Tránsito

#MAKMAMúsica
‘Tránsito’, de Jesús Torres
Dirección musical: Jordi Francés
Dirección escénica: Carles Alfaro
Les Arts en coproducción con el Teatro Colón de Buenos Aires y la Ópera de Tenerife
Teatre Martin i Soler
Palau de les Arts
Avda. del Professor López Piñero 1, València
Días 23, 25 y 26 de mayo de 2024

Les Arts, en coproducción con el Teatro Colón de Buenos Aires y la Ópera de Tenerife, presenta ‘Tránsito’, ópera prima del compositor Jesús Torres, quien ha realizado una adaptación homónima del texto del escritor valenciano Max Aub.  A cargo de la dirección musical, se encuentra Jordi Francés, y bajo la dirección escénica, el dramaturgo y escenógrafo, Carles Alfaro.

Pese a que en 2021 ya se representó una versión de ‘Tránsito’, sorprendentemente, Les Arts la repone, convirtiéndose en la primera ópera contemporánea en español presentada esta temporada por el teatro valenciano, en la que destaca igualmente el trabajo de escenografía de Luis Crespo, la iluminación a cargo de Antonio Castro, el vestuario de Carmen Arce, y la labor audiovisual de Amador Artiga, con el fin de mostrar una perspectiva diferente de este espectáculo.

Esta reinterpretación de la ópera permite sumergirse en las raíces de la tierra del escritor. De hecho, Max Aub transita por su texto, siempre desde un ‘pacto oximorónico’, con el que se dejan traslucir pedazos de su vida.

La cruda realidad fue que, con el estallido de la Guerra Civil, Max Aub tuvo que huir de València y terminó por exiliarse en México. Allí, en 1944, escribió la pieza teatral ‘Tránsito’, ambientada en una noche del exilio mexicano del año 1947.

Partiendo de esta surrealista premisa, vierte en sus palabras la objetividad sentimental de excombatientes y exiliados republicanos españoles, quienes perdieron la esperanza de que los ejércitos aliados en la II Guerra Mundial pusieran fin al régimen franquista.

Escena de la ópera ‘Tránsito’. Foto: Mikel Ponce y Miguel Lorenzo, por cortesía de Les Arts.

Inteligentemente, en la obra, Max Aub anticipó su vida siete años; una zozobra que ya predijo Lorca: “El más terrible de los sentimientos es el sentimiento de tener la esperanza perdida”.

En otras palabras, el escritor adelantó las manecillas del reloj para reflejar la condena a la que se vieron sentenciados muchos exiliados. Por tanto, la historia también es un testimonio sentimental de este trágico periodo histórico.

La ópera de cámara cuenta la historia de Emilio (interpretado por Isaac Galán), un escritor español exiliado en México. Se desarrolla de forma orgánica: una noche en vela y una habitación. La noche, escenario que permite a Emilio personificar sus sombras y sus miedos, le presenta fantasmalmente a su mujer Cruz (encarnada por María Miró), quien se ha quedado en España junto con sus hijos. Ella se convertirá en un personaje testimonio de todas las escenas.

El motivo central de las conversaciones de la pareja será su hijo Pedro (interpretado por Pablo García López). El naif e idealista Emilio percibe que se aleja de su hijo. Mas, mientras él siente que fue ayer cuando abandonó España, para Pedro “ya han pasado muchos años de mar de por medio”.

La realidad golpea súbitamente al protagonista: Emilio tiene a su lado durmiendo a Tránsito, su pareja en el exilio (papel interpretado por la mezzosoprano Carmen Artaza). La dicotomía de Emilio se da entre regresar a España o empezar un proyecto de vida en una nueva tierra.

“Emilio sufre un conflicto interno que no tiene solución. Ha llegado hasta unas grietas en su ser, que eso ya no tiene vuelta atrás”, señala Carles Alfaro. La pugna que angustia a Emilio fue el conflicto que se planteó el exilio republicano español en 1939: retornar a casa (una España ya democrática) o quedarse en la nueva patria (donde habían pasado su exilio).

Escena de la ópera ‘Tránsito’. Foto: Mikel Ponce y Miguel Lorenzo, por cortesía de Les Arts.

En su momento, se conocían dos tipos de exiliados. Por un lado, el ‘transterrado’, aquel que se adaptaba al nuevo país que los acogía (individuos que mayoritariamente solían ser burgueses). Por otro lado, el desterrado, quien volvía a su tierra porque le pesaba demasiado la maleta de recuerdos. Carles Alfaro explica que Max Aub no sabía cómo sentirse y esta confusión la pone en boca del personaje de Emilio.

El conflicto de Emilio se agrava todavía más al saber que su amigo Alfredo (papel desempeñado por Toni Marsol) ha decidido volver a España y dejarle solo en México. Destaca una de las frases de Alfredo, quien dice que en México lo ha perdido todo, hasta el acento. Como notoriamente señala Alfaro, “el personaje toma esta decisión porque sufre lo que es ser inmigrante”.

Con todo, Jesús Torres acepta el encargo que el Teatro Real de Madrid le presentó en 2019, y escribe su proyecto como un ‘literaturóper’ homónimo. El resultado es una ópera de cámara cantada en español, dividida en 12 escenas o ‘instantes’, que intercalan escenas vocales con interludios musicales. Lo atípico se convierte en necesario, para resaltar así el onirismo del espacio-tiempo.

Asimismo, la pieza está concebida para cinco cantantes y una orquesta de cámara de 18 instrumentistas (la Orquesta de la Comunitat Valenciana). Con ella, han realizado un rico trabajo instrumental para que la música se ajuste a los personajes. El compositor Jesús Torres explica que “la música de ‘Tránsito’ es ligera y transparente; la de Cruz es densa y violenta, llena de remordimiento y dolor. No hay leitmotiv, pero sí una estructura”.

Escena de la ópera ‘Tránsito’. Foto: Mikel Ponce y Miguel Lorenzo, por cortesía de Les Arts.

Torres relaciona el texto de Max Aub con el uso de material diatónico, un lenguaje natural, y elementos que se relacionan con la música tradicional española, a fin de alejarse del expresionismo alemán. O, como dice Jordi Francés, hacer “un expresionismo arraigado a la tierra”.

Además, el compositor se propuso renovar la orquesta y resaltar los colores tímbricos de cada instrumento. Ergo, ha incluido algunos instrumentos atípicos como el saxofón y el acordeón. Este último, “un instrumento popular con el que, tal vez, se me permita identificarme a mí mismo”, declara emocionado el mismo Jesús Torres.

“La forma en que hemos enfocado el proceso ha dado como resultado una función notablemente angustiosa”, señala Jordi Francés. Su propósito reside en buscar que el público se desvele con esta historia poética, realista y angustiosa.

“Todos los elementos (el espacio, la música, el texto…) contribuyen a la propia forma de hacer los personajes, y, por supuesto, a la música de Jesús”, continúa diciendo. Necesariamente, se ha concebido la ópera desde el realismo. “No se puede olvidar la realidad”, reitera Carles Alfaro.

Por ende, Jesús Torres se ilusiona al ver que ‘Tránsito’ está a punto de estrenarse: “Lo fascinante es que cada vez es menos mi obra y más la de los demás”. Consiguientemente, invita a los espectadores a embarcarse en este viaje hacia el exilio, un lapso de tiempo y espacio, un tránsito… ¿Catártico?