Woman

#MAKMAAudiovisual
‘Woman’, de Yann Arthus-Bertrand y Anastasia Mikova
Productora: Hope Production
Año 2020
Filmin

Fondo negro, primer plano de una mujer, una cámara frente a ella. Así empieza ‘Woman’. Directo y sin vaselina. El espectador frente a esa mujer anónima, sin obstáculos, sin florituras ni atrezo que hagan bonito. Nada. La mujer frente al ojo imparcial de la cámara, el espectador frente al rostro de una desconocida que cuenta su historia en la intimidad de nuestro hogar. Después de ella, aparece otra, y otra, y otra y así hasta perder la cuenta.

Dos mil mujeres procedentes de todas partes del mundo participaron en este proyecto de Hope Production. Cada mujer comparte brevemente su experiencia, una concreta, una historia con la que podemos sentirnos identificadas. Las más desafortunadas se verán reflejadas en las palabras de aquellas en donde la dignidad y el horror sin saber muy bien cómo conviven en armonía.

Fotograma de ‘Woman’, de Yann Arthus-Bertrand y Anastasia Mikova.

‘Woman’ es el medio por el que se comunica una realidad que se ha vuelto cotidiana, normal, no por ello justa o aceptable. Se habla de ablación, violación, tráfico de mujeres, maltrato, aborto; también de sexo, de orgasmos, de belleza, de la menstruación, de la vejez, del trabajo, de la ambición, de la maternidad, de las que no quieren pasar por ella. Se habla de todo ello con diferentes voces, idiomas, religiones y clases sociales. 

En este documental no hay imágenes que hieran la sensibilidad de nadie, no hay lucha explícita, tampoco se muestran escenas violentas ni vejaciones. Nada de eso. Son las palabras las que le revuelven a una por dentro, es la emoción impresa en la voz de la persona que tienes frente a ti. Es un documental para amantes de lo minimalista. Sencillo, que no simple. No hay nada simple en este largometraje.  

Fotograma de ‘Woman’, de Yann Arthus-Bertrand y Anastasia Mikova.

‘Woman’ es un viaje a través de la mujer, no como un todo sino como un ser individual. Últimamente, se nos presenta a la mujer como una gran masa homogénea que alza su voz al unísono. Sin embargo, no hay que olvidar que esa gran masa está compuesta por personas, mujeres, cada una diferente, con circunstancias distintas, con edades diferentes, con creencias opuestas, cada una con sus miedos e inseguridades, con traumas y deseos, con una sexualidad propia, una mente única, unos objetivos diferentes que solo quieren ser respetadas.

Si buscamos en el diccionario qué es el respeto nos encontraremos con que respeto es, entre otras cosas, veneración y acatamiento. No, respeto no es acatar. No debe serlo. Respeto es conocer los límites que no deben ser cruzados, respeto es empatía, comprensión, es dejar vivir. Eso es respeto. No hay que venerar, no hay que acatar, hay que comprender. Comprender a la persona que tenemos frente a nosotros, ponernos en su lugar, comprender que las personas no son objetos, la mujer no es un objeto. 

Cartel de la película ‘Woman’, de Yann Arthus-Bertrand y Anastasia Mikova.

Este documental ofrece imágenes bien elegidas, sencillas, silenciosas, que acompañan a los testimonios sin artificios. Hay quien lo ha tachado de paternalista, ¿por qué? Parece que para denunciar hay que gritar, hay que ver la herida, la sangre brotar. No. Las palabras bastan, deberían bastar, palabras que cuentan, que denuncian, que narran una verdad horrible. No hay nada paternalista en eso. 

El documental no oculta la pena, tampoco hay victimismo, no se edulcora la violencia, ni se censura lo sexual. Muchas son supervivientes, unas lloran, otras ríen, otras se muestran impasibles ante la cámara, todas son diferentes. Hay vida, fuerza, supervivencia. 

‘Woman’ es un documental que promueve el tú a tú, que nos presenta a mujeres contando una historia. La suya. Solo ellas. Solo tú. 

Fotograma de ‘Woman’, de Yann Arthus-Bertrand y Anastasia Mikova.