#MAKMAEscena
‘Descarados’, de Santiago Sánchez
Con Juan Gea, Lola Moltó, Marta Chiner, Rafa Alarcón, Carles Montoliu, Carles Castillo y Víctor Lucas
Teatro Talia
Cavallers 31, València
Del 28 de abril al 30 de junio de 2022
Una sociedad que busca crecer hacia dentro no puede evadir la sensibilidad que proporciona el arte en todas sus formas. Es curioso cómo algo tan imprescindible puede percibirse como innecesario en algunas ocasiones. La cultura es más que el reflejo de la sociedad, es su situación la que puede diagnosticar el estado enfermizo de toda una nación.
La compañía L’Om Imprebis, en coproducción con Olympia Metropolitana, presenta su último trabajo ‘Descarados’ en el Teatro Talia, con un vehemente matiz reivindicativo hacia las reprimendas que atañen a la profesión actoral. Si el oficio está muy castigado, el problema se acentúa todavía más en el teatro.
Y si hay alguien que conoce bien los recovecos del mundillo, incluso los más inhóspitos, ese es Santiago Sánchez. Dirige, actúa, gestiona, crea, viaja e inventa a ritmo vertiginoso desde muy joven. “Hay que poner en valor la cultura de proximidad. Estos productos kilómetro 0 que estamos poniendo en valor por ejemplo en la gastronomía, también debe hacerse con el teatro. No por ser de aquí, sino por expandirlo afuera”, argumenta.
“El intento desde Valencia es crear un núcleo teatral que se expanda a toda España, no ser una compañía valenciana que se queda en Valencia. La idea es funcionar aquí y que, de pronto, vayamos a Andalucía y se entienda que la nuestra es una compañía nacional”, sentencia Sánchez.
La obra predecesora a ‘Descarados’, ‘Por los pelos’, es un ejemplo del objetivo que persiguen con ímpetu ambas compañías. La avalan más de 300 representaciones y cinco años de gira, y, no solo eso, sino que sus creadores la denominan como “una obra de fondo de armario” que, a pesar del nuevo estreno, se seguirá llevando a los teatros; no caduca.
“Yo creo que debemos buscar proyectos para estabilizar la profesión; a actores, a actrices, a compañías en el tiempo y buscar la calidad. Hay que programar buen teatro”, resalta Sánchez, quien añade: “En estos dos años hemos vivido momentos muy difíciles. ¡Qué bien poder estar ahora seis semanas! Si hay algo que hemos demostrado es que no hay que tener las obras dos días, sino que, si el público está con nosotros, nosotros estaremos también”.
Tal y como recoge la propia revista Makma, a modo de declaración de intenciones, citando la frase del filósofo e historiador David Hume: “Todo placer languidece cuando no se disfruta en compañía”. El público es el sustento del arte y el arte lo es del pueblo. Por ello los artistas colocan al público como el elemento central de su labor.
“El teatro inventó el crowdfounding hace mucho tiempo y se llama entradas”, subraya Sánchez, quien, más allá de lo económico, agrega: “Qué osadía la de aquellos bufones o actores que tenían que trabajar solo para el rey; qué cosa tan terrible debía ser intentar hacer gracia a una sola persona; nos hace falta en la comedia el público”.
Para cumplir la misión de fidelizar al público, sin medias tintas y por todo lo alto, rescatan con ‘Descarados’ al Premio Nobel de Literatura Dario Fo, coincidiendo con el vigésimo quinto aniversario de tal reconocimiento. “El texto es tan sencillo, tan directo, tan inteligente, tiene tantas virtudes…”, suspira la intérprete Marta Chiner.
Tampoco se queda a la zaga el director, que asevera: “Elegir a Dario Fo tiene su sentido. Es un autor que hace mucho tiempo que no se pone en escena; esa sátira, esa cultura popular, ese valor del teatro urgente y fresco…”. Curiosamente, 40 años desde que su compañía representó ‘Muerte accidental de un anarquista’, del mismo célebre autor.
Guardándose el halo de misterio previo al estreno, pero poniendo de manifiesto la calidad de la carpintería teatral que hay detrás, desvela que esta obra la escribió Dario Fo para poner en solfa lo perversos que pueden ser los mecanismos del Estado. Desde un humor blanco para todos los públicos, la obra se detendrá en incógnitas como: ¿Qué pasaría si se confundiera en un secuestro a un alto cargo con una persona de a pie? ¿Habría ocurrido lo mismo?