#MAKMAArte
Entrevista con la artista Tiziana Chiara
SiO2 Glass jewelry
Denia 14, València
Abierto de lunes a sábado de 11:00 a 14:00 y de 17:00 a 20:30
La artista Tiziana Chiara combina su pasión por la técnica ancestral del vidrio con el mundo de la joyería. Su gusto por la creación de objetos bellos y, a su vez, útiles le permiten jugar con texturas y tamaños, cristalizando en su propio sello personal y distintivo, la marca SiO2, donde la tradición técnica se aúna con el diseño contemporáneo para crear piezas actuales, pero también atemporales.
Nos adentramos en su estudio/tienda, situada en la calle Denia 14, para descubrir los secretos del fascinante mundo de la creación escultórica y del modelado en vidrio a pequeña escala, que tienen como resultado la realización de pequeñas piezas de orfebrería basadas en las formas puras y los juegos cromáticos, así como en la ductilidad y sensualidad plástica de las mismas, que se encuentran bajo el precepto de la simplicidad pero que, nada más lejos de la realidad, acontecen un trabajo de gran complejidad.
Chiara empezó a gestar su fascinación por la artesanía del vidrio a través de su núcleo cercano. “Me acerqué al vidrio por medio de los padres de una amiga que eran artesanos y se dedicaban a hacer vidrieras. Mi padre también lo ha trabajado por hobby y porque le gustaba mucho, así que he vivido desde pequeña los procesos artesanales”, afirma.
Asimismo, dada su gran inquietud artística y su pasión por la técnica del vidrio, Tiziana Chiara se formó en la modalidad de Bellas Artes. “Descubrí el vidrio justo antes de empezar la universidad y me cautivó muchísimo justo por lo ancestral, el proceso de poner una pieza en el horno y ver cómo se transforma en una pieza única fundida, con varias reacciones que se pueden generar con óxido, con colores que se transforman, burbujas…”, prosigue.
Este autodidactismo en la búsqueda de conocimiento se sustenta sobre un trabajo artesanal profusamente olvidado en las esferas académicas. “Cuando hice la carrera, intentaba colar en las asignaturas cosas en vidrio para seguir practicándolo. En la universidad no había nada de vidrio; aún, a día de hoy, no hay universidades donde se dé vidrio, pero eso es otro tema”, subraya Chiara, cuya problemática queda patente en su trayectoria artística vital, donde el aprendizaje personal, basado en la experimentación y la reivindicación de la técnica manual, son algunos de los ejes fundamentales de su obra.
“Cuando terminé Bellas Artes, me fui a Barcelona a una escuela profesional en la que te formaban en trabajo en vidrio, enfocado en la creación de objetos escultóricos como una salida laboral y me vino muy bien para enfocarme. Siempre he tenido como esa dualidad entre lo que es crear una obra de arte y crear un objeto de uso”, apunta.
“Yo siempre he tirado mucho más por algo que esté aglutinado en un todo, de manera que pudiese estar ese arte o artesanía más cerca de las personas. Entonces fue cuando decidí formarme un poco más en joyería para tener recursos y poder crear pequeños objetos, porque son eso, objetos”, agrega Chiara.
Por otro lado, en su obra también radica la necesidad de gestar un estilo propio y reconocible, a través del cual el público pueda vislumbrar a la propia artista en sus piezas. En este sentido, inició su andadura para crear su marca personal SiO2, un proyecto gestado en 2008 que ha ido evolucionando hasta desembocar en lo que es a día de hoy.
“Empecé con una amiga aquí, en València, y luego nos separamos, pero elegimos juntas el nombre de SiO2 –óxido de silicio–, el componente básico del vidrio, comúnmente conocido como arena, que se combina con más materiales. Tenía claro que quería trabajar con el vidrio y con las joyas porque era lo que me gustaba, aunque luego he pensado en añadir pequeños objetos o encargos personales. Empecé en un taller muy pequeño, compartido, y luego, poquito a poco, ya fueron naciendo oportunidades en otro local con venta directa. Además, antes me movía más haciendo ferias para darme a conocer”.
En sus piezas, por tanto, se puede ver la utilización de la técnica del vidrio a soplete y, en menor medida, del vidrio soplado, que se pone al servicio de las formas para resaltar la utilidad del objeto, pero también su componente estético.
