Ylana Yaari

#MAKMAArte
‘Raíces suspendidas’, de Ylana Yaari
Galería Thema
Cirilo Amorós 87, València
Hasta el 3 de noviembre de 2023

“¿Por qué los árboles esconden el esplendor de sus raíces?”, se cuestionaba Pablo Neruda en 1974 en su ‘Libro de las Preguntas’. Ahora, con la exposición ‘Raíces suspendidas‘ en Galería Thema, la artista brasileña Ylana Yaari trata de descubrir este misterio desde otra perspectiva, estimulándonos a investigar qué esconden nuestras propias raíces. Y es que, como dijo Julio Cortázar, “la cultura es el ejercicio profundo de la identidad”.

“Mis pinturas y esculturas tienen formas abstractas que pueden remitir a más de una cosa. Cada persona puede encontrar diferentes significados. Es este ejercicio que creo que te hace mirar a tu raíz”, apunta Yaari.

En el texto de presentación de la muestra, el comisario Jorge Cueto coteja la intención detrás de la obra de la artista con la idea de identidad dialógica que defendía Mijail Bajtin, la identidad construida en relación con el otro.

La galerista Beatriz Aranda añade que muchos artistas comparten esa idea de que sus obras no tienen un significado fijo: “Pero a mí lo que me parece interesante es que Ylana lo defiende como una reflexión positiva para la humanidad. Porque es un trabajo intelectual también lo de interpretar y uno tiene que sentir esa estimulación para continuar ese proceso creativo que empieza en la obra del artista”.

Vista de la exposición ‘Raíces suspendidas’, de Ylana Yaari, en Galería Thema. Foto: Tátylla Mendes.

El encuentro entre la galerista y la artista fue casual. Beatriz Aranda estaba haciendo un circuito con un grupo por Lisboa para mirar la escena local cuando, de pronto, en una calle estrecha, bajando por unas escaleras, vio colgados unos prints de las obras de Ylana Yaari. “Entonces, me paré, pregunté si tenía su estudio cerca y ya quedamos de verlo. Al final, perdí el grupo, pero eso es lo de menos”, cuenta riéndose.

Hasta aquel momento, lo de exponer sus obras en la calle era algo que la artista hacía a menudo. De hecho, ‘Raíces suspendidas’ es la primera exposición individual de Yaari en una galería de arte.

“Yo siempre hice mi dinero en la calle, tocando, haciendo performances, vendiendo piezas de croché y organizando exposiciones colectivas o individuales para vender mis pinturas”, aclara la artista, revelando su talento multidisciplinar, fruto de una educación fundamentalmente artística.

Nacida en Campos do Jordão, la brasileña se mudó a los diez años con su familia a São Paulo para estudiar en una escuela Waldorf, donde aprendió a trabajar con diversos materiales y técnicas, y a buscar respuestas por sí misma. Fue con ese pensamiento que a los 18 años se mudó sola de São Paulo a Lisboa. Desde entonces, cada contrariedad de la vida le ha servido como impulso para ir un paso más allá.

Cuando robaron todo su primer sueldo, tras meses trabajando en un restaurante portugués, ella decidió dimitir y recorrer Europa. “Yo estaba gastando toda mi energía en aquel trabajo y, de la nada, perdí todo lo que había ganado. Sentí que necesitaba buscar algo que realmente hiciera sentido para mí”.

Tras casi un año viajando, volvió a Lisboa para estudiar producción musical y empezó a tocar con un grupo en la calle, hasta que descubrió que ellos también le estaban robando. Ese mismo día dejó el grupo, compró pinceles y un kit de acuarela. Se puso a vender sus obras en la calle y ya no paró más de pintar.

Una de las obras de la muestra ‘Raíces suspendidas’, de Ylana Yaari, en Galería Thema de València. Foto: Tátylla Mendes.

Mientras Yaari cuenta su historia, nos parece inevitable compararla con lo que dijo Henry James respecto a Isabel Archer, la protagonista de ‘El retrato de una dama’: “La vida había echado hondas raíces en ella y, por lo mismo, su goce más intenso consistía en sentir dentro de sí la continuidad entre las agitaciones de su propia alma y las del mundo externo”.

La cita nos remite además al proceso creativo de Yaari. “Mi manera de crear es muy instintiva. Intento hacer sin pensar. Necesito tener la mente apagada para hacerlo. Voy solamente observando mi cuerpo y qué me da placer: trazar las líneas, hacer las formas curvas. Pero ni los colores los pienso. Dejo los pinceles sucios y empiezo a pintar con el color que llevan de alguna obra anterior”.

