#MAKMAEscena
‘¿A qué sabe la luna?’
CamelCat Producciones
Sala Russafa
Dénia 55, València
Sábado 16 de noviembre a las 17:00
Domingo 17 de noviembre a las 12:00

La programación familiar devuelve la actividad a Sala Russafa y ofrece al público una moraleja sobre el trabajo en equipo. La formación madrileña CamelCat sí ha optado por mantener su visita al público valenciano con la versión escénica de uno de los cuentos más populares y oportunos ahora mismo, ya que habla de cómo el esfuerzo compartido ayuda a lograr un objetivo común. 

Una moraleja que encaja con la situación social que vive la provincia de Valencia estos días de colaboración y solidaridad de vecinos, así como efectivos de diferentes ámbitos llegados de todos los rincones del país.  

El centro cultural de Russafa recupera cierta normalidad al poder ofrecer esta semana parte de su programación prevista para noviembre. La oferta para público familiar se mantiene de la mano de la formación madrileña CamelCat y su versión escénica del popular cuento ‘¿A qué sabe la luna?‘.

Una obra que en 2019 recibió el Premio del Público de Sala Russafa al Mejor Espectáculo Familiar y que, desde 2016, ha pasado anualmente por el escenario de este centro de producción, formación y exhibición de artes escénicas. 

“Para nosotros es una alegría encontrarnos cada temporada con los y las espectadoras valencianas. Algunos padres y madres nos escriben durante el año para saber cuándo volveremos, muchos de ellos repiten porque a sus hijos les ha encantado y otros, que vinieron con el primero, ahora regresan con el segundo porque esto es ya casi como una tradición”, explica Sara Luna, intérprete de esta pieza donde manipula títeres de gran tamaño para representar la historia creada por Grejniec Michel. 

En cada actuación, CamelCat agota prácticamente las localidades y congrega a un buen número de seguidores del ambiente natural, participativo e imaginativo que propone esta fábula que es uno de los libros infantiles más vendidos del mundo. 

sala russafa, luna

“Llegamos a ella por casualidad. Yo llevaba haciendo teatro familiar desde hacía años con diferentes compañías, también proyectos propios, y veías que muchas veces la respuesta del público no dependía de la originalidad o la calidad del espectáculo.

Así que un día, hablando con un técnico de una sala después de una función, me comentó algo muy obvio, pero en lo que no había pensado hasta el momento: las familias traen a sus hijos e hijas a ver historias que ya conocen”, recuerda la intérprete.

Por eso triunfaban la representaciones tradicionales o actualizadas de cuentos clásicos, por ejemplo. De manera que Luna investigó qué historia infantil contemporánea era popular, tenía una moraleja interesante y podía dar juego escénico. 

Así surgió este espectáculo que lleva en gira desde 2016, con representaciones en diferentes puntos de España y su ciudad de referencia, Madrid, prácticamente todas las semanas. “A Valencia llevamos viniendo hace 8 años y la función ha ido mejorando y evolucionando. Ahora sabemos adaptarnos rápidamente al público que nos encontramos en la sala, porque a veces son niños más pequeñitos y otras veces más mayores.

En ocasiones vienen con sus padres, otras con sus compañeros de clase en funciones escolares…”, comenta la artista sobre la variedad de su audiencia y cómo identifican rápidamente si hay cosas que necesitan explicarle, si otras las entenderá por sí misma o si convienen guiños para los adultos que llevan a sus hijos e hijas.

“Podría pensarse que estamos cansados de representar siempre este espectáculo. En la compañía ya tenemos 10 diferentes porque ‘¿A qué sabe la luna?’ nos ha abierto muchas puertas y sigue siendo el que más gira. Pero la verdad es que me siento una verdadera afortunada de poder disfrutar cada vez que salgo al escenario a contar esta historia” explica la actriz, que ha aplicado sus conocimientos como educadora infantil para sacar el máximo partido de cada función. 

El sábado, a las 17:00, y el domingo, a las 12:30, el público podrá disfrutar de una puesta en escena que incluye canciones, la posibilidad de hablar con los personajes a los que se da vida a través de títeres elaborados artesanalmente, incluso de verlos de muy cerca porque la representación no se limita al escenario, en ocasiones también ocupa el patio de butacas.

“Los niños y niñas se involucran en la función de una manera que a veces te carga de energía como actriz. No puedes esperar que un pequeño de 3 años esté sentado cuarenta minutos en una butaca sin decir nada, pero si le haces sentir partícipe, si puede interactuar con la historia que les estás contando, son experiencias increíbles para ellos y para mí”, sostiene Luna. 

Así, este fin de semana el teatro de Ruzafa se transformará en una sabana habitada por varios animales, que van exponiendo su curiosidad por conocer el sabor del astro que ilumina la noche. Un objetivo que parece inalcanzable, aunque poco a poco irán descubriendo que, si se apoyan mutuamente, si trabajan en equipo, son capaces de llegar mucho más alto de lo que jamás hubieran pensado y quién sabe si podrán descubrir a qué sabe la luna.

Una moraleja que puede palparse estos días en la provincia de Valencia gracias a la colaboración ciudadana, de efectivos de cuerpos de seguridad y protección civil, así como de profesionales sanitarios venidos de distintas ciudades de la Comunitat Valenciana y del país. Una solidaridad que demuestra la fuerza del trabajo en equipo.