Silvia Bächli

#MAKMAArte
‘Partitura’, de Silvia Bächli  
Comisariado: Bárbara Rodríguez Muñoz
Centro Botín
Muelle de Albareda s/n, Santander
Del 11 de mayo al 20 de octubre de 2024

La música es un arte que nos persigue con sonidos repletos de cadencias; con melodías, compases o tonadillas que nos acompañan desde los albores de nuestra especie, en aquellos tiempos donde con unos simples palos y haciéndolos chocar entre sí, ya disponíamos de las herramientas necesarias para tener música.

Con esa música, la artista suiza Silvia Bächli (1956) inauguró el pasado 10 de mayo la más reciente exposición en el Centro Botín: ‘Partitura’. Se trata de una serie de dibujos colgados de las paredes del centro artístico santanderino, que se mantendrán hasta el próximo 20 de octubre de, presente año.

Con esta muestra, el Centro Botín apuesta de nuevo por los dibujos, como ya sucediera en el pasado con artistas como Juan Muñoz o la exposición dedicada a Francisco de Goya, entre otras.

La primera planta del edificio ha sido dividida en ocho espacios independientes e interconectados entre sí por la artista suiza que, con la ayuda de la comisaria Bárbara Rodríguez Muñoz, ha ideado la disposición de la sala.

Son ocho los lugares que hay, diferentes todos, pero cada uno de ellos con un nexo en común. Como apunta la comisaria: “Ocho espacios u ocho movimientos en los que en cada sala acoge obras colgadas a diferentes alturas”. Diferentes alturas para, como si de un pentagrama se tratara, colgar las notas de una partitura que ofrece al espectador una cadencia y un ritmo para poder sumergirse en su recorrido.

‘To leave a self life’ (2017), Silvia Bächli y Eric Hattan, en el Centro Botín de Santander. Foto: Néstor Navarro.

“Yo solo soy la compositora, pero son los espectadores los intérpretes”, señaló la propia Silvia Bächli, apuntando hacia la batuta de quien dirige la música, pero también hacia el lugar que ocupa el público como receptor de los sonidos.

La exposición ‘Partituras’ arroja luz sobre la continuidad y sobre los cambios. Pues, aunque parezcan conceptos distintos, Bächli nos enseña en esta muestra cómo pueden ir de la mano. Así, obras de sus inicios se mezclan con sus últimos proyectos, reflejando la evidencia de esa continuidad en su trabajo, al tiempo que señala el cambio como algo necesario en el desarrollo de cualquier artista.

Silvia Bächli exhibe fragmentos de cuerpos en blanco y negro, figuras femeninas ensimismadas, interpretaciones en un naranja quemado de la estructura reticular o sus más recientes superficies expansivas en color. Como indica la propia artista, “cada dibujo es una nota y toda la sala forma parte de la partitura”.

La linealidad es característico en muchas de sus obras. Como subrayó Rodríguez Muñoz, “las sencillas y sensuales propuestas visuales de Silvia parten de su uso constante de la línea y variabilidad de la pincelada como base expresiva, dando lugar a composiciones murales que parecen cobrar vida: respirar, moverse, descansar o gritar”.

Y añadió: “Ha sido un honor acompañar a Silvia en el proceso de elaboración de esta exposición expansiva, pensar con ella sobre el ritmo de la muestra, las texturas, la melodía y la forma en que nuestros visitantes se sumergirán en la “partitura” que ha creado para el Centro Botín”.

Cuando preguntaron a Bächli por sus obras más recientes, ella, tras pensar sobre ello y enumerar alguna de las obras expuestas en la sala, contestó: “¿Qué significa ser nuevo?” Y concluyó su intervención diciendo: “La música, eso es lo más nuevo de la exposición”.

Obra de la exposición ‘Partitura’, de Silvia Bächli. Imagen cortesía del Centro Botín de Santander.