Ubaldo Bal

#MAKMAArte
‘Bajo Perfil’, de Ubaldo Bal
XVI Bienal Internacional de Cerámica de Manises
Casa de Cultura
Calle Mayor 91, Manises (València)
Hasta el 13 de septiembre de 2024

«Para crear, primero hay que cuestionarlo todo». Quien lo dijo fue la arquitecta y diseñadora Eileen Gray. Pero pudiera haberlo dicho Ubaldo Bal, el ganador del premio de diseño de producto de la Bienal Internacional de Cerámica de Manises de 2022, quien ahora vuelve al certamen para presentar ‘Bajo Perfil’.

Ubaldo Bal cuestiona la relación entre el arte y el diseño; indaga en los límites entre la industria y la artesanía; se pregunta por la interferencia del hombre en el entorno. Con su mente inquieta y su estilo minimalista, el diseñador revisa conexiones; cruza fronteras.

Para comprobarlo, basta con observar ‘Flute’, de la serie ‘Fireworks’. La pieza fue premiada en la anterior edición de la BICM «por utilizar las posibilidades térmicas de la cerámica para incorporar el fuego y el calor en los interiores, en un diseño con un alto nivel técnico y estético, fácil de usar y que aporta una fusión de varios productos, chimenea, radiador y aplique de luz», indica el catálogo del evento.

Ver esta publicación en Instagram

Una publicación compartida por Ubaldo Bal (@placton.design)

«Esta pieza es la evolución de una serie que empecé hace tiempo –nos cuenta Ubaldo Bal–. En este caso, es un aplique de pared. Lo interesante es que utiliza el fuego, ese recurso ancestral, dándole una revisión a la utilización desde el hábitat contemporáneo. Además, la cerámica necesita el fuego para terminarse y tiene la propiedad de retención del calor. Pero también interviene el metal, que hace justo lo contrario».

Contrastes que no crean contradicción, sino complementariedad. En la obra de Bal todo parece establecer conexión: los materiales, las formas, los conceptos. Sin embargo, cuando le preguntamos si él había pensado en la relación de València con el fuego cuando presentó la pieza de ‘Fireworks’ en la pasada bienal, el diseñador es sincero:

«No lo pensé, pero ahora que lo dices, sí que cuadra. La verdad, me gusta ir mucho más atrás, indagar en cuestiones más antropológicas, como la relación del hombre con el entorno, del hombre con el hombre, del hombre con la industria. Me siento muy a gusto de jugar con los límites. Y la cerámica tiene mucho de esto también, porque se ha desarrollado la industria, pero tiene, igualmente, la parte de taller y la artística».

Ubaldo Bal. Bajo perfil
Lámpara de cerámica y aluminio, de Ubaldo Bal, en la exposición ‘Bajo Perfil’. Foto: Tátylla Mendes.

Ubaldo Bal estudió Bellas Artes, pero empezó, de facto, por Arquitectura y, al final, acabó decantándose por el Diseño Técnico e Industrial. «Arquitectura, básicamente, fue un medir bien y salir. Me apetecía más crear. Luego, cuando estudiaba Bellas Artes, yo tiraba más a escultura. Me gustaba mucho el volumen. Y de ahí me fui hacia el diseño, por el tema más práctico, la funcionalidad».

«Yo no me considero artista –trata de aclarar Bal–. Soy un diseñador que hace cosas creativas, pero me gusta estar yendo de un polo a otro; lo de jugar con los límites. Me gusta mucho recrearme en el proceso creativo y dejar piezas un poco abiertas, a veces, pero también pensando en la función».

La actuación de Bal en la industria creativa es diversificada. Parece gustarle, sobre todo, combinar creatividad y funcionalismo. Ya ha trabajado haciendo packaging, diseño gráfico, editorial e, incluso, expositivo. Su empresa, Placton Design, fue una de las responsables del diseño expositivo de Madrid Design Festival 2021, entre otras muestras. El diseño expositivo de ‘Bajo Perfil’ también es de su autoría.

Ver esta publicación en Instagram

Una publicación compartida por Museo de Cerámica de Manises (@museuceramicamanises)

En la exposición que se puede contemplar en el marco de la XVI BICM, Ubaldo Bal señala «cómo el hombre deforma la materia de su entorno. Lo simbolizo mediante un gesto rectilíneo. Una mano coge la materia plástica –en este caso, la cerámica– y la deforma haciendo un gesto rectilíneo. De ahí viene el hilo de ‘Bajo Perfil’».

A través de un ademán sutil y, a la vez, decidido, el diseñador genera cambios en la materia; crea productos delicados y elegantes. Su actitud sobria nos recuerda a lo que dijo Einstein: «El arte es la expresión de los más profundos pensamientos por el camino más sencillo».

Para acercarnos a las cavilaciones de Bal, hace falta percatarse que, al investigar la modificación del entorno material humano, el diseñador aborda aspectos formales, matéricos y procesuales.

«Tiré de productos industriales cerámicos hechos por extrusión, como son los ladrillos, y otros los he modelado yo, directamente, con terraja. O sea, que hay piezas que parten desde cero, que cojo la pasta cerámica y la deformo, y otras en las que parto de elementos industriales que están rotos o cortados. Además, otro guiño que he hecho aquí fue dar el salto a los perfiles metálicos, los de aluminio, que utilizan, también, el mismo proceso de extrusión».

Ubaldo Bal. Bajo perfil
Ubaldo Bal y Tátylla Mendes, durante un instante de la entrevista, junto a uno de los frutales de pared que forman parte de la exposición ‘Bajo Perfil’.

Aunar concepto y utilidad no siempre es fácil. Pero Ubaldo Bal lo logra. Con sus fruteros modulares, sus estanterías de líneas refinadas y sus novedosas lámparas, el diseñador nos habla sobre la interacción entre hombre y materia, sobre la relación entre industria y artesanía y sobre la complementariedad que puede llegar a haber entre materiales tan contrastantes como la cerámica y el metal.

«Empecé por estas piezas, que son fruteros de pared modulares, que puedes configurarlos como quieras. Se podrían haber hecho por extrusión, pero yo quería investigar este concepto de la deformación de la materia con bajo perfil, y los he hecho con terraja».

Enseguida, Bal nos enseña lo que, según él, «es más bien un sistema constructivo, pero se podría utilizar como estanterías, la verdad». Y, por fin, nos guía hasta sus innovadoras lámparas en las que juega con la reflexión de la cerámica haciendo contraste con el aluminio. «El límite entre el frío y el orgánico».

El diseñador se muestra reservado, habla bajo, es sucinto, pero no deja de comentarnos, también, aunque brevemente, sobre su experiencia en la XVI Bienal Internacional de Cerámica de Manises:

«No me ha dado tiempo a ver mucha cosa todavía. Pero la obra del ganador, Juan Ortí, me pareció espectacular. Es un orgullo que se hagan este tipo de bienales en España y, aún más, en una zona con tanta tradición, para poner en valor esta parte, que si no se actualiza, si no se mantiene viva con iniciativas como esta, acaba siendo historia».