FICAE Festival Internacional de Cortometrajes y Arte sobre Enfermedades
Valencia 2-5 marzo
Desde hace algún tiempo no paro de escuchar cuando estoy con amigos cineastas, que el audiovisual valenciano está muerto. Totalmente kaput. Pero luego me encuentro con gente que se pone el mono de trabajo y emprende una solución. Estoy hablando de las personas que componen FICAE o MICE, dos festivales que nos han regalado horas de cine y de charlar sobre el propio cine estas semanas. Para que luego digan que el audiovisual valenciano está muerto.
El FICAE es un festival extraño pero muy atrayente, quizás algo morboso, pero sin duda muy didáctico, algo de lo que adolecen otros certámenes con mayores ínfulas y presupuesto. Morboso porque trata de las enfermedades y el arte, y didáctico por ello mismo.
A la primera jornada del jueves no pude asistir, porque el audiovisual está muerto, aunque yo fuera a la presentación de un proyecto de corto del genial director Miguel Ángel Font ese mismo día, coincidiendo con el FICAE. El viernes sí pude ir, y la verdad es que fue una experiencia muy buena, con momentos de desolación por ver en pantalla documentales que trataban la pobreza o la enfermedad sin demasiados paños calientes y con otros de ternura y humor negro.
Las proyecciones se realizaban en la Facultad de Bellas Artes, que nada más llegar a sus instalaciones te da la bienvenida con pintadas de arte urbanos, para desencajar tu mandibula y quedarte absorto mirándolas. Por desgracia en la sala había poca gente, yo había llegado a eso de las 11:30 y no había mucho público, algo que no se entiende, pues la entrada era gratuita y para tener al audiovisual en coma clínico, el festival era una bombona de oxígeno. Allí estaban dos directoras presentando sus cortos documentales, Natasha Hall con “BARCA2” y Joanna Guillot con “Sol, Solet, (Lonely Sun)” la cual nos maravilló a los presentes. Que hubiera poca gente es algo que no se entiende, pero a mi me pareció genial para poder convertir el festival en algo familiar, para poder charlar, para poder comprender la idiosincrasia de tan arriesgado, pero necesario, evento.
El viernes no pude asistir a todo, una lástima, porque me hubiera encantado. El festival llegaba a su fin, eran solo cuatro jornadas de cine, pero que tenían un regusto a gran evento.
FICAE disponía de varias sedes en este su segundo año, además no sólo se ceñía al cine, sino que tenía en su programación secciones paralelas, a las que no pude acudir, pues el cine congregó toda mi atención, como Exposiciones o charlas. El viernes el festival se desplazó hasta el emblemático IVAM para su sección oficial, quizás un lugar más adecuado por su cercanía al centro y por ser más conocido por el público en general que la Facultad de Bellas Artes.
El sábado se entregaban los premios en el IVAM, a la gala de clausura acudieron un número mayor de personas que a las proyecciones. El festival otorgaba tres premios a las diferentes categorias que entraban en competición. “She Moaned” dirigida por Guo Mao-Quan, fue la ganadora en Mejor Cortometraje de ficción, y el segundo premio fue para “Colourful Knot” de Polen Ly, y éste año , como mejora, la organización del festival quiso valorar otros trabajos dentro de la categoría con menciones a “Before We Lose” de Cristhian Andrews y “Prozac” de Fabio PS.
En la categoría de documental el premio del jurado recayó en “Julian” de Julia Furer, y el segundo a “Water Ghost” de Wen Li, y sus menciones fueron a caer en las manos de documentales sobresalientes como “A Cold Land” de Shahriar Pourseyedian y “Keeping Balance” de Bernhard Wenger. No os podéis perder “A Cold Land”, un corto documental que te hiela la sangre y te desgarra por dentro, podéis encontrarlo en Vimeo. Y por último, en cuando a corto de animación, el premio se fue para Alemania con el corto “Spirit Away” de Betina Kuntzsch, y el segundo para “Marius” de Pierre Julien Fieux, y las meciones en esta categoría fueron para “Mer Depré” de Margaret Orr y “The Tree” de Sare Shafipour”.
Tras la entrega de premios pudimos ver los trabajos ganadores. Reconozco que no estaba de acuerdo con el dictamen del jurado, pero sí con el criterio, a mi juicio muy bueno, de la organización en la entrega de las meciones a los cortos. Una lástima que no hubiera estado entre los galardonados “The Surgeons” de Siar Sedig, por su humor negro y que trata con frialdad un tema como el tráfico de órganos o “Max” de Jonas Bloquet, que habla con bastante originalidad sobre la eutanasia. Nunca llueve a gusto de todos, pero lo que sí que disfrutamos es de poder ver que en otras partes del mundo se hace tan buen cine, que Valencia está creando espacio para poder llegar a otros mundo cinematográficos con tanta calidad y que no todo tiene porqué ser comercial.
Hay que dar la enhorabuena a Pepe Miralles, y a todo su equipo, por el trabajo que han hecho con FICAE y por su profesionalidad. Además, a los asistentes nos trataron muy bien, algo que se echa en falta en eventos que se consideran más grandes, y por último hay qye valorar el gesto que tuvieron desde la organización con el bloguero Isaac Sánchez, el espectador más fiel (vio todo los cortometrajes) al que le premitieron, a modo de regalo sorpresa, subir a estrado a descubrir el nombre del ganador a Mejor corto de ficción.
Ojalá dure muchos años FICAE y sigan trabajando tan bien como éste años. ¡Larga vida al FICAE!
Javier Caro