«Vigreyos. Abstracciones con Alma»
Comisariada por Lucía Romero Segura, Presidenta de la Asociación de Críticos de la Comunidad Valenciana
Galería Espai Nivi Collblanc
Camino Viejo de Ribesalbes 18, Culla, Castellón
Inauguración: 24 de febrero de 2024, a las 12:00
Hasta el 5 de mayo de 2024
El desarrollo del arte abstracto en Estados Unidos durante la década de los años cuarenta, fue marcado por diferentes artistas que vieron otras posibilidades del arte más allá de la representación figurativa del mundo. Para ello, realizaron un trabajo de introspección para aflorar todo el potencial de esta nueva propuesta, generando el uso de nuevos cromatismos, potenciando la gestualidad y sobre todo la libertad de expresión.
Dentro del campo de la pintura destacan artistas como Jackson Pollock, Willem de Kooning o Mark Rothko dentro de este nuevo género, el expresionismo abstracto. En el campo de la cerámica, que también vivió este gran estrépito que ocasionó la vanguardia, la historia del arte nos aporta nombres como Peter Voulkos, Yusuke Aida o Norman Arsenault, autores que serán una influencia y maestros de nuestro gran ceramista Vicente Gomis, Vigreyos.
Vigreyos nacerá en Alcoy en 1935, y será durante su infancia que experimente por primera vez con el tosco barro de la riba del río Serpis, un hecho que lo recordaba entre risas durante una entrevista que le realicé, ya que su desbordante pasión por este material por aquel entonces le hacía volar la imaginación.
Vigreyos estudiará en Valencia en la Facultad de Filosofía y Letras, donde realizará diferentes actividades culturales que harán que el régimen ponga su mirada sobre él. Después marchará a Francia para aprender el idioma, y dado que España no le ofrecía lo que necesitaba en ese momento, se traslada a Estados Unidos donde empieza una nueva etapa dentro de su formación.
Allí toma su primer contacto profesional con la cerámica abstracta de manos de sus maestros Norman Arsenault y Yusuke Aida en el Museum of Fine Arts de Boston. Más tarde realiza el Master of Arts de la Universidad de Columbia, en Nueva York, bajo la dirección de Francisco García Lorca.
Durante este periodo americano, Vigreyos se forma junto a Arsenault, de hecho sus primeras obras se acercan a las de su maestro. Más adelante, amplia sus conocimientos gracias a la presencia en el mundo de la cerámica del gran Peter Voulkos, autor que trabaja con una gran expresividad y sensibilidad las obras cerámicas.
Tal y como el propio artista exponía, en diversas conversaciones mantenidas con él, la cerámica que conocía en España tenía un uso comercial, como son los azulejos, los aguamaniles, los cántaros, las vajillas de barro, o la fina porcelana, productos que Vigreyos descartó al llegar a Estados Unidos y ver todo el abanico de posibilidades que se abría ante sí al comprender que la cerámica podía expresar, podía ofrecer texturas, sentimientos, en definitiva trasladar el alma y la esencia de su creador.
En esta etapa se aprecian obras donde la maleabilidad es patente generando grandes volúmenes y sus piezas sufren y viven a través de cada poro. A veces brillan con los esmaltes, otras toman el color del óxido como tono, o muestran el dolor a través de las fracturas y heridas, pero siempre destilan la pasión de su creador en su factura.
En su ímpetu por conocer y aprender viajará a Dinamarca, Finlandia y Noruega para trabajar en las diferentes empresas de producción cerámica, pero por desgracia sin fortuna. Volverá a Francia, y más tarde a Barcelona mantendrá una entrevista con Antoni Tápies. Definitivamente se establecerá en Francia, donde configura el Chateau de La Coste como galería y monumento generando una grandísima expectación.
Realizará entre los años sesenta y setenta una exposición en Nueva York y participará en varias colectivas con destacados ceramistas nacionales, como la que tuvo lugar en el Museo Nacional de Cerámica González Martí en 1979, donde expuso junto a artistas como Arcadi Blasco, Elena Colmeiro, Joan Miró o Pablo Picasso entre otros. Su incomparable trabajo fue totalmente reconocido a nivel nacional, incluyendo su nombre en la vanguardia artística de los setenta.
Los años siguientes la vida de Vigreyos viene marcada por la enfermedad, lo que hizo que se dedicara más al proceso de investigación y a abrir una nueva galería de arte en Collonges-la-Rouge, en Francia.
Volverá definitivamente a España en los años dos mil, donde se establece en Confrides, una pequeña localidad de Alicante, cerca de su Alcoy natal. Será en 2010, cuando Consorcio de Museos de la Generalitat Valenciana, le realiza una exposición resumen de su trayectoria de manos del comisario Josep Pérez Camps.
En 2021, el Ayuntamiento de Alcoy le hizo un homenaje a toda su trayectoria para conservar su recuerdo y recoger también su legado dentro de la cultura de la ciudad.
Su reciente pérdida, en noviembre de 2023, nos ha impedido disfrutar de su presencia pero hoy lo sentimos cerca gracias a su maravilloso trabajo que se puede recoger entre las paredes de la Galería Espai Nivi Coll Blanc.
Lucia Romero Segura
Historiadora del Arte y Crítica de Arte
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