Senior i el Cor Brutal (16 Toneladas, 14-6-14)
A la mínima oportunidad me repito otra vez más y cuantas haga falta, casi como antes el alioli de las patatas bravas en la cena previa del bareto de turno durante la noche del evento. Me parece una auténtica gozada que en estos tiempos que corren en los que bastantes son más de lo mismo, en que buena parte del pop y del rock nacional (y por qué no también internacional) parece aburguesado, aletargado, incluso insensible e indiferente con el mundo real, el de la calle, tengamos una banda de la categoría de SENIOR I EL COR BRUTAL que sabe conjugar la calidad artística e instrumental con unas letras cultivadas y en bastantes casos impregnadas de una crítica social corrosiva. Mayor mérito si cabe tiene hacerlo en una de las lenguas que cohabitan en la actual España y que, injustamente, acaban siendo más ninguneadas de lo normal en el mundillo del rock (y por qué no decirlo también, en el mundillo de la cultureta nacional wertiana). Por tanto, de normalización poca pero satisfacción mucha para los suficientes que valoramos positivamente estas muestras de aptitud y de actitud.
Los valencianos de Senior i el Cor Brutal ya tienen un póker de discos a tener en cuenta sin bajar el nivel, un número importante que, dada además la calidad de los cuatro, debería ser la envidia de muchos de su profesión desde por ejemplo algunos que encabezan carteles de festivales a otros que son reverenciados por los medios especializados como lo más cool a pesar de que se intuya que su legado tiene fecha próxima de caducidad para entrar de lleno en el baúl del olvido. Porque la banda de Micalet Landete es uno de los estandartes de lo más selecto de rock valiente, atrevido y elaborado del panorama actual. La última prueba de ello ha sido su flamante último disco “El poder del voler”, el que se presentaba delante de la parroquia, a mi gusto hasta el momento uno de los dos mejores álbumes nacionales de lo que llevamos de año entre los que han caído en mis manos.
Había ganas, muchas ganas, de ver cómo se las gastaban en la exhibición de su nuevo directo, con una apuesta más eléctrica que aquella maravilla acústica y conceptual de folk-rock que fue el “València-Califòrnia” del 2013.
Tras el tono acústico de los teloneros durante la velada del pasado sábado 14 de junio en la Sala 16 Toneladas de Valencia comenzaron Senior i el Cor Brutal limpiándose, volviendo a ser vírgenes, oro puro, arrancaban con “Ja era hora” de “L’experiència gratificant”, el primer álbum que publicaron en el 2009. Poco después también sonaría otra, valga la redundancia, experiencia gratificante pero más desoladora: “L’animal”.
Del plato fuerte “El poder del voler” cayeron todas, la ofrenda al nuevo rico del Ayuntamiento “On t’has clavat”, la peculiar historia de “Cele”, la incisiva y sarcástica con el rock’n’roll “Tancs” (lástima que fallara el sonido en un temazo de ese calibre), las desagradables cantinelas para monseñores y otros señores de buen ver como “La bomba del plaer” o “Els professionals” (esta última en los bises), los homenajes a “Lapido xicotet” o a Eef Barzelay con la adaptación de “Roselleta” y, por supuesto, momentos álgidos del festín entre la concurrencia como “El cel de les Illes Caiman”, ese profiláctico de la derecha carnal en “Una nova política”, ese fabuloso reclamo a la acción de los “Actes d’amor” o el tema que da título al disco protagonista “El poder del voler” (allí planeó esa especie de sentencia: “…el Voler és lo que ens salva, el Voler els executarà”).
Como sorpresas para el que suscribe “El bar no tanca” o un “Agre” adaptación de un tema de Els Pets. El final antes de los bises sería con toda la sala repleta entonando la escueta y fraternal letra de “València-Califòrnia”, como si fuera un trayecto que ya antes había incluido “L’home que era ahir”. Además también, entre los clásicos que desfilaron del 2011 no faltó “Tots el ianquis que vull” o mención aparte a ese agudo y jocoso final de “Gran”.
Es curioso que lo que se le pide al rock no obtenga después un generalizado apoyo por parte de la mayoría de medios o de aficionados al rock. Siempre estará la excusa de que es demasiado rock reaccionario. ¿Y qué queremos? ¿Acaso Dylan no lo fue? Benditas sean las reacciones ante las acciones y más si son de la talla de “El poder del voler”, el nuevo disco de un grupo que es orgullo de un considerable sector minoritario del pueblo valenciano, el de la otra Valencia, el que no gana elecciones. La salvación está en el querer.
Juanjo Mestre. http://woody-jagger.blogspot.com/