#MAKMAMúsica
‘Volverme a enamorar’, de Russian Red
La Rambleta
Bulevar Sur esquina calle Pío IX s/n, València
22 de marzo de 2024, a las 21:30
Esa chica de grandes ojos y bonita voz tenía 13 años cuando empezó a componer sus propias canciones. Lo hacía en inglés porque era ese idioma el que asociaba con la música que escuchaba con pasión y, además, le parecía más exótico y misterioso. Empezó a actuar en las estaciones de metro, pero no tardó en subir a los escenarios y convertirse en una estrella del pop indie con un nombre artístico, Russian Red, que tomó prestado de un lápiz de labios que usaba en esa época (ya no lo usa).
Con apellidos tan españoles como Hernández y González, necesitaba con urgencia un pseudónimo. Y acertó al escogerlo. Dejó un par de carreras universitarias a medias y se lanzó en brazos del arte para el que ha sido muy bien dotada, lo que le ha hecho saborear las dos caras del éxito.
«Lo que más me gusta del mundo de la música es el hecho impagable de que la gente quiera escucharme, conectar con mi cabeza y mi corazón», dice Lourdes Hernández. «Lo que menos, el precio que hay que pagar por la fama», apostilla.
Quienes echaban de menos a Russian Red, tras una década de silencio, están de enhorabuena, porque acaba de lanzar su quinto álbum, ‘Volverme a enamorar‘, e incluso podrán verla cantar en vivo y en directo a la largo de su gira en teatros de distintas capitales españolas. En València, estará en La Rambleta el 22 de marzo.
«En la primera parte, presentaré algunos temas de mi disco nuevo y, en la segunda, un popurrí de mis grandes éxitos», adelanta Lourdes. «Al principio de mi carrera no tenía suficientes temas para llenar la hora y pico pero ahora voy sobrada». ‘I Love Your Glasses’ (2008), ‘Fuerteventura’ (2012), ‘Agent Cooper’ (2014) y ‘Karaoke’ (2017) son sus anteriores trabajos.
Este álbum empezó a fraguarse en una fiesta, cuando Russian Red cantó una canción de Enrique Iglesias acompañada a la guitarra por un amigo, ya que las superlargas uñas que lucía le impedían tañer las cuerdas. «He seguido un proceso de composición distinto a los anteriores», explica. «Los textos son míos, pero la música la compusimos a seis manos: Luis Sansó –Luichy Boy, de la banda de indiepop Cupido– y Carlos René. Componer con más gente te da más libertad y, lógicamente, enriquece el resultado».
En cuanto al título, ‘Volverme a enamorar’, no se trata de una referencia a la música, sino al amor humano. «El enamoramiento te conecta a todo lo que forma parte de tu vida», afirma. «Enamorarse es algo adolescente, egoísta y necesario, pero si no me enamorara y desenamorara, no tendría nada que cantar. De hecho, me considero un investigadora de las relaciones románticas, una experta en amor».
‘Me gustan todos los chicos’ sirve de introducción y bienvenida en su último elepé, mostrando su faceta más sugerente y juguetona. Una guitarra de inspiración casi bossa nova da paso a unos coros de girl group de los 60, hasta que entra la voz principal.
Le sigue una pieza de pop atemporal que sienta las bases del conjunto, ‘Para todos los chicos en su habitación’. ‘No entiendo nada’, uno de los adelantos que ya se habían podido escuchar, toma el testigo, uno de los nuevos clásicos de su cancionero, con tono de fotografía velada que provoca que parezca una canción de toda la vida y, a la vez contemporánea.
‘Intelectual sexual’ quizá sea la pieza más divertida, a medio camino entre lo carnal y lo filosófico, con reflexiones sobre la vida que vivimos a través de las pantallas. ‘This Is Un Volcán’ también suena conocida. Fue el primer corte que Russian Red compartió de este nuevo proyecto y es como ver a un amigo con el que hacía tiempo que no quedabas.
Aquí se mueve entre el inglés y el castellano, conduciendo una melodía muy melancólica. El toque improvisado de ‘Unafresca’, que puede traducirse como ajuste de cuentas irónico consigo misma, le confiere una cercanía especial que está presente en todo el disco. ‘La última vez’, su tema preferido, es un acierto inmediato y rotundo.
Arreglos creativos e ingeniosos que parecen querer escapar de la categoría de pop clásico para tejer una suave psicodelia que arrulla el oído y calienta el alma. «Estaba escrito en las estrellas que nos íbamos a encontrar/ Lo más bonito es que no teníamos ni idea de cuando iba a pasar», canta Lourdes con emoción a flor de piel.
Ese mismo toque romántico, en la fina línea entre la comedia y el drama, se percibe en ‘Tus p*tos labios’, que provoca una sonrisa y la hiela a la vez. Para terminar, ‘Yo me lo invento’, colofón perfecto que muestra el lado más íntimo de Lourdes Hernández.
Los años que permaneció alejada de la música no estuvo inactiva. Hizo su debú como actriz con ‘Ramona’, un filme en blanco y negro de Andrea Bagney rodado en el barrio madrileño de Lavapiés, en 2022, en plena pos pandemia. Una historia que aborda la crisis de identidad y madurez de los 30 y retrata la ciudad al estilo de Woody Allen.
«’Ramona’ me cambió la vida y le estoy muy agradecida», dice Lourdes. «No me parezco nada a ella, soy un poco kamikaze, no timorata como es el personaje, así que me rodé a mí misma para hacer de otra persona diferente», subraya.
Un proyecto a largo plazo que se cuece en su mente inquieta es una ópera pop con elevadas dosis de tragedia y gran despliegue escénico y musical. El germen de un gran desafío para su futuro artístico. «Tal vez a los 50 años lo pueda llevar a cabo», aventura esta artista recuperada para sus fans.
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