tino Sehgal

#MAKMAarte
El Greco / Tino Sehgal
Comisariado: Udo Kittelmann
Centro Botín
Muelle de Albareda s/n, Santander   
Del 7 de octubre de 2023 al 11 de febrero de 2024

Con un monolito dorado en un lugar privilegiado de la segunda planta del Centro Botín, el artista Tino Sehgal (Londres, 1976) nos presenta un diálogo con ‘La adoración de los pastores’ (1577-1579),cuadro pintado por Doménikos Theotokópulos (Grecia 1541- Toledo 1614), más conocido como El Greco.

En esta obra perteneciente a la colección de la Fundación Botín, podemos ver cómo la luz, la armonía, los colores y la vida irradian cada centímetro del cuadro. Se puede ver cómo un niño Jesús recién nacido es bañado por una luz caída del cielo, una luz blanquecina, pura, como el amor de una madre hacia su vástago. En esa luz proveniente de los ángeles que observan a ese niño-dios, vemos que todo lo que está a su alrededor queda en penumbra.

Los pastores, con sus llamativos atuendos, quedan apagados en la sombra, mientras los padres, María y José, admiran a un niño envuelto en ropas tan blancas como la luz que le llega del cielo. En un plano inferior, San Jerónimo rompe esa cuarta pared del cuadro mirando directamente fuera, al espectador, quien mira a su vez el cuadro cruzando su mirada con la del santo.

Tino Sehgal, en Santander. Foto de Belén de Benito por cortesía del Centro Botín.

Lo primero que sorprende, después de tantas exposiciones en el Centro Botín, es ver la estancia completamente diáfana, vacía de todo lo innecesario. Ni una barrera arquitectónica en sus 1.400 metros cuadrados impide que nuestros ojos vayan de un lado a otro de los enormes ventanales, que, como el propio Tino Sehgal señaló durante su muestra en torno a El Greco, “es un elemento fundamental de esta exposición, pues se juntan cuatro elementos: mi obra, la de El Greco, el gran ventanal de Renzo Piano y el paisaje de la ciudad de Santander”.

Con esta diafanidad, el artista londinense ha querido crear algo más que una obra. Para esta, su primera exposición en España, ha creado un diálogo que va más allá del tiempo. Un diálogo con los temas que el propio El Greco trató en la obra expuesta.

La pintura del artista renacentista rinde un claro homenaje a la vida misma, al nacimiento de los niños y aquellos que cuidan de ellos. La obra de Sehgal, ‘This youiiyou’ (Este túyoyotú), transforma y amplía este tributo ensalzando las interacciones fugaces que surgen a través de los vínculos afectivos con las relaciones de cuidado mediante la voz, el movimiento y el gesto.

Familias que participan en la obra en vivo de Tino Sehgal. Foto de Belén de Benito por cortesía del Centro Botín.

La obra de Sehgal transmite situaciones en donde lo personal trasciende a lo material, y donde lo importante es la energía que se transmite. En esta representación con una coreografía lenta, sin angulosas perturbaciones en el dinamismo de los movimientos, van entrando y saliendo de escena madres e hijos.

Mientras, las voces, también con un ritmo lento y una melodía tranquilizadora, empiezan a interactuar con los recién nacidos, a medida que la danza nos muestra esa interconexión que entrelaza los vínculos entre las madres y los bebés que miran al espectador con total naturalidad y desenfado.

La exposición ‘El Greco/Tino Sehgal’, comisariada por Udo Kittelman, miembro de la Comisión Asesora de Arte de la Fundación Botín, nos hace ver, en palabras del propio comisario, que “es una obra muy sensible, muy frágil, porque hay seres humanos involucrados”, a lo que añade: “Todas las relaciones son frágiles. El mundo es un lugar frágil y lo que necesita es que lo cuidemos. Como a los niños hay que cuidar”.

Centro botín
De izda a dcha, Udo Kitterman, Tino Sehgal, Bárbara Rodríguez (directora de exposiciones del Centro Botín) y Fátima Sánchez (directora ejecutiva del Centro Botín), durante la presentación de la exposición de Sehgal. Foto: Néstor Navarro.

Esos mismos niños pequeños, que apenas pueden andar por sí solos, son los que imparten la energía necesaria, puesto que en palabras del propio Sehgal: “Los bebés son seres energéticos”. Se trata, por tanto, de la misma energía de la que los adultos a veces precisamos para encontrar las fuerzas necesarias con las que poner un pie delante del otro.

Así pues, la relación simbiótica que mantenemos con la generación de nuestros hijos, es la otra cara de la moneda que mantuvimos hace años con la generación de nuestros padres. El círculo se llega a cerrar, puesto que el diálogo que nos muestra esta obra es la reunión en un solo espacio del pasado, del presente y del futuro.

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Detalle de ‘Adoración de los pastores’, de El Greco, en la muestra de Tino Sehgal, en el Centro Botín de Santander.