En su web, la artista sintetiza: “Mi proceso es el movimiento que me acerca a mí misma”. Según Aranda, se trata de “un proceso casi meditativo, de conectar con el interior”. Para la galerista esta es una de las razones por las que la obra de Yaari consigue conectar profundamente con el espectador “desde dentro, desde eso que no ves. La verdad es que a mí me sugiere muchas cosas y me remueve”.

Vista de la muestra ‘Raíces suspendidas’, de Ylana Yaari, en Galería Thema. Fotografía de Nacho López Ortiz, por cortesía de la galería.

Otra razón para que estas ‘Raíces suspendidas’ penetren tan hondo en quienes las aprecian parece estar en los referentes de la artista. “Mi principal inspiración viene de pensadores, canciones y filosofías de vida. Son formas de pensar y vivir que me mueven y que intento aplicar en la filosofía de mi trabajo”.

“Podría citarte algunos artistas, por supuesto –sigue Yaari–. Ahora mismo estoy fascinada por la obra de Frans Krajcberg. También me gusta Ana Mendieta, Frida Khalo y las instalaciones de croché que hace Eduardo Neto”. La joven brasileña nos descubre, además, que fue después de mirar una exposición y un documental sobre Magdalena Abakanowicz que ella empezó a hacer esculturas.

“Pero en relación a la estética, lo que más me inspira es la naturaleza, la forma de las hojas, del tronco de un árbol”. Aunque, según nos aclara la artista, no se trata de hacer una figuración directa.

“Intento representar varias cosas que, a lo mejor, solo remiten a emociones. Lo que busco en realidad es hablar sobre esta fuerza de la raíz que crece y destruye el paseo de hormigón o de la flor que brota de repente en medio de una pared de ladrillos. Esa fuerza interna, esa autenticidad, esa voz propia es lo que creo que tenemos que ejercitar como seres humanos. Es lo que intento transmitir y ejercitar en mí”.

Vista de la exposición ‘Raíces suspendidas’, de Ylana Yaari, en Galería Thema. Foto: Tátylla Mendes.

Más allá de la inspiración, la relación entre la joven brasileña y la naturaleza se puede observar también en sus procesos de producción. “Creo que cuanta menos basura producimos, mejor. Entonces, yo intento reutilizar todo lo que puedo: cartón, botes de plástico, latas, estructuras de hierro”.

“Mis esculturas las hago juntando esos materiales reciclados y luego hago el acabado con arcilla. Las piezas de croché, igual. Si puedo, reutilizo líneas y, si no, busco líneas naturales. Creo que debemos tener esa responsabilidad en la producción. No solo los artistas, sino toda la gente, sobre todo las grandes compañías”.

De todos modos, la artista entiende que ese tipo de actitud viene de una consciencia personal suya y afirma que no le gusta apuntar el dedo a problemas ajenos. “Yo quiero conmover a las personas a través de mi propia experiencia”.

Fue de esa noción que ella partió cuando Beatriz Aranda le pidió que hiciera una propuesta para Abierto València 2023. Como aclara el texto de presentación de la exposición, “el nombre de Ylana Yaari proviene del hebreo y significa ‘la raíz de mi bosque’”.

La artista detalla: “Por una parte, creo que esta exposición es como un autorretrato, porque yo estoy viviendo sola y tengo que mantenerme. Entonces, mi madre siempre me acuerda: «Hija, tú tienes raíz, tu nombre es raíz». Y la verdad es que nada se mantiene sin raíces. Yo creo que somos cuerpos que se mueven suspendidos. Pero para seguir evolucionando hay que crecer para los dos lados, para arriba y abajo. Y hay que reconocer lo que es menos visto, que es la raíz”.

Tiene razón, por lo tanto, el comisario de la exposición, Jorge Cueto, al decir que “Ylana realiza una inmersión ex profesa en sus referentes que podríamos entender como una suerte de pesquisa ontológica”.

A la vez, a través de su gestualidad expresiva, de sus yuxtaposiciones y superposiciones, y de sus colores ora complementarios, ora contrastantes, la artista logra incentivar en su público una actitud similar. “Encapsulando emociones consigue dejarnos mirar aquello que nos arraiga o que deja de hacerlo […] simplifica todas las preguntas y nos permite solo sentirlas”, concluye Cueto.

Ylana Yaari
La artista Ylana Yaari, junto a una las obras de su exposición ‘Raíces suspendidas’, en Galería Thema de València. Fotografía de Nacho López Ortiz, por cortesía de la galería.