúsculas y lo que le interesa es que no se lleguen a ver. Así, en una de las piezas escribe, por ejemplo, cinco veces la palabra ‘Todos’ y, según el trazo de cada letra, produce una más o menos acumulación de pintura. “El espectador no la ve, pero está ahí encriptada. La palabra ‘destruye’, de la canción de Ilegales, está ahí, y tú puedes llegar a ver la materialización de una mancha negra, a partir de ese grito. Y eso es lo que me interesaba”, puntualiza.
Su primer acto de comunicación fue ‘Señales de humo’, donde ponía subtítulos a coches quemados, a partir del acto ancestral de comunicación que efectuaban los indios. “Yo lo actualizo, de forma que cualquier persona que esté quemando un coche lo que pretende es lanzar un mensaje. Descodifico ese humo para que todo el mundo lo pueda entender”, señala el artista. Y añade: “Luego he ido desarrollando, a partir de esa primera acción, diferentes actos de comunicación, hasta llegar justo a la pandemia, en la que, estando encerrados, empecé a reflexionar sobre todo lo que había venido haciendo, para realizarlo ahora de una manera sencilla y contundente, a modo de resumen, volviendo a la pintura”.
Era, dice, “como volver a la esencia” y, a través del mínimo gesto, poder llegar a lanzar un mensaje encriptado u oculto. “Entonces decidí tomar el término negro sobre blanco, que los escritores lo utilizan en literatura para constatar o refutar algo necesario, con vistas a lanzar cierto mensaje, ocultarlo y generar una abstracción, pero no una abstracción estética en la que deleitarse, sino una abstracción de aquello que no llegamos a conocer, de lo siniestro”.
‘Negro sobre blanco. Acto de comunicación N41’ juega con esa necesidad paradójica de contacto, ajeno al propiamente comunicativo que nos reduce a simples emisores y receptores, al tiempo que la impotencia por no alcanzarlo deriva en el gesto más extremo del grito salvaje punk. De la alienación padecida por culpa de palabras vacías de sentido, pasamos a la manifestación más desgarrada a causa de esas otras palabras cargadas de una potencia que las aniquila.
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