#MAKMALibrosyMúsica
‘Aires del pueblo’
Rocío Márquez y Elvira Lindo
Festival Fronteras València
Organizan: Conselleria de Cultura de la Generalitat Valenciana, Institut Valencià de Cultura (IVC), Palau de les Arts, Ayuntamiento de València con su red de bibliotecas municipales y La Fábrica
Colaboran: Palau de la Música, Gremi de Llibrers, Berklee College, Ayuntamiento de Elche y Radio 3 como medio asociado
Hasta el 15 de junio de 2024
El Festival Fronteras se extiende por la Comunidad Valenciana, desde València hasta Elche. La segunda edición mediterránea del festival lleva un matiz descentralizado que ubica a los artistas en diversos lugares de ambas ciudades, como librerías, teatros, centros culturales y auditorios.
La línea del festival es distendida y no parece discernir entre estilos o géneros musicales. El Festival Fronteras te permite disfrutar del rap de Tesa, del rock de Jorge Ilegal e, incluso, del flamenco de Niño de Elche, mientras también habilita espacios para novelistas como Paco Cerdà, poetas como Luna Miguel o filósofos como Ernesto Castro.
De este modo, el pasado jueves 12 de junio, bajo el título ‘Aires de pueblo’, Fronteras concitó a Elvira Lindo y Rocío Márquez para propiciar un diálogo en Les Arts moderado por Jesús Ruiz Mantilla, director artístico del festival, quien destacó la concepción de la cultura como un lugar de encuentro.
Un nexo a partir del que la novelista y la cantaora conversaron sobre la emocionalidad y la naturaleza dispar de sus procesos artísticos respectivos, en los que “el peso de la tradición en el flamenco es mucho mayor, mientras que en la literatura se celebra la innovación”, tal y como matizaba Elvira Lindo.
“Frente a los repertorios que sabes que funcionan, es necesario mezclarlos con la innovación”, apuntaba una Rocío Márquez que confesaba utilizar la crisis como motor creativo. “En una de estas crisis en las que sentía que me había quedado sin mecha, un amigo me recomendó que cantase para mí, a solas, y funcionó”.
En cambio, la autora gaditana señalaba la importancia de la literatura como punto de encuentro. Aunque haya escritores que escriben dialogando consigo mismos y otros que atienden a lo que “les regala el exterior, es necesario escuchar porque, cuando se presenta el diálogo, no pueden ser dos voces la misma, con la misma procedencia”.
“Al final, lo que quieres es que te entiendan en cualquier sitio; esa es la comunicación pura”, refería Lindo a propósito su experiencia de varios años residiendo en Nueva York, un período que le permitió reencontrarse con el flamenco. “Allí se entendía muy bien la música”.
Otro punto que trataron las creadoras fue el componente emocional en ambas disciplinas. Para Elvira Lindo, “se pueden hacer trampas desde todas las facetas artísticas. Darte cuenta de que tienes al público comprado con emoción… La contención es muy importante”.
Mientras, Rocío Márquez indicaba que su trabajo ha de despertar a esa mente más abstracta, haciendo referencia a las voces intuitivas de ‘La boca del lobo’. Atendiendo a la intuición, la escritora vindicó el papel de los sueños en las infancias: “Todos los niños son artistas”. “Con la instrumentalización del don, es fácil perder la mecha”, replicaba Márquez.
Una espoleta de la creación, igualmente literaria, que la novelista no es capaz de concebir sin su ritmo. De hecho, Lindo alumbró una analogía entre los ritmos de la música, la percusión y las formas de generar humor, en tanto que “el humor y la música esperan la recepción del público. Todo es muy sensorial”.
No obstante, para Rocío Márquez la relación entre música y literatura no le llegó de una forma tan natural. Ella percibió el peso de las palabras cuando tuvo que cantar una canción sobre violencia de género, que terminó rechazando por la carga moral de las palabras. Sin embargo, reconoció el poder de la música para la difusión y transmisión de la poesía. “Muchísimos poetas los he descubierto antes por la música y, luego, he llegado al libro”.
La clave para la creación, a la postre, pareció ser la escucha, tanto para la música como para la escritura. Una cualidad que permite captar las voces de un público que es diverso y que busca sentirse identificado con cualquier tipo de arte.
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