“He incluido la técnica del vidrio-soplete, que me permite jugar en tres dimensiones –lo bonito que es plasmar una pieza con el fuego tridimensionalmente– y hay veces que las joyas son más delicadas, pero siempre trato de poner en valor ese trabajo artesanal y la transparencia del vidrio, jugando así con ambas partes”, señala la artista.
“También juego con formas muy puras y texturas –continúa explicando–, así como con cambios de material, aunque lo que me ayuda un poco a jugar es crear curiosidad hacia el público. En la última serie, por ejemplo, he matizado completamente el vidrio de manera que, aparentemente, las piezas parecen casi gomosas y me encanta porque la gente pregunta si las puede tocar para entender realmente lo que es”.
De igual manera, las piezas creadas por Chiara suponen una síntesis entre la modernidad –de las formas y líneas– y la tradición –de la técnica de modelado en vidrio–, siendo, a su vez, completamente atemporales y sobreviviendo a décadas y modas.
“El proceso es bastante largo de colección a colección; no vamos con los tiempos de la moda. Ese fue un motivo por el cual dejé de ir a París, porque para los tiempos de la moda hay que tener un equipo muy grande o ser muchas personas y esta rueda de ritmos no es la que yo busco”, confiesa la artista.
“Por otro lado –prosigue–, me he dado cuenta de que, jugando con algo simple, como la fórmula de un círculo o dos colores, las joyas y las colecciones duran en el tiempo, y eso me hace feliz porque significa que es un diseño que las hace atemporales”.
Cuando diseña dice que cuantos menos elementos utilice mejor: “Prefiero centrarme en uno que tenga fuerza, como un color, una textura o una composición asimétrica, pero buscando también mucho el equilibrio”.
Hay veces que dice quedarse con la pieza dos semanas en el taller, observándola porque algo no le cuadra, al no estar, por ejemplo, bien equilibrada. “Intento sintetizar y crear ese equilibrio que hace a un objeto bello. También los materiales creo que lo hacen moderno. Busco ese toque entre urbano y moderno para diferenciarme de lo que hay en el mercado: esa síntesis entre lo moderno y atemporal del diseño y el material, que es ancestral”.
“Es como un juego de tradición en el que hay que darle otra vez valor al vidrio porque siempre ha sido un segundo plato que imitaba las piedras, más costosas, así que la intención es volver a poner en valor este material”, destaca.
La profusa actividad creativa de Tiziana Chiara ha cristalizado, igualmente, en proyectos colaborativos, como el realizado junto con el diseñador Moisés Nieto para el Museo Nacional del Prado, en el que la que la artista creó unos pendientes basados en la obra ‘Bodegón’–primer cuarto del siglo XVII–, cuya autoría pertenece al pintor flamenco Osias Beert I.
“Moisés Nieto creó un proyecto cápsula y me propuso colaborar con él, como doble firma. En la colaboración me inspiré en una pieza de un bodegón del propio Museo del Prado; concretamente, me fijé en el pie de una copa y sobre ella hicimos una pequeña reproducción con movimiento, porque iba a ser un pendiente”, apunta la artista.
“Ahora está expuesto en el museo junto con otras colaboraciones que realizó Moisés con diferentes artesanos, puesto que colaboró conmigo, junto con otros ceramistas y artistas del sector textil. Creo que el Prado es un buen enclave para que estén cada una de esas piezas, ya que es un lugar de cultura y tradición”.
En otro contexto, Tiziana Chiara también imparte clases en su taller con el objetivo de revitalizar e impulsar el oficio artesanal del vidrio y su perduración en el tiempo, además de propiciar su puesta en valor, como bien señala ella misma: “Si no transmitimos esto de alguna manera, se va a perder. Y ahora, como parece que es un momento muy especial, en el que hay más interés por lo artesanal y por aprender cosas nuevas, pretendo que sea como una experiencia, que la gente se apasione y quiera trabajar en ello. En definitiva, el objetivo es hacer que el vidrio persista en el tiempo como oficio, tal y como es”.
Tiziana Chiara, con su sello SiO2 y a base de perseverancia, refleja la llegada de nuevos tiempos y esperanzas para el trabajo artesanal, tradicionalmente considerado menor por la disciplina hegemónica de las Bellas Artes, vislumbrando así un camino esperanzador dentro de la eterna disputa entre las artes liberales y manuales, poniendo de manifiesto lo difícil que resulta obtener el reconocimiento erudito en los oficios tradicionales, como si carecieran de intelecto y originalidad.
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