Julio César, dirigido por Chema Cardeña
Sala Russafa
C / Dénia, 55. Valencia
Del 10 al 19 de febrero de 2017
Cuando se levantan no sólo Hollywood, también en el cine español, voces que demandan un papel igualitario de la mujer en la escena, Sala Russafa programa una propuesta en la que la lucha de poder puede tener también una lectura de género.
Del 10 al 19 de febrero el teatro acoge una peculiar versión del Julio César de William Shakespeare, fruto de un proceso de investigación actoral, en el que se realiza un guiño a la a la época isabelina en que se estrenó esta pieza, cuando las mujeres tenían prohibido actuar y los papeles femeninos eran encarnados por hombres.
Chema Cardeña adapta y dirige este montaje que propone un giro de 180°: en esta ocasión, once mujeres encarnan a los personajes, mayoritariamente masculinos, de esta potente trama. Así, los populares César, Antonio, Bruto, Octavio o Casio cobran vida con la voz, sensibilidad y fuerza de las actrices Rocío Ladrón de Guevara, Irene González, Lucía Poveda, Rocío Domènech, María Pérez, Patricia Sánchez, Mónica Zamora, Ruth Palones, María Asensi, Alejandra Beltrán y Sara Bonell. Se suman al elenco Juanki Sánchez y José Torres para dar vida a los personajes femeninos de esta conspiración contra el dictador romano.
“Esta historia sobre la lucha de poder demuestra que los clásicos lo son, precisamente, porque lo que subyace en sus historias nunca pasan de moda. En la actualidad política encontramos hoy día cantidad de problemas sucesorios y de traición muy parecidos a los que vivía la antigua Roma”, apunta el director y dramaturgo.
Para Cardeña, supone un estímulo más en esta historia introducir el punto de vista del género, ya que permite dar un nuevo aire a esta historia que ha tomado vida en multitud de montajes para el teatro y cine. “Recientemente, en un artículo de opinión publicado en un semanal de un popular diario nacional, un escritor se preguntaba qué necesidad había de actualizar la puesta en escena de los clásicos, de trasladar las tramas a otras épocas y lugares o de introducir mujeres en sus tramas cuando originalmente no las tenían. Quizá para algunos sea traicionar la voluntad original del autor, pero yo creo que es algo que enriquece la experiencia del espectador, que le acerca un texto que fue escrito en un momento histórico distinto y que es una oportunidad para superar barreras como las que imponía, por ejemplo, la ley isabelina”, argumenta Cardeña.
Precisamente para compartir con los espectadores los motivos que han llevado a esta curiosa versión y para apoyar las reivindicaciones tanto de un protagonismo igualitario de la mujer en las artes escénicas como de la libertad a la hora de trabajar con los clásicos, siempre desde el respeto, las actrices de esta pieza leerán un manifiesto antes de cada función. “Creemos que puede ser positivo que el público sepa las razones del planteamiento de este Julio César. No es algo casual, sino el fruto de una verdadera convicción de que el teatro no sólo sirve para reflejar el mundo, también puede poner su granito de arena para intentar cambiarlo”, afirma el director de esta valiente propuesta.
Un espectáculo de impactante puesta en escena, que surgió como montaje final del curso de interpretación de post-grado para profesionales de Sala Russafa y que ahora regresa al centro con sus miembros constituidos como formación, Trece Teatro, dentro del ‘6é Cicle Companyies Valencianes’ que del 27 de enero al 26 de marzo el centro cultural dedica íntegramente a propuestas de la escena autonómica.
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